martes, 21 de febrero de 2017

febrero 21, 2017
CHICAGO, 21 de febrero de 2017.- Un tratamiento con testosterona no mejoró la memoria ni otras funciones mentales en hombres de edad avanzada, concluyó un importante estudio del gobierno estadounidense que cuestiona las afirmaciones de populares suplementos antienvejecimiento.

Aunque el uso de testosterona por un año pareció fortalecer huesos y reducir la anemia, mostró además indicios de empeorar enfermedades coronarias y persisten interrogantes sobre otros riesgos. Los científicos dijeron que se requieren más estudios para determinar los efectos a largo plazo, el tipo de estudio que la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA) ya les ha pedido a los productores de suplementos que realicen.


"No pienso que nadie vaya a interpretar esos resultados como indicadores de una poción mágica antienvejecimiento", dijo la coautora del Susan Ellenberg, de la Universidad de Pennsylvania.

Los resultados forman parte de cuatro últimos estudios de un proyecto de siete partes financiado mayormente por el Instituto Nacional de la Vejez de Estados Unidos, en los que participaron casi 800 hombres de 65 años o más con niveles bajos de testosterona. El objetivo era determinar si untarse el gel de testosterona en la piel una vez al día podía tratar problemas vinculados con bajos niveles de la hormona masculina, que disminuyen con la edad. La mitad de los hombres en cada grupo usaron testosterona y la otra mitad un placebo.

Resultados publicados hace un año del mismo estudio vincularon el uso de testosterona con una mejora ligera en la capacidad sexual, la fortaleza del caminar y el ánimo.

Las nuevas conclusiones:

—La testosterona no tuvo efecto en la memoria ni en la función mental, basado en exámenes realizados antes, durante y después del tratamiento a casi 500 hombres con reducción de memoria debido a la edad.

—Entre los casi 140 hombres que se sometieron a exámenes de las arterias cardiacas para ver si el uso de la hormona demoraba la progresión de ateromas, aquellos que usaron testosterona registraron una mayor acumulación de ateroma y arterias más obstruidas tras un año. Esos cambios pudieran indicar un incremento de las probabilidades de ataque cardiaco, aunque no ocurrió ninguno durante el estudio. Los hombres en ese sub estudio ya eran más vulnerables a problemas cardiacos a causa de padecimientos como enfermedades arteriales, obesidad e hipertensión.

—Entre los 200 hombres que recibieron exámenes óseos antes y después del tratamiento, aquellos tratados con testosterona registraron un incremento de la densidad ósea, especialmente en la espina dorsal, mientras que hubo cambios mínimos en el grupo que usó el placebo. La mejora fue similar a la observada con el tratamiento para osteoporosis, aunque la mayoría de los hombres en el estudio no tenían ese padecimiento.

—Entre 126 hombres con anemia, aquellos tratados con testosterona mostraron una mejora substancial. Para el final del estudio, la anemia había desaparecido en casi 60% de los hombres tratados con la hormona, comparado con 22% en el grupo con placebo.

Los resultados de los estudios fueron publicados el martes en las revistas the Journal of the American Medical Association y JAMA Internal Medicine. (AP)