domingo, 18 de diciembre de 2016

diciembre 18, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Los tres analistas de EEUU que más conocidos por mí son James Petras, Noam Chomsky e Immanuel Wallerstein. He leído varios libros de los tres, así como ensayos y artículos con enorme interés y confianza por lo mucho que me han ayudado. Los tres son izquierdistas que llevan muchos años viviendo en el seno del monstruo e investigando sus entrañas. Hoy me he topado con Petras en la revista Rebelión, en la que me han publicado cientos de artículos por lo menos desde hace once años. En su trabajo, que en resumen doy a conocer, hace una fuerte crítica al gobierno de Obama (2008/16) y adelanta observaciones del futuro gobierno de Trump.


Barack Obama

2. Inicia Petras resumiendo: “Durante los ocho años de su presidencia, Obama, a pesar del abrumador apoyo de los afroamericanos, aumentó la desigualdad de ingresos entre trabajadores blancos y negros, aumentó la violencia policial letal contra los afro y se multiplicaron los ataques de paramilitares blancos, incluyendo la quema de iglesias afroamericanas. Obama continuó o comenzó siete guerras y docenas de operaciones violentas clandestinas, superando a su predecesor, Bush hijo. Sus guerras provocaron la mayor cifra conjunta de africanos, árabes, asiáticos meridionales y europeos orientales desposeídos, heridos y asesinados de la historia mundial.

3. Obama transfirió 2 billones de dólares del Tesoro para rescatar dos docenas de bancos de Wall Street. Las principales corporaciones consiguieron ocultar más de 2 billones de dólares de beneficios en paraísos fiscales del extranjero. Hizo en alguna ocasión una “crítica retórica edulcorada” contra los evasores de impuestos de las grandes corporaciones mientras seguía fiscalizando a los sobrecargados trabajadores, cuyos niveles de vida no paraban de caer. ¿Cuántos millones de luchadores por la justicia social en México y el mundo nos hicimos tontas ilusiones en que las cosas cambiarían un poco en beneficio de los negros y demás trabajadores explotados y oprimidos?

4. Los militaristas corrompieron la administración Obama parecido a los belicistas Harry Truman y Winston Churchill cuando iniciaron cínicamente la Guerra Fría. Obama practicó la política de rodear a Rusia de bases militares de EEUU y la OTAN asentadas por doquier, de los nuevos satélites bálticos estadounidenses a los Balcanes, del Mediterráneo al Cáucaso. El régimen Obama financió los golpes de Estado violentos y las iniciativas sangrientas de “cambio de régimen” en Ucrania, Siria, Somalia, Libia, Honduras y Yemen, con resultados devastadores para millones de personas desplazadas y destituidas. Ningún otro señor de la guerra, pasado o presente, puede igualar la miseria y el caos sembrados por el régimen de Obama.

Donald Trump

5. Los políticos republicanos tradicionales, empresarios y ocupantes de Wall Street, inicialmente opuestos a Trump, se han subido al carro y se han lanzado a sus brazos. Trump dijo que no “encarcelará” a Hillary Clinton por sus actividades relacionadas con la Fundación de su esposo cuando estaba en el poder. En su gabinete varios del ala republicana más convencional ocupan puestos importantes, incluyendo a un vocal crítico como representante ante la ONU. El ala mayoritaria de los republicanos despreciaba a la masa electoral que apoyaba a Trump. Se ha rodeado de consejeros delegados del sector empresarial más orientado al mercado y menos militaristas que los típicos políticos del establishment demócrata y republicano.

6. También ha mantenido Trump su promesa electoral de proteger el comercio y la industria estadounidenses, favoreciendo una política comercial con Rusia y pretendiendo negociar acuerdos de comercio más ventajosos con el presidente chino. Ha anunciado el nombramiento del consejero delegado de Exxon, Rex Tillerson, como secretario de Estado, para finalizar las sanciones contra Rusia, que habrían cerrado las puertas de ese enorme mercado a las empresas y los gigantes de la energía estadounidenses. Ha apelado directamente a la masa claramente partidaria de Israel, prometiendo “hacer pedazos” el acuerdo nuclear con Irán, muy impopular entre los judíos estadounidenses e israelíes militantes. (18/XII/16)