viernes, 2 de junio de 2017

junio 02, 2017
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de junio de 2017.- No habrá selfies con Andy Warhol. Elementos de la Policía Bancaria e Industrial vigilarán que los visitantes de la exposición Andy Warhol. Estrella oscura no tomen ni una foto o video dentro del Museo Jumex. Por restricciones de derechos de autor, está prohibido hacer registro visual de las cien obras que integran la muestra.

El primer molesto con la prohibición es Eugenio López, presidente de la Fundación Jumex: “Para mí se pierde más con que no se pueda tomar foto. Para ser honesto, estoy enojado, no puedo creer que no se puedan tomar fotos”, dijo al presentar la exposición que abre hoy al público. Primera vez en mucho tiempo que el coleccionista participa en una rueda de prensa.

“No se puede hacer esto. Warhol es un artista expresivo, extraordinario; tal vez podamos establecer en el contrato algo, trabajaré en esto, no se puede hacer algo ahora, pero trabajaré en esto”, insistió López, quien recordó que tardaron tres años en producir la exposición con el curador Douglas Fogle.

Foto: Moritz Bernoully © 2017 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc./Artists Rights Society (ARS), Nueva York.

La restricción es por el pago de los derechos de las imágenes que provienen de 18 museos internacionales, principalmente de Estados Unidos. Para la publicación de una sola fotografía se necesita la autorización no sólo del museo, sino también de la Fundación Warhol, y, si es el caso, de las asociaciones que custodian la imagen de personajes como Marilyn Monroe o Elizabeth Taylor,  retratadas por el artista pop en la década de los 60.

“La Fundación Andy Warhol tiene muchas restricciones, no sabes cuántos permisos se deben hacer; para mostrar las fotos de publicidad que tenemos y carteles se trabajó mucho. Si visitas las páginas de museos y no ves fotos es porque no tienen el derecho, es un tema complejo”, justificó Julieta González, directora interina del museo.

Para asegurar que nadie use el celular o la cámara fotográfica dentro de los tres niveles que ocupa la exhibición, el museo solicitó apoyo de la Policía Bancaria e Industrial. Son, en promedio, 24 guardias que vigilarán durante más de tres meses. Se desplegarán ocho en cada nivel, y junto con los custodios habituales serán los encargados de supervisar que el público ingrese en grupos de máximo 200 personas, quienes tendrán alrededor de media hora para recorrer cada sección.

Son algunas de las medidas de logística que los organizadores de la muestra tomarán a partir de hoy, pues prevén entre tres mil 500 y cuatro mil espectadores por día. González detalló que el horario de visita se ampliará hasta las 21 horas, pero la taquilla se cerrará media hora antes.

“Sé que siempre es un tema contradictorio porque yo creo que cuando el artista crea una obra es para que todo el mundo la vea, en internet es imposible controlar eso, todo mundo reproduce, los videos están en YouTube y yo creo que eso está bien, pero como institución debemos acatar las normas porque si no, no nos prestan las obras”, añadió la directora.

Aunque no se lograron los derechos de reproducción de las obras expuestas, la empresa Jumex sí consiguió reproducir en las latas de los jugos dos imágenes: el retrato de Warhol y el de Liz Taylor.

El artista del siglo XX

Junto con Pablo Picasso, Andy Warhol es considerado el principal creador plástico del siglo pasado. Sus imágenes en serigrafía o pintura marcan una ruptura en la concepción de la estética a partir de la década de los 60, años en que se centra la lectura del curador Dougles Fogle. Y entender al  dibujante, pintor, serigrafista, fotógrafo y cineasta es repasar también el entorno sociocultural de Estados Unidos, en particular Nueva York.

Lo que elegí hacer con la exhibición de Andy Warhol fue enfocarme en los primeros diez años de su carrera, comenzó como ilustrador comercial en Nueva York. La exhibición es la historia de Estados Unidos en los años 60 tanto en términos de las celebridades como de las desgracias, que tomaba de las imágenes de los medios. De muchas formas Warhol nos da una imagen precursora del mundo en el que vivimos ahora, en donde las imágenes circulan en todos lados, vivimos en esa cultura de imágenes que comenzó en los 60 después de la posguerra”, describió el curador.

La muestra no se limita a los icónicos retratos multiplicados en colores brillantes de Elvis Presley, Marlon Brandon o Jackie Kennedy, y las bien conocidas latas de sopa Campbells. También se muestran piezas más oscuras en el sentido de los temas urbano. Es la serie de desastres que Warhol hizo a partir de imágenes de prensa sobre accidentes de automóviles y escenas citadinas. Además de registrar el caos de la ciudad, lo que hizo fue apropiarse de fotografías para reinterpretarlas.

Un ejercicio cercano al readymade de Marcel Duchamp a quien Warhol admiraba. De estas piezas “oscuras” destaca Funeral gángster (1963), una serigrafía sobre lino rosa de la escena de un entierro. El curador dijo que es la última vez que esta obra, proveniente del Museo Andy Warhol en Pittsburgh, saldrá a una exposición por el estado de su conservación.

Llama también la atención las serigrafías Suicidio, Multitud, Desastre de ambulancia y Silla eléctrica, todas de 1963. “Desastre en inglés significa que las estrellas no están alineadas a tu favor, y que Warhol haya jugado con este concepto es importante porque habla de pinturas que son desgracias, pero al mismo tiempo pintaba a Marilyn Monre o Liz Taylor”, dijo Fogle, y precisó que los retratos de la farándula de Hollywood y escenas trágicas coinciden en la repetición como concepto.

El trayecto curatorial lleva al espectador a las esculturas. Las cajas de cereal o de jabón que, en un sentido estricto, son readymades.

En particular la obra Brillo box, que Warhol reconstruyó y presentó como obra de arte. Esta sección se complementa con el archivo de dibujos y los documentos que originaron algunas de sus serigrafías, por ejemplo la postal que recibió de regalo de Elvis Presley.

La lectura cierra con las producciones fílmicas que representan el momento en que Warhol convierte su estudio, La Fábrica, en una industria del arte.

En ese sentido, el curador señaló que hay que revisar al artista según la época. “Se volvió una celebridad como las que pintaba, pero los primeros diez años fue un momento experimental, luego del 68 los museos lo devaluaron y ahora ni siquiera pueden comprar una obra porque su valor en el mercado ha subido mucho”. (Sonia Ávila / Excélsior)