sábado, 17 de diciembre de 2016

diciembre 17, 2016
El mar profundo acaba de volverse un poco más espeluznante con el descubrimiento de un octópodo fantasmagórico frente a las costas del archipiélago hawaiano.

Un vehículo de operación remota de Okeanos Explorer, barco de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), captó al pálido cefalópodo mientras nadaba lentamente a unos 4.3 kilómetros de profundidad.

Michael Vecchione, zoólogo de NOAA que trabaja para el Instituto Smithsoniano, se emocionó muchísimo cuando vio aparecer el video durante la transmisión en vivo del Explorer, el cual ahora está disponible en línea para el público.

“Me di cuenta que no se parecía a lo que está documentado en la literatura científica”, informa Vecchione.

El pálido animal probablemente es una especie completamente nueva para la ciencia.
(Foto: NOAA)

Además de que, probablemente, pertenece a una nueva especie recién descubierta, el animal es inusual por otra causa: jamás se ha encontrado un octópodo (grupo de invertebrados que incluye a los pulpos) sin aletas viviendo a tal profundidad. Vecchione aclara que la mayoría de los octópodos de las profundidades, como el octópodo “Dumbo”, tienen aletas.

Aunque el equipo solo pudo obtener un video corto, el extraño animal reveló ciertas adaptaciones para vivir en las profundidades.

Para empezar, el pulpo tiene muy pocos músculos, y su consistencia es casi gelatinosa. Esto puede deberse a que hay poca comida en el mar profundo, y se necesita mucha energía para desarrollar músculos.

Es más, su aspecto espectral es consecuencia de una absoluta falta de células pigmentarias o cromatóforos, las cuales son inútiles en la oscuridad de las profundidades. Sin embargo, es posible que los ojos diminutos del animal recién descubierto sean funcionales, apunta Vecchione.

“Cuando el submarino se acercó, empezó a retroceder, tal vez reaccionando a las luces o las vibraciones del agua”, dice.

Sus ojos quizás le ayudan también a percibir animales bioluminiscentes, los cuales son comunes en las profundidades, agregó.

El octópodo fantasma demuestra que “no sabemos mucho de lo que vive en el mar profundo. Como ahora tenemos algunas oportunidades para explorar, estamos descubriendo animales inesperados”.

Y de ellos, agrega Vecchione, “los cefalópodos son los más geniales”. (Christine Dell'Amore / National Geographic)