martes, 9 de mayo de 2017

mayo 09, 2017
ZHENGZHOU, China, 9 de mayo de 2017.- Cuando Baby Louie murió, apenas era un embrión de dinosaurio. Sus restos fósiles fueron hallados entre unos 89 y 100 millones de años después y supusieron el descubrimiento de una nueva especie bautizada como Beibeilong sinensis, que en chino significa bebé dragón.

De haber crecido, ese bebé sería un gigante. Desenterrados a comienzos de los 90 en la provincia china de Henan, los fósiles fueron vendidos poco después a Estados Unidos. No regresaron a China hasta 2013.

El conjunto formaba parte de un nido de dinosaurios con entre seis y ocho huevos grandes, y entre ellos el esqueleto fósil de un embrión de dinosaurio. Ahora, los investigadores presentan su estudio en la revista Nature Communications.

‘Beibeilong sinensis’ significa en chino “bebé dragón”. El esqueleto mide 38 centímetros del hocico a la cola. Foto (AFP)

Baby Loui, como reza el nombre del esqueleto, medía 38 centímetros del hocico a la cola, señala el equipo liderado por Hanyong Pu, del Museo Geológico de Henan, donde hoy se custodian los restos. Los dos huevos mejor conservados tienen una longitud de entre 40 y 45 centímetros, lo que proporcionaría espacio suficiente al embrión.

Se cree que en el momento de su muerte, el bebé dinosaurio estaba todavía dentro del huevo, pues entre otros factores el esqueleto conserva la clásica postura embrionaria.

Si hubiera podido crecer, sería un gigante: huevos de tamaño comparable dieron como resultado dinosaurios que llegaron a pesar más de una tonelada. Los investigadores creen que el nido, de forma anular, tenía muchos más huevos, pues hay hallazgos de nidos con hasta 33. (DPA)