lunes, 3 de abril de 2017

abril 03, 2017
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de abril de 2017.- Todo ocurrió muy rápido: la noticia de la boda de Javier Hernández con Lucía Villalón, luego su rompimiento -que parecía momentáneo, y luego, el destape de la nueva relación amorosa del Chicharito con Camila Sodi. A unas semanas de estos acontecimientos, la actriz de teatro, cine y televisión habló con la periodista Adela Micha sobre su breve romance con el futbolista y las causas del truene.

En entrevista para Vanity Fair, Micha y Sodi se sentaron a platicar de la percepción que tiene la gente sobre la actriz, la cual califica la misma Camila de "errónea". "La Camila Sodi que crearon los medios, no soy yo. Y me veo obligada a salir sin máscaras", aseguró la actriz.

Durante más de 22 minutos de entrevista, la joven de 30 años reiteró en muchas ocasiones que la percepción que tiene la gente sobre ella no es la correcta. De hecho, expuso que todo lo que se dice de ella en redes sociales, la han llegado a lastimar. Por eso pidió que estas ofensas terminen, no solo para ella, también para todas las mujeres, pues no quiere que sus hijos crezcan en un mundo donde existe la violencia de género.


Sobre su relación, o más bien exrelación con Javier Hernández, Sodi confesó que terminaron porque algo tan "lindo y limpio" se ensució.

"En este caso (su noviazgo) se inventaron todo un rollo. Que si él estaba todavía con la ex, y yo los separé. Cosas que ni eran verdad", le platicó la actriz a la periodista.

"¿Ya no andan?", le preguntó Adela a Camila.

"Fue demasiada presión de los medios. No pudimos. Teníamos una relación a distancia y fue demasiado; mucho escarnio, muchas cosas (malas) encima de algo muy bonito. Y por eso decidimos terminar".

Siguiendo sobre este asunto, Camila comentó que Javier es un joven muy noble y una gran persona, características que la gente ha percibido sobre él. Contrario a ella, que puede ser vista como "la bruja", como bien lo describió Micha.

Finalmente, la exesposa de Diego Luna pidió, nuevamente, que se acabe la violencia en redes sociales, pues no dejan nada buen y "deshumanizan".

Carta de Camila Sodi a Vanity Fair

 Son las 9:30 de la noche, acabo de dormir a mis hijos contándoles respectivamente una historia de dinosaurios y una más, de un lugar mágico donde crecen paletas de dulce de los árboles. Y me encuentro aquí en mi cuarto, en el silencio de la noche con una necesidad, con una urgencia por enseñarles, demostrarles que los humanos podemos y debemos vivir en armonía los unos con los otros.Que no hay (no debería haber) lugar en este mundo para la violencia en cualquiera de sus formas. Que el machismo y la misoginia no tendrían que ser aceptados tácitamente por nuestra sociedad . Que valemos todos lo mismo y tenemos los mismos derechos.

Así que decido escribir. Abrirme y exponerme con toda mi vulnerabilidad, esa que llevo guardando tras un frente de hierro, una muralla gigante que me construí sola y desde niña para que no me lastimaran todas las mentiras y cosas despectivas que se dicen de mi persona. Por eso me tachan de ¨mamona¨, ¨inaccecible¨y un montón de cosas que ahora ¨definen quién soy ¨..... Y no. No somos lo que dicen de nosotros, no somos un ¨algo¨ que la gente pueda catalogar o vender o comprar, ¡los seres humanos no somos un producto! Somos eso, seres humanos. Aprendiendo y luchando por los que amamos.

Soy orgullosamente mexicana, pero veo con dolor el terrible machismo que reina en lo más profundo de nuestra sociedad. Yo no tuve mi despertar feminista hasta hace relativamente poco tiempo, ahora que soy madre de dos niños, me voy doy cuenta de que esto tiene que cambiar.

Existe una doble moral sobre la mujer en este país en donde la madre es "santa", la virgen María es nuestra patrona y señora milagrosa . Pero si no eres la virgen o su madre, entonces caes en el único otro nicho que hay para nosotras, el de "puta", "zorrra", etc.... La cuestión es que no hay cabida para la mujer de ser una persona libre para buscar el amor. De aquí surgen los adjetivos que se nos cuelgan por romper el molde en el amor e incluso, hasta por buscar el éxito se nos insulta, cualquiera que éste sea para cada quien, porque si eres madre y no trabajas eres una floja descuidada y, si eres una mujer que elige el trabajo por encima de la familia eres una mujer "confundida y sin valores", si decides hacer las dos cosas, nunca llenarás las expectativas que hay y siempre te tacharán de hacer las cosas a medias.

Este machismo no es exclusivo de los hombres, de hecho, estoy sorprendida por la cantidad de mujeres que me tuitean las cosas más horribles como si ellas no pertenecieran al género, como si no fuéramos aliadas y quisiéramos respeto en nuestras casas, en el trabajo y en las calles. ¿Cuál es la línea. donde se empieza a deshumanizar al otro? ¿Y si es digital afecta menos?

He sentido miedo y un vacío en el estómago por cosas que publican en las redes, ya que se sienten igual que si te agredieran en vivo y en directo, pero ¿por qué lo permitimos? ¿No es un paso muy corto violentar digitalmente a alguien que insultarlo físicamente? ¿No sienten? ¿No lloran? ¿No pueden equivocarse?

Me parece que en un país donde hay feminicidios, una situación como ésta deba tomarse a la ligera. Tenemos que hablar, levantar la voz y decir basta! Desde que tenía 13 años he vivido el acoso y la violencia de ciertos medios de comunicación. Medios del corazón como les llaman, medio amarillistas, medios que sobreviven del escarnio. Me fui cerrando.

Primero, porque se me cuestionó de que si soy la copia de mi tía famosa y una total desacreditación a todo mi trabajo aún cuando yo era menor de edad.

Después, el secuestro de mi mamá. Ahí sí fue donde perdí las canicas. Yo tenía 16 años y fue lo más duro que he vivido. Las cosas más atroces que se puedan decir se dijeron, las mentiras más punzantes como cuchillos, el dolor más grande acompañado por odio y basura mediática hicieron que no sólo quisiera huir para siempre de los medios sino que hasta me fui un rato de mi país. Me cicatrizó de por vida. Luego mi matrimonio, después mi divorcio y, así podemos seguir hablando de la vida personal de una celebridad local o hablar de temas realmente relevantes en nuestro país y en el mundo y tratar de hacer algo para hacer un cambio positivo.

Hoy soy una mujer hecha y derecha y ya no tengo miedo. Me declaro vulnerable. Siempre huí. No creí en la necesidad de tener que defender mi valor como ser humano y como mujer. Pero la Camila Sodi que crearon los medios no soy yo y me siento obligada conmigo misma a salir sin máscaras o murallas de miedo para poder ser plenamente yo.

Decido hablar, por mí, pero también por mis hijos y miles de hombres y mujeres que viven el bullying, la violencia física o digital y la total tergiversación de su persona. No soy quien quieren que sea. No soy quien han retratado en sus editadas entrevistas de mala leche. Soy un ser humano que siente, que llora, que ama, que sueña, soy un ser humano con libre albedrío .Y he decidido que mi vida privada es privada, nada más. (Huffington Post / Vanity Fair)