jueves, 27 de abril de 2017

abril 27, 2017
Pedro Echeverría V.

1. Así como China, India, EEUU e Indonesia, son los países más poblados del mundo, en América Latina debemos enlistar a Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú y Venezuela. Aquellos son tres países asiáticos y un americano; los seis de América son además los de mayor extensión, con excepción de Bolivia con sólo 11millones de habitantes. Esas naciones, aunque no integren a los siete, a los 20 países más poderosos del mundo (como EEUU y China), juegan un papel determinante en la política mundial. Brasil, en este contexto, se mueve entre unos y otros jugando un papel preponderante en varios contextos.

2. Brasil es el país hermano mayor de América Latina con 206 millones de habitantes. En extensión es el mayor en Iberoamérica y el V en el mundo. Sus últimos dos gobiernos electos –el de Lula da Silva y el de Dilma Rousseff (2002-16) fueron de centro-izquierda y de franca confrontación con los gobiernos de EEUU, Bush y Obama. Fue la causa esencial que llevó al golpe de Estado contra la presidente Rousseff. ¿No fue acaso un reto directo a los EEUU la integración del BRICS con Rusia, India, China y Suráfrica y que se abrieran a China las puertas comerciales de algunos países de América?

3. Recuerdo a Brasil en 1961 en los tiempos que Cuba se defendía contra las agresiones y la invasión imperialista de los EEUU. No olvido que aquel año, cuando asumía la Presidencia de los EEUU Kennedy, también Janio Quadros tomaba la Presidencia de Brasil en sustitución de Kubitschek; que también ese año renunció Quadros dando paso a Joao Goulart con posiciones más a la izquierda al promulgar una reforma agraria. Ya desde aquel año hay un Partido de los Trabajadores Brasileños (PTB) que sería el antecedente del de Lula. Kennedy preparó una invasión a Cuba y al ser derrotada ordenó la expulsión de Cuba de la OEA.

4. Lula, el líder obrero sindicalista, fue en tres ocasiones candidato presidencial del Partido de los Trabajadores contra Collor de Mello 1990, frente a Cardoso en 1994, en 1998; presidió el Foro Social Mundial en 2001 y al siguiente año asumió la Presidencia de Brasil 2002. Es la población católica más numerosa del mundo y las confrontaciones de clases entre ricos y pobres son agudas. Las principales concentraciones se dan en las ciudades: San Paulo (40.7), Minas de Gerais (19.9), Río de Janeiro (15.6), Bahía (14.5), Río Grande do Sul (10.8) Las mitad de la población es blanca, 43 por ciento parda y 7 por ciento negra.

¿Cuántas bases militares estarán dirigidas a Brasil para evitar el regreso de Lula o de Dilma al gobierno de ese país? Estados Unidos ha instalado alrededor de un millar de bases militares en todo el mundo. Solo en América Latina y el Caribe posee 36 bases militares. Un inventario oficial elaborado por el Pentágono, en el 2008, Estados Unidos tenía 865 bases en 46 países, en los cuales desplegaba unos 200 mil soldados. Algunos sostienen que el número total de bases es de unas 1.250, distribuidas en más de 100 países del mundo.

Con las idea de Fidel Castro -por el que mantuvo una fuerte admiración- Lula convocó en 1990 el I Encuentro de Partidos y Organizaciones de Izquierda de América Latina y el Caribe, conocido como Foro de São Paulo, pacifista y antiglobalizador, que reunió a más de sesenta partidos y organizaciones guerrilleras de veintidós países. Este Foro continúa sus reuniones en varios países. O sea, Lula –a pesar de las dificultades que ha tenido que sortear y, seguramente errores cometidos- no ha dejado de vigilar y participar en América y Brasil en particular.

Rousseff cayó del gobierno de Brasil como producto de un golpe de Estado: el mismo que se ejecutó al cura en Paraguay, a Zelaya en Honduras, a la Kirchner en Argentina y busca tirar del gobierno a Maduro de Venezuela y a Morales de Bolivia. No es un asunto personal sino toda una política del capitalismo que busca reinstalar totalmente a la derecha en todos los países. Por ello tengo duda de que Lula en Brasil y López Obrador en México puedan instalar sus gobiernos. Sin embargo la batalla hay que darla porque aún hay esperanzas de que cambien las cosas. (27/IV/17)