domingo, 2 de abril de 2017

abril 02, 2017
MADRID, 2 de abril de 2017.- Los tiranosaurios tenían la cara cubierta de una capa escamosa, sin labios y con un hocico dotado de gran sensibilidad táctil. Así lo ha revelado un grupo de científicos que han analizado la textura y huesos faciales de una nueva especie denominada 'Daspletosaurus horneri'.

El nuevo miembro de la familia de los tiranosaurios vivió en el Cretácico tardío (entre cien y 66 millones de años), fue localizado en Montana (Estados Unidos) y medía unos 9 metros de largo y 2,2 de alto, según un estudio que publica "Scientific Reports".

Encabezado por Thomas Carr, del departamento de Biología del Carthage College (Estados Unidos), el equipo de expertos examinó la topografía de los huesos faciales de los restos para intentar descubrir el tipo de tejido que podía haber recubierto la cara del 'Daspletosaurus horneri'.

Feroz, pero también tierno. (Getty Images)

Para ello compararon el tejido que producía ese tipo de huesos faciales con el de cocodrilos y cinco tipos de pájaros. Los resultados sugirieron que este tipo de tiranosaurio tenía la cara cubierta de escamas planas, similar a los cocodrilos.

"Los tiranosaurios son idénticos a los cocodrilos en que los huesos de sus hocicos y mandíbulas son ásperos, excepto por una banda estrecha de hueso liso a lo largo de la hilera de dientes", explica Carr.

"No encontramos ninguna evidencia de labios en los tiranosaurios. La textura áspera cubierta por escamas se extiende casi a la fila de dientes, sin proporcionar ningún espacio para los labios", agrega.

Sin embargo, encontraron evidencias de otros tipos de piel en la cara, incluido un hueso muy grueso que soportaba una piel tipo armadura en el hocico y en la mandíbula inferior. Según los expertos, esto protegía al dinosaurio de rozaduras durante la caza o la alimentación.

El D horneri fue hallado en Montana, EE.UU.

Tanto en la familia de los cocodrilos como en la de los tiranosaurios, el hocico y las mandíbulas presentaban numerosos agujeros por donde penetraba el nervio trigémino para enervar la piel, lo que dotaba a dicha área de alta sensibilidad, tanto como la de los dedos humanos.

Este tipo de sistema táctil facial altamente sensible podría haber ayudado a esa familia de dinosaurios en la captura de sus presas, además de en tareas de identificación y manipulación.

Los restos del  'Daspletosaurus horneri' "son fundamentales" para estudiar la evolución de los dinosaurios, explicó el doctor David Varrichio de la Universidad estatal de Montana.

El experto señaló que en esa región existen especímenes de "alta calidad" y buen estado de conservación que "revelan detalles de cómo vivieron esos gigantes carnívoros" y ofrecen detalles sobre la evolución del grupo de los tiranosaurios.

El 'Daspletosaurus horneri' fue "el más joven y el último de su estirpe". Vivió poco después del 'Daspletosaurus torosus', encontrado en Alberta (Canadá). Ambas especies tuvieron una estrecha relación evolutiva, la cual sugiere que representan un linaje único, explicó Carr. (EFE / BBC)