domingo, 21 de mayo de 2017

mayo 21, 2017
Pedro Echeverría V.

1. René Bejarano, el personaje del PRD de mayor confianza de López Obrador en 2004, además el de posiciones más radicales entre los representantes de la Asamblea Legislativa del DF, fue vigilado, seguido y cazado por las cámaras escondidas al tendérsele una trampa en el momento en que recibía dinero de un negociante argentino; lleva ese hecho unos 13 años y –por la gran labor de difusión de gobiernos, partidos, medios de información, empresarios, Iglesia- sigue crucificado y estigmatizado. Fue mucho peor el comportamiento de Rosario Robles –la amiga íntima del argentino, además de dirigente traidora del PRD- pero dado que se vendió al gobierno del PRI, éste se encargó de lavar su nombre y la convirtió en altísima funcionaria.

2. Pero Bejarano y Dolores Padierna, su compañera, no han dejado de encabezar una corriente muy fuerte dentro del PRD. Yo desde fuera señalé siempre que IDN era la menos corrupta del PRD, además de ser la más radical de la izquierda lopezobradorista. Estaba “segurísimo” que sería la primera en unirse a López Obrador y la principal en la construcción de Morena; incluso personajes como Batres, Barrales, pienso que Noroña, mi amigo panchito, y otros, se decía pertenecían a esa corriente. ¿Pero qué pasó que todavía los vemos atados al PRD, inclusive a Padierna peleando por la coordinación de los senadores que valientemente abandonaron a ese partidos encabezados por Barbosa y Morón? Pienso que a los Bejarano les conviene adoptar posiciones más radicales.

3. Pienso que si Bejarano rompe con el PRD por lo menos llevaría a Morena unos cinco mil militantes que ayudarían mucho a ganar la elección del 4 de junio y luego la de julio de 2018. Con ello el PRD se convertiría –como se ha demostrado- en “el partido verde del PAN” y quizá el próximo año sólo habrían tres partidos electorales: el PRI y el PAN, es decir, dos partidos de derecha empresarial, y uno, Morena, de centro/izquierda, con cercanía con los trabajadores. Quizá más adelante se organice otro organismo de la izquierda radical no electoral, que no necesitará registro y estará por siempre en las luchas callejeras de campesinos, obreros, estudiantes, profesores, homosexuales, que sólo buscarán alianzas con los que luchan por los explotados.

4. Estas últimas dos semanas son definitivas para decidir los comicios del Estado de México y las elecciones Presidenciales ligadas a él. Los partidos PRI y Morena le están “echando todos los kilos” y todos aquellos que buscan ayudar a uno u otro se están comprometiendo. Espero que todos los luchadores sociales estén pensando en serio acerca de la perspectiva política del país. Yo nunca he sido electorero, pero estoy contagiado de entusiasmo por ver y sentir lo que pueda pasar, sobre todo si se pueden descomponer las cosas para que irrumpan por lo desconocido. Por ello me llenaría de alegría la participación de los profesores (CNTE), los zapatistas, los Sicilias, los Icaza, los padres de los 43, los familiares que han perdido en asesinatos a sus seres, en fin los que puedan.

5. La izquierda social puede perder siempre en México por falta de suficiente conciencia, porque los empresarios y el gobierno están muy unidos y fuertes, porque los medios de información y la iglesia han dominado su pensamiento, porque les han clavado en la mente la filosofía del miedo y del terror, porque la gran burguesía y el imperialismo los llevan atrapados en sus partes más dolorosas. Todo ese argumento se puede aceptar; pero que la izquierda social cometa errores de concepción y bloquee la posibilidad de unirse contra el enemigo común que es el capitalismo explotador y opresor, es condenable. Debe conocerse un gobierno de centro izquierda por lo menos para saber si puede gobernar bien algunos años y si no, pues sacarlo a patadas. (21/V/17)