domingo, 16 de abril de 2017

abril 16, 2017
ESTAMBUL, 16 de abril de 2017.- El 51.20% de los turcos, contra el 48.80% - resultados oficiales - ha elegido reformar la Constitución de Turquía según la propuesta de su Presidente, Recep Tayyip Erdogan. La ventaja mínima del Sí evidencia el clima de polarización en el que está sumida Turquía.

No obstante, Erdogan ha llamado a la unidad, ha celebrado una "victoria de la nación" y ha fijado el tres de marzo de 2019, día de las primeras elecciones legislativas y presidenciales bajo el nuevo sistema de gobierno votado ayer, como la próxima meta.

Pasadas las diez de la noche locales, el jefe de Estado ha convocado a la prensa en su residencia de Tarabya, en Estambul, pasa esa hora ya rodeada por cientos de seguidores. "Quiero agradecer a todos los ciudadanos, independientemente de si han votado Sí o No", ha afirmado, huyendo de la confrontación agitada durante la campaña.

El presidente turco Erdogan celebra la victoria del Sí en el referéndum turco. (Reuters)

"Empieza una nueva era", ha enfatizado, y ha lanzado un mensaje al exterior: "Que los países respeten la decisión de nuestra gente, especialmente nuestros aliados. Que apoyen la lucha contra el terrorismo y respeten nuestras sensibilidades".

Posteriormente, Erdogan se ha dirigido triunfal a la multitud que coreaba su nombre en el exterior. "Quienes amenazan a mi nación han tenido su respuesta en las urnas", ha rugido el Presidente. "Seguiremos adelante con nuestro camino", ha proseguido, dando las gracias, particularmente, a los votos recibidos en la atribulada región del sureste, donde la guerra entre la guerrilla PKK y el ejército turco ha dejado cientos de muertos y desplazado a cientos de miles, muchos de los cuales no han podido votar hoy.

Erdogan ha comparecido en rueda de prensa y ha hecho un llamamiento a respetar los resultados del referéndum, que le dan poder absoluto de gobernar por decreto. (Reuters)

Erdogan también ha agradecido a Devlet Bahçeli, líder del islamonacionalista MHP, su apoyo parlamentario anterior para enviar la reforma a referéndum. Bahçeli ha considerado la victoria del Sí "un importante logro". También le ha felicitado el primer ministro Binali Yildirim, quien se ha dado un baño de masas desde la sede de su partido en Ankara. "Se ha respondido a las organizaciones terroristas y a quienes nos señalan desde fuera", ha proclamado. "Hemos abierto una nueva página en nuestra historia democrática", ha dicho.

La oposición impugnará el escrutinio

A esa hora, la oposición, que como en cada jornada electoral denunció pequeñas irregularidades en las urnas, ha advertido de su intención de recurrir dos tercios de ellas, dos millones y medio de votos capaces de invertir el resultado. El partido pro kurdo HDP se ha sumado a la reclamación, denunciando una posible variación de entre el tres y el cuatro por ciento de los votos.

Banderas de Turquía fueron enarboladas en las principales ciudades. (Spiegel)

Fuegos de bengala para festejar la reforma constitucional. (DPA)

Festejo de los partidarios de Erdogan. (DPA)

Opositores a la reforma constitucional se lamentan tras la victoria del Sí en Turquía. (AFP)

Un comité de la Oficina de Instituciones Democráticas y DDHH de la OSCE ha supervisado la jornada electoral. Mañana ofrecerá sus conclusiones. De los resultados se desprende que la inmensa mayoría de los seguidores del islamista gobernante AKP, fundado por Erdogan, se mantuvieron fieles a su líder.

Las provincias conservadoras del interior de Anatolia se decantaron por el Sí; los tradicionales caladeros del socialdemócrata CHP y del izquierdista kurdo HDP, la región del Egeo y el sureste del país respectivamente, se mantuvieron con el No.

Sin embargo, el No impuesto en las tres principales ciudades - Ankara, Estambul y Esmirna - y en algunas provincias donde el AKP ganó en las última generales manifiesta que la mayoría de votantes del MHP se decantaron por el No, lo que cuestiona el liderazgo de Bahçeli.La profunda división en el seno de votantes islamonacionalistas la evidenciaban Cem y Meltem, un matrimonio al que este periódico conoció a pie de urna. 

