sábado, 20 de mayo de 2017

mayo 20, 2017
TEHERÁN, 20 de mayo de 2017.- El presidente iraní Hassan Rohani fue reelegido con el 57% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, una victoria que le da aire para continuar con su política de apertura dentro y fuera de la nación teocrática. Su principal rival, el conservador Ebrahim Raisi, obtuvo 38,3% de los votos.

"El presidente saliente Hassan Rohani fue elegido presidente de la República con 23,5 millones de votos, un 57% de los votos", anunció el ministro del Interior Abdolreza Rahmani Fazli en directo en la televisión estatal.

La cadena oficial Irib también indicó que 41,2 millones de iraníes participaron en la elección, es decir una participación del 73%.

El resultado de Rohani es mejor que el de 2013, cuando obtuvo 18,6 millones de votos (50,7%) de entre 36 millones de votantes.

El presidente iraní Hassan Rohani.

El presidente, que durante la campaña electoral pidió el voto a los iraníes para poder seguir con sus reformas internas y su política de apertura internacional, tendrá ahora las manos libres para continuar.

Su política de apertura empezó con el acuerdo histórico de Irán y las grandes potencias en julio de 2015 sobre el programa nuclear iraní.

Los otros dos candidatos que participaron en las elecciones, obtuvieron resultados marginales.

La televisión oficial Irib, cuyo director es nombrado por el guía supremo Ali Khamenei -quien apoyaba a Raisi-, felicitó al presidente saliente por su reelección, antes incluso de que se publicaran los resultados definitivos.

Aperturista vs. moderado

Rohani, de 68 años, aspiraba a un último mandato de cuatro años frente a Ebrahim Raisi, un religioso de 56 años próximo al guía supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei.

Elegido en 2013, Rohani pasó la mayor parte de su primer mandato negociando un acuerdo histórico con seis grandes potencias, incluyendo Estados Unidos, enemigo de Irán desde la revolución islámica de 1979.

A cambio de un levantamiento parcial de las sanciones internacionales que afectan a Irán desde hace cerca de diez años, Teherán se comprometió a limitar su programa nuclear a fines estrictamente civiles. Pero el acuerdo no ha atraído a tantos inversores extranjeros como se esperaba y no ha tenido impacto en la vida cotidiana de los iraníes, afectados por un desempleo de 12,5% de la población activa y de 27% entre los jóvenes.

Sin embargo el acuerdo sí ha permitido a Irán volver a la escena internacional, una política de apertura que Rohani quiere seguir aplicando.

Aún así, el presidente no es el único que toma decisiones en este campo. También necesita el aval del ayatollah Khamenei, así como del poder judicial y a veces de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite iraní.

El escrutinio se celebró dos días después de la decisión estadounidense de renovar la limitación de las sanciones contra Irán, conforme al acuerdo nuclear de 2015.

No obstante, la desconfianza entre Teherán y Washington persiste y la administración estadounidense sigue imponiendo sanciones relacionadas con el programa de misiles balísticos iraní.

El presidente estadounidense Donald Trump, hostil con Irán, empieza su primera gira al extranjero con una cumbre mañana de dirigentes musulmanes en Arabia Saudita, el gran rival regional de Irán. (AFP)