martes, 17 de octubre de 2017

octubre 17, 2017
Pedro Echeverría V.

1. Hace muchos años que reconozco que el gobierno mexicano es muy chingón, por chingarse a todos; porque “con las manos en la cintura” –durante un siglo- ha dominado y controlado todo. Durante ese mismo siglo la población que fue de 15 millones de seres humanos se transformó en 122 millones de pobres, miserables y hambrientos, ha sido engañado, burlado y reprimido. Millones y millones de problemas que la clase dominante ha sabido resbalar, desviar, hacer que se olviden, o de plano, enterrarlos. Una dictadura de más de 100 años. ¡Qué vergüenza!

2. En los gobiernos de Calderón y Peña Nieto (2006/18) se han asesinado y “desaparecido” –con el pretexto de narcotráfico- a alrededor de 250 mil seres humanos; la miseria y el desempleo se ha agudizado y la migración a EEUU es de muchos millones de trabajadores. Los fraudes y desfalcos de dineros públicos, así como la acumulación de riquezas en manos de empresarios y gobiernos ha sido imparable. Pero los luchadores sociales de izquierda casi han desaparecido porque los gobiernos han sabido absorber  a los políticos oportunistas por la vía electoral.

3. Se piensa, y es muy real reconocerlo, que se ha instalado en el país una especie de estado de sitio que se concreta en un concreto estado de vigilancia. Cientos de millones de cámaras de vigilancia se han instalado en edificios, calles, oficinas, baños públicos. Hace unos días se publicó que México es el mayor comprador de armas y que se han contratado a miles de paramilitares. Por ello hasta los zapatistas o del EZLN que antes no votaban tendrán que hacerlo porque han designado a su candidata presidencial. ¿No demuestra acaso que la clase dominante domina todo?

4. Por ello me he dirigido a mis amigos, los destacados articulistas de La Jornada  Magdalena Gómez y Luis Hernández –muy enterados de los resolutivos zapatistas- preguntándoles: ¿Por qué Marichuy, la candidata del zapatismo, que ha declarado no aceptar subsidio del gobierno (ni un peso), ni despensas ni regalos, no pedir ni necesitar votos, no hacerse ilusiones por ganar la presidencia, tuvo que registrarse, tiene que recoger firmas o apoyos, de paso reconocer la política electorera y la  legalidad electoral, con ello convalidar el sistema de dominación capitalista?

5. Les expliqué que recuerdo que en 2006 no hubo ese trámite tan jodido, idiota y  engorroso de “registrarse”. El Marcos desarrolló su campaña visitando estados y pueblos; pronunciado sus discursos y realizando asambleas para analizar más y discutir. Eso de las firmas de 800 o de 8 mil me parecen verdaderas tonterías; auténticas jaladas para quienes aceptan hacerlo y peor a quienes tienen que enseñar su credencial cuando es solo para votar. Está bien para los partidos al servicio del sistema, pero para los llamados “independientes”, es un auténtico entreguismo.

6. Que la gran burguesía y el imperialismo en México han triunfado en el último siglo, no está siquiera a discusión; nos han dado “hasta con la cubeta”. Lo más grave es que creamos que después de un siglo estamos ganando y avanzando cuando se burlan y se ríen de nosotros.  Lo que más me duele es que un retrasado mental de la SEP –con el apoyo presidencial- desbarató nuestro movimiento de la CNTE de tres años de batallas en las calles; así como se frenó el movimiento de Ayotzinapa, de la misma manera que se hizo con los de Atenco. Hoy nadie piensa en otras salidas, más que en las electorales. (17/X/17)

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