lunes, 26 de diciembre de 2016

diciembre 26, 2016
ESTAMBUL, Turquía, 26 de diciembre de 2016.- El propietario de la cafetería del diario turco Cumhurriyet ha sido detenido por decir que no serviría té al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, según ha informado este lunes Ozgur Urfa, uno de sus abogados, a la agencia de noticias Reuters.

Senol Buran fue arrestado en su casa de Estambul a última hora del sábado después de que un policía encargado de la seguridad en Cumhurriyet denunciara que le había escuchado usar un término despectivo contra Erdogan y decir que no le serviría té.

Buran, que sostiene que tuvo un problema con este agente hace dos años, ha negado que insultara al jefe de Estado, cargo por el que puede ser condenado a hasta cuatro años de cárcel, pero ha admitido que dijo que no le atendería si visitara Cumhurriyet. 

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía.

Un juez de Estambul ha considerado que hay "fuertes sospechas" de que Buran sea responsable de dicho delito, por lo que ordenó el domingo que permanezca detenido hasta que se fije fecha para el juicio.

El Ministerio de Justicia tiene aún que ratificar la apertura del caso. Una decena de trabajadores de Cumhurriyet, incluido su editor jefe, fueron arrestados en noviembre por sus presuntos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) -considerado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la UE- y con el influyente clérigo Fetulá Gulen.

Can Dundar, el anterior editor jefe de Cumhurriyet, fue apresado el año pasado por publicar secretos de Estado que evidenciaban el apoyo de Turquía a los rebeldes sirios, algo que quedó patente en agosto con la incursión militar en el país vecino.

Cumhurriyet es uno de los pocos medios de comunicación críticos que quedan en Turquía. El Gobierno ha emprendido una purga que ha llevado al despido de 110.000 empleados públicos y a la detención de 40.000 personas por el fallido golpe de Estado del 15 de julio.

Erdogan acusa de la asonada militar a Gulen, exiliado desde hace años en Estados Unidos, y ha reclamado a la Casa Blanca su extradición. El Gobierno de Barack Obama, cuyo mandato expirará el 20 de enero, aún estudia las pruebas aportadas por Turquía. (EP)