sábado, 29 de abril de 2017

abril 29, 2017
A BORDO DEL AVIÓN PAPAL, 29 de abril de 2017.- El papa Francisco advirtió el sábado que “una buena parte de la humanidad” será destruida si aumentan las tensiones con Corea del Norte, e hizo votos para que la diplomacia y las Naciones Unidas encabecen las iniciativas en negociar una solución.

Cuando el pontífice regresaba a Roma desde Egipto le preguntaron sobre los lanzamientos de misiles balísticos de prueba que ha efectuado Corea del Norte y las advertencias de Estados Unidos acerca de las “catastróficas” consecuencias si la comunidad internacional no frena a Pyongyang.

Se le preguntó específicamente qué le diría al presidente estadounidense Donald Trump _el cual envió un portaviones a que participe en maniobras cerca de la península de Corea_, así como a otros gobernantes en un intento por apaciguar las tensiones.

Francisco respondió que les pediría que utilicen la diplomacia y la negociación “porque se trata del futuro de la humanidad”.

La entrevista con el Papa durante el vuelo de regreso de Egipto. (Reuters)

“Hoy día, una guerra de gran magnitud destruirá no una pequeña parte de la humanidad, sino una buena parte de la humanidad y la cultura. Todo. Todo, ¿o no? Sería terrible. No creo que la humanidad en la actualidad podría soportarla”, les dijo el pontífice a los reporteros.


El papa hizo sus declaraciones en momentos de alta tensión en particular: horas antes, un misil balístico norcoreano de mediano alcance al parecer falló, el tercer fracaso de Pyongyang en un mes.

El Consejo de Seguridad de la ONU efectuó el viernes una reunión ministerial sobre el creciente programa armamentista de Pyongyang. Funcionarios norcoreanos boicotearon la reunión, la cual fue presidida por el secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson.

Las Naciones Unidas prohibieron los lanzamientos de prueba de misiles balísticos de Corea del Norte porque son vistos como parte de los intentos de Pyongyang para construir un misil nuclear que pueda alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.

Francisco dijo que la ONU debe recuperar su liderazgo en la resolución de conflictos porque _dijo_ se ha “debilitado” con el paso del tiempo.

Trump envió un submarino nuclear y al superportaaviones Carl Vinson a aguas coreanas, y Corea del Norte efectuó esta semana ejercicios de gran escala y con munición real en su costa oriental.

Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron a instalar un sistema de defensa antimisiles que se supone estaría parcialmente funcional en unos días, y las armadas de ambas naciones iniciaron el sábado maniobras militares conjuntas.

Las tensiones con Corea del Norte podrían figurar durante una posible reunión entre Trump y Francisco.

La Casa Blanca dijo que se pondrá en comunicación con el Vaticano para concertar una audiencia cuando Trump viaje a Sicilia a finales de mayo para participar en la cumbre del G7.

Francisco dijo que no ha sido recibida petición alguna para una reunión con Trump, “pero doy la bienvenida a todo jefe de Estado que solicite audiencia”.

El pontífice recordó que con frecuencia ha lamentado la “guerra mundial en partes” que se está librando en varios países en todo el mundo. Ahora, señaló, esas partes están aumentando de tamaño.

“Siempre exhorto a resolver los problemas a través de la vía diplomática, a través de las negociaciones”, afirmó.

Sobre Venezuela

En Venezuela la situación está empeorando. ¿Qué se puede hacer? ¿Puede intermediar el Vaticano?

Ya hubo una intervención de la Santa Sede, siguiendo la petición de los cuatro presidentes que estaban trabajando como «facilitadores», pero la cosa no tuvo éxito porque las propuestas no fueron aceptadas o porque las diluían. Todos conocemos la difícil situación de Venezuela, un país que amo mucho. Sé que ahora están insistiendo, no sé bien dónde, creo que todavía de parte de los cuatro presidentes, para volver a lanzar esta mediación, y están buscando el lugar. Ya hay oposiciones claras, la misma oposición está dividida y el conflicto se agudiza cada día más. Estamos en movimiento. Todo lo que se pueda hacer, hay que hacerlo, con las garantías necesarias.

Yo soy ortodoxa. ¿Cuáles son las perspectivas en las relaciones con los ortodoxos rusos y también con los coptos? El reconocimiento común del Bautismo es importante… ¿Qué le parece la relación entre el Vaticano y Rusia, a la luz de la defensa de los cristianos en el Medio Oriente y en Siria?

Yo siempre he tenido una gran amistad con los ortodoxos. En Buenos Aires, cada vigilia de Navidad, iba a las Vísperas a la catedral del Patriarca ortodoxo, que ahora es arzobispo de Ucrania: dos horas 40 de oración en una lengua que no entendía. Y luego participaba en la cena de la comunidad. También los demás ortodoxos, algunas veces, cuando necesitaban ayuda legal, iban a la Curia católica. Somos Iglesias hermanas. Con el Papa copto Tawadros II tengo una amistad especial, para mí es un gran hombre de Dios, es un gran patriarca que sacará adelante a la Iglesia, sacará el nombre de Jesús adelante. Tiene un gran celo apostólico, es uno de los más «fanáticos» para encontrar la fecha fija de la Pascua. Yo también, pero él dice: «¡Luchemos, luchemos!». Cuando era obispo lejos de Egipto, iba a darle de comer a los discapacitados. La unidad del Bautismo va adelante, la culpa es una cosa histórica: en los primero concilios estaba claro, después los cristianos bautizaban a los niños en los santuarios y, cuando querían casarse, se repetía el Bautismo bajo ciertas condiciones. Comenzó con nosotros, no con ellos. Vamos por buen camino para superar esto. Los ortodoxos rusos reconocen nuestro Bautismo y yo reconozco el suyo. Con los georgianos: el Patriarca Elías II es un hombre de Dios, un místico, nosotros los católicos debemos aprender de esta tradición mística. En este viaje hicimos el encuentro ecuménico, también estaba Bartolomé, estaban los anglicanos… El ecumenismo se hace en camino con las obras de caridad, estando juntos. No existe un ecumenismo estático. Los teólogos deben estudiar, pero no es posible que esto acabe bien si no caminamos juntos, rezando juntos… Con el Patriarca ruso Kirill, relaciones buenas; también el arzobispo Hilarion ha ido varias veces a Roma, y tenemos una buena relación. Con el Estado ruso: sé que el Estado habla sobre la defensa de los cristianos en el Medio Oriente, y creo que esta es una cosa buena: hablar en contra de la persecución. Hoy hay más mártires que en el pasado. (AP / Vatican Insider)