lunes, 21 de agosto de 2017

agosto 21, 2017
LONDRES, 21 de agosto de 2017.- En medio de un silencio sepulcral, tan sólo roto por los autobuses de dos plantas que recorren el corazón de Londres, el Big Ben se despidió de la ciudad con un último tañido que acompañó los aplausos y vítores de los miles de turistas que se hallaban congregados.

Sus campanas no volverán a repicar en cuatro años pero el acto, más simbólico que práctico, ya ha dividido a la política británica. "No puede ser bueno para el reloj", aseguró una comedida primera ministra, Theresa May, a la vuelta de sus vacaciones la semana pasada.Y es que por primera vez en sus 157 años de historia, las campanas del monumento más fotografiado de Reino Unido, encarnado en la famosa torre del reloj, callarán durante un periodo tan largo de tiempo.

Para despedirse, algunos parlamentarios han querido salir hoy a la calle, así como muchos británicos y turistas, para escuchar al mediodía sus últimos tañidos.


"Hay mucha gente enfadada con este asunto, yo personalmente creo que no está bien que lo paren durante tanto tiempo. Es decir, entiendo que lo renueven pero ¿por qué durante cuatro años? Es parte de nuestra tradición, un sonido que nos ha acompañado siempre. Esto no sólo no nos gusta a los británicos sino tampoco a los turistas, lo van a echar de menos", declaró a EL MUNDO Tricia Lewis, una de las londinenses que se acercaron a la despedida.

Como parte del proyecto, el reloj de la Torre Elizabeth, de 96 metros, será reiniciado para que el Big Ben pueda repicar en fechas señaladas como año nuevo o el Remembrance Sunday. A pesar de que este proceso necesita de casi doce horas de preparación, un portavoz parlamentario ya ha confirmado que se va a estudiar si merece la pena reiniciarlo más a menudo como forma de contentar a los más críticos con este silencio.

"Ha habido un sinsentido tremendo en todo este asunto... Hay compañeros que dicen que la Casa de los Comunes ha conseguido algo que ni la Luftwaffe consiguió, parar el Big Ben", declaró el parlamentario conservador Connor Burns.

"Fue silenciado por mantenimiento en 2007, reformado entre el 83 y el 84, en el 76 tuvo algunos problemas... Creo que cuando veamos a algunos de nuestros colegas a los pies del Big Ben no estaremos ante compañeros que tengan una larga carrera por delante".

Y es que los tabloides británicos, de tendencia conservadora, llevan unas semanas cargando las tintas contra la decisión de detener el tañido hasta 2021 por considerarlo un símbolo para la ciudad.

Un sonido que ha acompañado a Westminster cada cuarto de hora durante siglo y medio durante día y noche pero que necesita de una profunda restauración en el cristal de la esfera, las manecillas y la propia estructura de la torre. Eso sí, mientras dure el proceso, una de las caras del reloj seguirá manteniendo la hora correcta gracias a un motor eléctrico que suplirá al histórico mecanismo, que será desmontado y actualizado pieza a pieza.

Además,se instalará un ascensor de emergencia para poder evacuar el edificio ya que, a pesar de que actualmente lo visitan 12.000 personas al año, la salida tendría que hacerse por medio de una cuerda si fallan otras medidas de seguridad. (Alberto Muñoz / El Mundo / The Sun)

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