domingo, 22 de enero de 2017

enero 22, 2017
José Repetto

Este fin de semana se celebró la primera edición del Festival Internacional de Cultura y Arte - El Globo en Mérida (FIGY), evento que generó opiniones encontradas por ciertas dificultades en el acceso y días que no hubo vuelos a raíz de las condiciones climatológicas.


Miles de personas, tanto meridanos como visitantes de otros estados, se dieron cita desde el viernes para disfrutar el anticipado evento, el cual por una serie de circunstancias no cumplió con las expectativas de algunas de ellas.

Aunque la gente ha sido dura con los organizadores del festival, pocos se han detenido a ver a la sede del evento: El Autódromo Yucatán.

Éste se encuentra ubicado a un costado de la Carretera Mérida-Progreso, a una distancia considerable de la capital del estado. De hecho, el FIGY fue su primer gran evento.

La primera inconformidad de muchos de los visitantes fue a raíz de las largas filas de coches para acceder al recinto. Muchos esperaron incluso por más de 2 horas y varios no lograron acceder por cuestiones de espacio. Esto se debió al hecho de que el camino de acceso al Autódromo Yucatán es sumamente angosto, de un solo carril.

Desde este punto, queda claro que la sede no estaba preparada para un evento masivo.

Posteriormente, quienes tuvieron la suerte de acceder al estacionamiento se vieron obligados a caminar varios kilómetros para llegar al evento. Comprensible descontento de los asistentes, al haber tenido que manejar una larga distancia para llegar. Otro punto en contra del Autódromo Yucatán.

Desafortunadamente por cuestiones climatológicas sólo el domingo pudieron despegar los globos. Aún así, los días que no hubo vuelos muchas personas eligieron ver el vaso medio lleno, tomarse fotos con éstos, apreciar su belleza, disfrutar los espectáculos musicales, convivir con su familia y amigos y tomar parte en un hermoso espectáculo de globos de cantoya.

Los organizadores del FIGY fueron ambiciosos, pensaron en grande y se atrevieron a llevar a la práctica un sueño. Fue un evento con mucho corazón que, con varios factores en su contra, logró ofrecer un resultado digno.

Les falló el tiempo y la logística sin duda podrá ser mejorada en futuras ediciones. De ellos dependerá si ven esto como un fracaso o un aprendizaje. Mucha gente se ha ensañado, injustamente, con personas que simplemente intentaron llenar el cielo de colores.

Sin embargo si algo expuso el evento es lo poco preparado que está el Autódromo Yucatán en sus accesos, estacionamientos, instalaciones e infraestructura para un evento de esta categoría.