viernes, 16 de diciembre de 2016

diciembre 16, 2016
ALEPO, Siria, 16 de diciembre de 2016.- Middle East Eye, el portal de información especializada en Oriente Medio, explica que los residentes en la parte sitiada de Alepo han dejado la ciudad llena de mensajes para Asad. En los muros de la parte rebelde pueden leerse poemas de amor, despedidas a los fallecidos, y una promesa que se repite: “Volveremos a casa”.

Una evacuación dramática concluyó este miércoles con 53 meses de combates ininterrumpidos en la segunda ciudad de Siria. Un día después de que el plan se pospusiera por exigencias de última hora, y tras dos actos hostiles contra quienes huían del asedio de Alepo, tres tandas de convoyes transportaron a cientos de civiles hacia zona opositora exterior a la urbe. El presidente sirio, Bashar Asad, celebró la consecuente recuperación de la localidad vaticinando un mundo diferente tras la "liberación" de Alepo.

Ámame ... lejos de la tierra de la represión, lejos de nuestra ciudad satisfecha de la muerte. Alepo en estado de sitio, el último día 12.15.2016 (Los versos son del poeta Nizar Qabbani)

Assad caerá; volveremos, si Dios quiere.

ADVERTENCIA! No destruya este centro, contiene materiales que serán de utilidad para sus hijos. Gratis de Alepo - Siria (Él es un dentista que se convirtió en maestro de escuela primaria, éste es el centro donde enseña a los niños)

Para el que compartió conmigo los días del asedio: Te amo.

Adiós, mamá.

Debajo de cada palacio caído que está enterrada una familia con sus sueños. La ha enterrado Bashar Al Assad.

La batalla por Alepo se acaba con el mayor desplazamiento forzoso en cinco años y medio de guerra en Siria. Un gran número de autobuses y ambulancias trasladaron este jueves, en tres tandas, a unos 3.000 civiles de los cerca de 5.000 civiles y combatientes que, se estima, permanecían en un pedazo de los distritos orientales alepinos. Con paso lento, los convoyes salieron del distrito de Al Amiriya hacia el oeste de Alepo, en manos alzadas, a través del derruido distrito suroccidental de Ramusa.

Una evacuación que ha vuelto a ser suspendida esta mañana por las fuerzas del régimen de Asad debido a que "los rebeldes no han cumplido con los términos del acuerdo", según ha anunciado una fuente de seguridad siria.

"Miles de familias están dejando la ciudad con todo lo que pueden transportar con ellos de las casas a las que nunca podrán regresar", tuiteó desde el corazón del infierno alepino el activista y comunicador Zouhir al Shimale. Abu Laila, un maestro casado y con una pequeña, mandó un mensaje a EL MUNDO tras salir de Alepo. "Estamos seguros, finalmente. Desafortunadamente, dejamos nuestra tierra, Alepo, la tierra donde nací", evocó entre suspiros y al borde del llanto. "Ésta es la realidad que nos toca. No sé cuál es el siguiente destino". Al Shimale dejó una pista cuando, en otro tuit, mencionó la crisis de refugiados.

Los buses se llenaron hasta los topes. Ambulancias de Cruz Roja Internacional y de la Media Luna Roja Siria -la ONU no fue incluida en las tareas de evacuación- lideraron el primer convoy. Salió a primera hora de la mañana, y su objetivo era evacuar primero a cerca de 200 heridos, más de 50 de ellos en estado crítico.

Las desavenencias diplomáticas entre Irán y Rusia, los dos pilares externos de la supervivencia de Asad, habían bloqueado la evacuación el miércoles pasado, día que terminó con nuevos choques armados. Este jueves se volvió a temer lo peor cuando, según testigos, milicianos de los grupos chiítas que Irán patrocina abrieron fuego contra el primer convoy. Mataron a una persona e hirieron a cuatro, entre ellos Bebars Meshal, conductor del vehículo y miembro del grupo de rescate Cascos Blancos. Para garantizar la seguridad de los evacuados, Rusia había diseñado un dispositivo que incluya aviones de vigilancia y soldados propios en 21 kilómetros de pasillo de seguridad.

Según varios medios, el motivo del retraso del miércoles había sido la imposición de condiciones de última hora por parte de Irán, país que inicialmente había quedado al margen del diálogo Rusia-Turquía que había forjado el pacto para las evacuaciones. Teherán exigió que, como contrapartida por las evacuaciones de Alepo, también se permitiera la evacuación de civiles residentes en Fua y Kafraya, dos poblaciones alauitas -minoría a la que pertenece Asad- asediadas desde hace meses por los opositores en la provincia de Idlib.

Al menos 29 buses y ambulancias llegaron en la tarde de este jueves a ambas localidades para evacuar a parte de los 15.000 civiles que permanecen allí hacia la provincia costera de Lataquía. Al mismo tiempo, los convoyes de opositores alcanzaban Idlib, cuya capital está mayormente en manos del grupo yihadista Frente de Conquista del Levante, vinculado a Al Qaeda. A esas horas todavía hubo tiempo para un susto más cuando, de acuerdo con la agencia semioficial turca Anadolu, cazas leales a Asad bombardearon la carretera del distrito de Rashidin, con destino Idlib, que deben recorrer los evacuados.

Turquía, país que ha respaldado a la oposición armada desde el inicio de la guerra de Siria, se encargará de acoger a las víctimas de los barrios opositores de Alepo. El viceprimer ministro turco, Veysi Kaynak, explicó este jueves desde la frontera turcosiria que su país está planeando instalar un campo de refugiados dentro de Siria -presumiblemente en Idlib- para los desplazados forzosos. Se uniría a otros ya existentes, y que han recibido a lo largo de los últimos años apoyo de ONG internacionales. No obstante, nuevos bombardeos a varias zonas de esa provincia recordaron este jueves que la guerra no se acaba tras perder Alepo, y que los opositores de Idlib siguen en la mirilla del presidente sirio.

"Lo que está ocurriendo hoy es la escritura de la Historia, redactada por cada ciudadano sirio. La redacción no empezó hoy [por este jueves], sino hace seis años, cuando la crisis y la guerra empezaron en Siria", proclamó Bashar Asad en un vídeo institucional que distribuyó por Internet. Fue su forma de recordar que la toma de Alepo, de facto al salir el último miliciano opositor, será su mayor victoria en el conflicto y un golpe psicológico para la oposición armada y civil.

Aun con este mensaje, la comunidad internacional insistió este jueves en sus llamamientos a pacificar Siria, cuya guerra ha matado a más de 400.000 personas, la mayoría a manos de los leales a Asad. El próximo 27 de diciembre, Moscú celebrará una cumbre tripartita entre Siria, Rusia e Irán para abordar el caos sirio, que sigue sin visos de finalización. (Lluís Miquel Hurtado / La Vanguardia / El Mundo)