domingo, 11 de junio de 2017

junio 11, 2017
BARCELONA, 11 de junio de 2017.- Pep Guardiola nunca ha escondido su apoyo a la celebración de un referéndum por la independencia de Cataluña. Sin embargo, desde este domingo ha pasado de ser una más de las personalidades catalanas que apoyan la votación a situarse en el epicentro del proceso soberanista. El entrenador lo ha hecho al leer ante miles de personas en Montjuïc -30.000, según la Guardia Urbana- un manifiesto en el que se acusa a España de cometer contra Cataluña «los abusos de un Estado autoritario». Guardiola, ex jugador de la selección española, reclamó además la intervención de la comunidad internacional en «defensa de los derechos hoy amenazados de Cataluña».

La participación del actual técnico del Manchester City en el acto ha sido la más aplaudida y también la más dura políticamente en una jornada destinada a espolear el referéndum de independencia que Carles Puigdemont quiere celebrar el próximo 1 de octubre. Pese a ello, el papel del president de la Generalitat ha sido secundario.

Partidarios de la independencia de se dan cita en Montjuïc. (EFE)

El independentismo, con Pep Guardiola a la cabeza, exhibe músculo. (EFE)

Carles Puigdemont se ha sentado en las primeras filas como invitado junto al vicepresidente del Govern,Oriol Junqueras; varios de sus consellers; la presidenta del Parlament,Carme Forcadell; y representantes del PDeCat, ERC y la CUP. Ninguno ha intervenido en los discursos ni ha subido a un estrado presidido por una pancarta con una urna gigante impresa y el lema 'Love Democracy'. Puigdemont ha limitado sus apreciaciones a la primera gran movilización tras el anuncio de la fecha y la pregunta del referéndum a un mensaje a través deTwitter: «Gracias a todos por estar y hacerlo posible. Gracias Pep Guardiola por tu compromiso con la democracia y tu país».

La ausencia en el escenario de cargos del Govern y la dureza del manifiesto han servido en bandeja todo el protagonismo a Guardiola. El técnico ha leído el escrito en catalán, castellano e inglés y sus palabras han sido las más celebradas por los miles de asistentes que se han desplazado hasta Barcelona en 120 autobuses fletados por los organizadores.

Durante su turno de palabra el entrenador ha arrancado con un llamamiento a participar en la consulta del 1-O: «Estamos aquí para dejar claro que el próximo 1 de octubre votaremos para decidir nuestro futuro. Votaremos aunque el Estado español no lo quiera», avisó. A partir de ahí, las cargas contra el Gobierno del PP fueron 'in crescendo'.

En el escrito se acusa a España de acometer «una persecución política impropia de una democracia en la Europa del siglo XXI» y se denuncia de manera explícita la denominada 'operación Cataluña', el supuesto contubernio policial para debilitar al independentismo que actualmente investiga la Audiencia Nacional. Guardiola enumeró una «conspiración» contra Cataluña, «pruebas falsas» contra los gobernantes catalanes y un ataque global a sus derechos, entre ellos «el derecho a la libertad de expresión política y el derecho al voto». Una lista de amenazas contra la que instó a actuar a los gobiernos europeos «y del mundo». «Apelamos a todos los demócratas de Europa y del mundo a que nos apoyen en defensa de los derechos hoy amenaza», leyó entre aplausos.

El manifiesto fue elaborado para la ocasión por los organizadores de la concentración: la ANC, Òmnium y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), grandes catalizadores de las movilizaciones independentistas. Que fuera leído por Guardiola, uno de los rostros soberanistas más reconocidos mundialmente, fue lo que elevó la importancia de las críticas. «Todos conocemos los intentos de acabar con el modelo de escuela catalana. Y del bloqueo de las inversiones en nuestras infraestructuras como los puertos, el aeropuerto o los trenes...», dijo el entrenador, que finalizó con otro aviso al Gobierno si intenta impedir el referéndum: «Ahora que quieren secuestrar la voz de la democracia, más que nunca, acudiremos a las urnas y defenderemos con todas nuestras fuerzas la democracia».

La atención que atrajo el ex entrenador culé dejó en un segundo plano los mensajes que también lanzó el soberanismo y que evidencian su estrategia para los próximos cuatro meses: poner el peso del referéndum en los ayuntamientos y presionar a Ada Colau para que Barcelona se sume a la votación.

La presidenta de la AMI, Neus Lloveras, garantizó que los alcaldes de su asociación -787 de un total de 948 ayuntamientos- estarán «al lado del Govern» en la logística del referéndum. JordiSànchez, líder de la ANC, dio por hecho que en la capital catalana «también se podrá votar» y, sin mencionar el nombre de Colau ni a los comunes, aseguró que el 1-O «no fallará ningún demócrata». La frase más pretendidamente épica corrió a cargo de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium: «No tenéis suficientes cárceles para encerrar a todo el pueblo de Cataluña». (Javier Oms / El País)