jueves, 30 de marzo de 2017

marzo 30, 2017
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de marzo de 2017.- El sistema educativo tiene una gran deuda con los migrantes mexicanos que hayan sido deportados y repatriados de Estados Unidos, ya que no están considerados en el Nuevo Modelo Educativo del país, consideró el Senador Juan Carlos Romero Hicks.

El presidente de la Comisión del Educación de la Cámara Alta, indicó que el Nuevo Modelo Educativo solo menciona la palabra migrantes 10 veces: siete de ellas para dirigirse al tema de los hijos de jornaleros agrícolas, una vez en el preámbulo del capítulo de la inclusión, otra mención del concepto de educación migrante sin explicar más, y para hablar exclusivamente de facilidades administrativas y normativas para la revalidación e inscripción.

Durante su participación en la Asamblea General Ordinaria de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos AC (CMDH) con el tema “Educación y Migración, Escenario en la relación México- Estados Unidos”, el legislador dijo que a pesar de que la iniciativa preferente del Ejecutivo de facilitar el acceso de los “dreamers” al sistema educativo, no se ha hecho la tarea de apoyar a medio millón de mexicanos que regresan a México, de los cuales el 17% llegan a estudiar.

Senador Juan Carlos Romero Hicks.

En el evento, realizado en la Universidad la Salle, Romero Hicks señaló que el problema va más allá de los documentos, portabilidad de estudios o las cargas administrativas, tiene que ver con aprendizajes, barreras del idioma, barreras culturales, acoso escolar, entre otros.

Sin embargo, aclaró, “necesitamos un modelo especial para la mejor atención de las poblaciones migrantes, que con el cambio legal se va tener la capacidad de menores dificultades burocráticas y académicas para la revalidación de estudio”.

Se requiere, dijo, un enfoque integral que atienda la migración doméstica, la migración internacional, con todas sus facetas, migrantes en retorno, migrantes que parten (que vayan mejor preparados) tránsito o recepción de migrantes de otras naciones.

El Senador, ante estudiantes, académicos y consejeros de la CMDH, propuso intentar que los mexicanos no se vayan, pero si libremente deciden migrar que vayan mejor preparados, que hablen inglés, que conozcan sus derechos y la red consular; acompañar la carga afectiva y psicoemocional de la migración; atender la deserción y el abandono escolar de niños y jóvenes migrantes, además de reconocer y certificar sus habilidades y competencias adquiridas en su tiempo fuera del país.

El Dr. José Abel Flores Ramírez, presidente de la CMDH, mencionó que la violencia en México no puede atacarse con más violencia, de ahí que la opción educativa, y en particular, la educación en derechos humanos, se considera una de las herramientas más efectivas para la prevención y atención de las múltiples formas de violencia.

“La educación en derechos humanos transforma las interacciones sociales y los entornos permeados por los abusos de poder, la dominación, la discriminación y la violencia; fomenta el conocimiento, las capacidades y actitudes compatibles con los comportamientos respetuosos de la dignidad humana, de las libertades fundamentales, la igualdad y la paz entre las personas”, afirmó.