martes, 18 de abril de 2017

abril 18, 2017
LONDRES, 18 de abril de 2017.- En medio de la nueva ola populista que amenaza a Europa, habrá elecciones generales anticipadas británicas el próximo 8 de junio para poder negociar en unidad el Brexit. Así lo anunció la primera ministra Theresa May, en una inesperada declaración esta mañana en Londres. Un movimiento que desata una crisis política en Gran Bretaña, con un laborismo dividido y con los liberales demócratas listos a ser la bomba colectora del descontento de Labours, empresarios y pro europeos Remains, que votaron quedarse en Europa en el referéndum de junio pasado.

“Necesitamos una elección general y una elección ahora”, dijo sorpresivamente la primera ministra frente a Downing St.

May dijo los comicios deberían ser en el 2020 pero que ha convocada a elecciones anticipadas porque “otros partidos se oponen a los planes del Brexit del gobierno”. Era reacia a convocarlas. Acusó a los liberales demócratas y a los nacionalistas escoceses de querer “paralizar” su administración. Ella propondrá esta fecha mañana en la Cámara de los Comunes, que deberá aceptar por dos tercios.

Theresa May, primera ministra de Gran Bretaña. (AFP)

“Debería haber unidad en Westminster pero no la hay”, dijo. “Los Laboristas han amenazado con un voto en la negociación final. El SNP se oponen a lo que el gobierno está haciendo. Los liberales demócratas quieren paralizar las actividades parlamentarias. Y los Lores dicen que ellos se opondrán al gobierno a lo largo del camino” describió Theresa May.

Ella no está dispuesta a que sus opositores pongan en peligro las negociaciones del Brexit.

El anuncio se hizo después de la reunión de gabinete y tras sus cinco días de vacaciones de trekking en las montañas de Snowdonia.

Cuando el atril de madera clara se instaló frente a la célebre puerta negra de 10 Downing St., el contenido de la declaración de la primera ministra se transformó en una lotería. Nadie quería revelar en el gobierno cuál sería ese anuncio. Pero había una indicación clara: el atril no tenía marcado Downing St., como lo habitual. ¿Elección general entonces? "Snap election?", como les gusta decir a los británicos.

La decisión de una elección general para Theresa May era indispensable, deseada y especulada pero no decidida por la primera ministra, que como el ex primer ministro laborista Gordon Brown, nunca fue elegida en su cargo. Los conservadores solo tienen una mayoría de 17 bancas en la Cámara de los Comunes. La deben reforzar y ampliar ante el peligro de un avance de los liberales demócratas, que pueden sumar todos los laboristas decepcionados, con esta viraje a la ultraizquierda de Jeremy Corbyn como líder del partido laborista.

Con la actual mayoría Tory, pasar legislación en la Cámara de los Comunes se vuelve una misión imposible y permanente negociación. Especialmente si la primera ministra quiere imponer un Hard Brexit, como el que viene anunciando, o no cumplir con su promesa de debatir y votar la negociación final del divorcio con la Unión Europea.

Cuando Downing St informó que la primera ministra hablaría al reino a las 11.15 hora británica, las especulaciones comenzaron con volátiles efectos en el mercado. ¿Elecciones anticipadas o una renuncia por razones de salud? Theresa May es diabética, insulino dependiente y el stress de la función de premier no solo la ha encanecido. Ha perdido peso rápidamente al compás de las dificultades y diferencias para implementar el Brexit y las batallas en su gabinete.

Ante la incertidumbre, la City de Londres volvió a ser un casino. La libra se sumergió y cayó de 1,26 a 1,253 frente al dólar ante este nuevo psicodrama en Downing St. Sigue cayendo.

El líder liberal demócrata Tim Farron dijo que esta elección “es su chance para cambiar la dirección del país. Si ustedes quieren impedir un desastroso Hard Brexit. Si ustedes quieren mantener Gran Bretaña en el mercado único. Si usted quiere una Gran Bretaña que es abierta, tolerante y única, esta es su oportunidad”, dijo en el lanzamiento de una campaña, que será tan dura y divisoria como el Brexit.

Jeremy Corbyn, el líder laborista, dio la bienvenida a la elección. El tiene una crisis de representatividad parlamentaria con los suyos en la Cámara de los Comunes pero lo apoyan las bases laboristas. Esta elección será también el más duro test para él y su liderazgo. Corbyn y May han decidido jugar un peligroso partido de póquer, con imprevisibles consecuencias, porque la elección volverá a ser un referéndum sobre el Brexit. (Clarín)