Partidarios del Sí (evet). (DPA)

Turcos esperan la transmisión de los resultados. (DPA)

Una casilla de votación. (Getty Images)

Partidarios de Erdogan saludan al "Reis". (DPA)

Erdogan se apresta a votar en el referéndum de reforma a la Constitución. (Reuters)

La jornada electoral ha transcurrido con relativa calma para un país como Turquía azotado por la violencia de ataques terroristas y la crispación de una sociedad totalmente polarizada. (CEM TURKEL/ EPA/ REX/ Shutterstock)

Una mujer acudió a votar en camilla. (AP)

"Nadie entiende la reforma. Estas elecciones son un sinsentido", se quejó ella, partidaria del No. "El Sí nos traerá una democracia mejor y un sistema más avanzado. Viviremos más libres y tranquilos", le replicó él, a lo que ella contestó: "Ya somos libres. No quiero que demos marcha atrás en el tiempo". "Ya ves...nos respetamos", resumió él, sonriente. En un país donde el voto es obligatorio, aunque no votar no se sanciona, la participación en el referéndum, que Erdogan había convertido en un plebiscito sobre él, superó el 80%.

Ya a mitad de la jornada algunas urnas, como las que visitó EL MUNDO en el distrito islamista de Fatih, registraban cerca de un 50% de participación y pequeñas colas. Votaban jóvenes, adultos y ancianos, llevados en brazos por sus allegados, y hasta enfermos, transportados en camilla por los servicios sanitarios.

"Erdogan no es un dictador. Tayyip es la Justicia. Hoy es un día de celebración no sólo para Turquía, sino para todo el mundo. Todos nos vamos a beneficiar de la victoria del sí", declaraba ufano a este periodista Bülent a las puertas del colegio electoral de Fatih, repleto de votantes, muchas de ellas con mujeres veladas. Junto a él, su compañero Ercan lo dejaba claro: "Hemos votado por nuestro 'reis'", dijo, usando una palabra nacionalista para referirse a su líder.

Miedo a votar No

Aunque en este rincón de Estambul el Sí parecía ocupar plenamente los corazones y las urnas, otros, como Yusuf, se reconocían escépticos. "En cualquier caso, vamos a perder, aunque creo que ganará el Sí. Pero no te diré mi voto", advirtió. Sus ojos, constantemente buscando posibles chivatos alrededor, denotaban la tensión de quien disiente estos días en Turquía. No fue fácil para este periodista encontrar a votantes sin temor a opinar en público, especialmente si era a favor del No. Incluso en áreas seculares.

Los motivos para el miedo se fundamentaban también en el riesgo a ataques terroristas. Medio millón de agentes veló por la seguridad. Sólo un día antes de los comicios, la Policía detuvo a 49 sospechosos de querer ensangrentar la jornada electoral, vinculados al Estado Islámico.

En el mismo día la guerrilla PKK mató a un guardaespaldas al atacar un convoy de un líder local del AKP en Van. Hoy, en la ciudad kurda de Diyarbakir, tres personas, entre ellas un padre y un hijo, murieron en una disputa política.

La mayoría de consultados en los colegios electorales confesaban desconocer la propuesta de reforma de la Constitución que se votaba. Un paquete de 18 artículos entre los que hay elevar de 550 a 600 el número de diputados, rebajar la edad de participación en el hemiciclo a 18 años y eliminar la judicatura militar. Los más importantes son los que quitan la figura del actual Primer Ministro y dotan de sus funciones al Presidente, que se convierte simultáneamente en representante del país y jefe del ejecutivo.

Con su aprobación, la próxima fecha crucial será en noviembre de 2019 - habrá elecciones cada cinco años-, cuando se prevé que se celebren, a la par, las primeras elecciones legislativas y presidenciales de la nueva era presidencialista. El Presidente electo podrá gobernar por decreto, seleccionar su gabinete, elegir a cuatro miembros del máximo órgano judicial - siete los elegirá el Congreso - y liderar un partido político, entre otras competencias. Algunas de las reformas se introducirán antes de esa fecha.

Una de las primeras personas en pronunciarse desde Europa fue la europarlamentaria Kati Piri, redactora del informe anual de progreso en el ingreso de Turquía en la UE. "Está claro que este país no puede entrar en la Unión Europea con una Constitución que no respeta la separación de poderes y no tiene rendición de cuentas", siguió. El Consejo de Europa, por su parte, instó a Turquía a "asegurar la independencia de la Justicia" y se ofreció para "apoyar al país en este proceso". (Lluís Miquel Hurtado / El Mundo / ABC)