viernes, 2 de diciembre de 2016

diciembre 02, 2016
BAMAKO, Malí, 2 de diciembre de 2016.- El presidente que lleva gobernando Gambia desde hace 22 años, Yahya Jammeh, ha perdido las elecciones presidenciales celebradas este jueves 1 de diciembre, según la Comisión Electoral que ha indicado, no sólo que el candidato único de la oposición ha ganado las elecciones, sino que Jammeh ha aceptado su derrota.

Según los resultados oficiales ofrecidos por la Comisión Electoral, Adama Barrow, presentado como candidato único por la oposición, ha ganado con un 45,6% (263.515 votos) frente a Yahya Jammeh que ha obtenido el 36,7% (212.099 votos). Un tercer candidato, Mama Kandeh, ha logrado el 17,6% restante (102.969 votos).

Al igual que ocurriera con la victoria del 'Brexit' en Reino Unido y con la de Donald Trump en Estados Unidos, cuesta creer tanto que Jammeh haya aceptado como que este minúsculo país de África occidental dirigido de manera dictatorial desde 1994 pueda cambiar de presidente. Así se encontraba este mediodía Gambia, sorprendida, al anunciarse los resultados electorales.

El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, con un Corán, habla con funcionarios en un puesto de votación en Banjul, ayer, durante la jornada electoral. (REUTERS)

Hasta ayer todo sucedía como de costumbre. Apagón de las telecomunicaciones, de Internet y de las llamadas y mensajes internacionales durante la celebración de los comicios, y ausencia de los primeros resultados que debían ser publicados en torno a las siete de la tarde del jueves. El candidato de la oposición había declarado que no aceptaría la derrota y la situación, aunque calmada, estaba tensa para aquellos que conocen las reacciones del presidente que lleva años resistiéndose a dejar el poder.

La derrota de Yahya Jammeh supone un hito histórico en un país gobernado con mano de hierro y que sólo ha sido presidido por dos mandatarios: Daouda Jawara y Yahya Jammeh, quien derrocó al primero a través de un golpe de Estado. Y es que, en este sentido, desde que en 1996 se restablecieran las elecciones siempre las ha ganado Jammeh, aunque la credibilidad de los comicios siempre ha estado por los suelos.

Simpatizantes del presidente electo de Gambia, Adama Barrow, celebran su victoria en Banjul. (REUTERS)

La coalición de la oposición, que ha reunido a siete partidos, también es histórica pues es la primera vez que se opta por dejar las diferencias a un lado y unir fuerzas para desbancar al presidente.

Nominado a la cabeza de la coalición de la oposición el pasado 8 de noviembre, Adama Barrow es un hombre de negocios de 51 años que se instaló en Londres en la década de los 2000 y que trabajó como guardia de seguridad en grandes almacenes mientras finalizaba sus estudios. En 2006 volvió a Gambia para crear su propio negocio. Barrow condena el encarcelamiento de políticos de la oposición, la ausencia de límite de mandatos presidenciales, promueve un sistema judicial independiente, así como la libertad de prensa. Asimismo, según señala la BBC, si ganaba prometió introducir un gobierno de transición de tres años compuesto por los miembros de la coalición de la oposición.

Ausencia de Derechos Humanos

Yahya Jammeh ha dirigido Gambia como si fuera su coto privado. Criticado reiteradamente por no respetar los Derechos Humanos, a lo largo de todos estos años los ataques a la prensa han sido una constante, obligando a muchos periodistas a exiliarse. Jammeh también es conocido por su odio hacia los homosexuales, a los quienes tacha de "lepra, gonorrea, bacterias y tuberculosis, todas las cuales son un peligro para la existencia de los seres humanos", así como por sus declaraciones en la que asegura curar el sida y la infertilidad.

A lo largo de este año han destacado su decisión de imponer el velo a las mujeres empleadas en las instituciones públicas tras haber proclamado el país como un "Estado Islámico" en diciembre de 2015, así como por la represión a los manifestantes en el mes de abril que dio lugar a la muerte en custodia policial de tres opositores políticos en el mes de abril.

Tras la muerte en detención de Solo Sandeng, un alto responsable de un partido de la oposición, Naciones Unidas y Amnistía Internacional pidieron una investigación para aclarar lo sucedido. En respuesta, Yahya Jammeh dijo en una entrevista en mayo a la revista 'Jeune Afrique' que: "Ban Ki Moon y Amnistía Internacional se pueden ir al infierno, ¿quiénes son ellos para exigirme eso?". Entre otras declaraciones sin tapujos señaló además que "la gente muere en detención durante los interrogatorios, es muy común. ¿Una sola persona ha muerto y quieren una investigación? Nadie me dirá qué hacer en mi país". Por otro lado, la Gambia de Jammeh desde 1995 la pena de muerte está admitida para casos de asesinato y traición y desde 2010 por posesión de cocaína o heroína.

La realidad de Gambia bajo el gobierno de Yahya Jammeh explica, además, que este país africano sea uno de los principales países africanos emisores de migrantes a Europa.

¿Nueva era?

El Gobierno de Yahya Jammeh ha sufrido varios golpes de Estado fallidos. Ocurrieron en 2000, 2006, 2009 y, el último la madrugada del 30 de diciembre de 2014, aprovechando la estancia en el extranjero del presidente que, a su llegada, hizo una caza de brujas en todo el país buscando a los responsables. Con la aceptación de Yahya Jammeh de su derrota en las elecciones, este 2 de diciembre se comenzará a escribir una nueva página en la Historia de este país africano. (María Rodríguez / El Mundo)