viernes, 29 de septiembre de 2017

septiembre 29, 2017
ROMA, 29 de septiembre de 2017.- Un oso en condiciones terribles, sentado mientras revisa entre los desperdicios ardientes de un vertedero abierto en busca de comida. La imagen captada por Troy Moth, un fotógrafo canadiense, golpea por su crudeza. Tanto es así que el fotógrafo, cuando se encontró por primera vez frente a un paisaje tan desesperado, no tuvo el coraje de inmortalizar la escena. "Cuando llegué a ese lugar increíble no pude disparar", explicó. "Al día siguiente decidí volver, estaba más preparado para lidiar con esa situación".


Moth estaba en una remota comunidad en Ontario, Canadá, para rodar un documental. Frente a él, un valle entero dibujado con tonos apocalípticos: una naturaleza salvaje invadida por desechos humanos. En medio un oso, sentado. "Lloré cuando tomé la foto, lloré cuando trabajaba allí. Y otra vez lloré tantas veces cuando pensaba en ese momento. Es definitivamente la imagen más desgarradora que he tomado", escribió Moth en Instagram compartiendo su fotografía llamada 'Invisible Horseman - 2017' (el caballero invisible), con una clara referencia a los jinetes del apocalipsis. "El tema del Apocalipsis es muy evidente en esta fotografía. Lo sentí cuando así la máquina y tomé la foto. Yo estaba en un lugar aislado, no había nada por millas, sólo los residuos y la naturaleza. En ese momento me di cuenta de que todo estaba lejos de nosotros, ya que todo esto era realmente invisible a los ojos humanos."


Por el tema y el tono, esta foto recuerda la reciente de Justin Hoffman, uno de los finalistas del prestigioso concurso Wildlife Photographer of the Year 2017:   un caballito de mar intentando arrastrar un cotonete de color rosa. La foto, hecha en Indonesia, se ha convertido en el símbolo del "mar plástico" que invade y contamina nuestras aguas. (Mario di Ciommo / La Repubblica)

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