lunes, 11 de diciembre de 2017

diciembre 11, 2017
FRANCIA, 11 de diciembre.- El presidente Enrique Peña Nieto destacó que las diversas reformas estructurales que se impulsaron en México desde el inicio de su administración, son la plataforma para el desarrollo y crecimiento del país.


Al dictar la conferencia magistral "Instrumentación de las Reformas Estructurales de México", en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó que la estabilidad macroeconómica ha facilitado la instrumentación de esos cambios trascendentales.

Ante el secretario general del organismo, José Angel Gurría, el mandatario reconoció que lograr esos cambios fue difícil, pero “el esfuerzo valió la pena”  porque “el cambio es la propia recompensa”.

“Un verdadero proceso reformador que busca que resolver problemas estructurales implica necesariamente costos para quien lo promueve, y hay que empezar con una buena reserva de capital político", subrayó.

Ante embajadores de los 35 países que integran la OCDE, expuso 10 puntos del aprendizaje que resultó de concretar dichas reformas, camino en el cual -dijo- se fueron perdiendo aliados.

No obstante, “el riesgo para el gobierno radica en estancarse en los logros pasados”, enfatizó el presidente Peña Nieto.

Gracias a las 13 reformas estructurales, que implicó la modificación de 51 artículos de la Constitución, 37 nuevas leyes, 110 reformas a legislación secundaria, y la expedición de 46 nuevos reglamentos, la OCDE reconoció a México como el mayor reformador de los últimos años entre los 35 países miembros, que son los países de mayor desarrollo en todo el mundo, añadió.

Este aval, aseguró acompañado por los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray; de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, “es testimonio que vamos por buen camino”.

Entre las que tituló como lecciones en la experiencia mexicana en la implementación de estas reformas, que constituyen un decálogo de propuestas para realizar cambios estructurales, indicó que "entre más pronto, mejor". Es decir, que se deben aprovechar las primeras semanas de gobierno para impulsarlas.

También dijo que "más es mejor”, sin un límite de reformas, con una agenda ambiciosa y después de un diagnóstico sobre las necesidades del país, estableciendo tiempos para su implementación y no sólo “una carta de buenos propósitos”. Asimismo, neutralizar las resistencias contando con el apoyo explícito de los sectores que habrían de beneficiarse.

El Ejecutivo federal se refirió de igual manea a las ventajas de tener un equipo calificado a fin de lograr la implementación, así como expertos negociadores para cada reforma, comprometidos a trabajar para hacerla realidad.

Recomendó actuar en caso de duda, ya que “la democracia no supone unanimidad”, sino significa que siempre habrá resistencias a los cambios propuestos, y hay que saber negociar, pues “los beneficios para la sociedad así lo justifican”.

De igual manera, “comunicar más que nunca” los beneficios de las reformas; reformar en apego a la Constitución, para que la última palabra la tengan los tribunales.

“No sólo reformar, sino litigar”, además de tener una secuencia en la propuesta de las reformas, debido a que la duración de las alianzas puede variar de acuerdo al orden que se implementen las reformas, y en el camino “se van a ir perdiendo aliados”.

Peña Nieto reconoció el acompañamiento de la OCDE en el proceso de reformas, y que a cinco años de haber acudido al organismo para conocer experiencias y fortalecer su plan de gobierno, se partió de un documento titulado: “Haciéndolo bien”, que fue un estudio dedicado a sectores específicos, que ofreció una visión integral sobre los obstáculos que impedían el crecimiento de México y las barreras que limitaban sus posibilidades de expansión económica. (Francisco Martínez Romero para Notimex)

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