miércoles, 2 de noviembre de 2016

noviembre 02, 2016
DAMASCO, Siria, 2 de noviembre de 2016.- El dictador sirio, Bashar al Assad, ha recibido en los últimos días a una delegación de periodistas estadounidenses y británicos en el palacio presidencial de Damasco.

El presidente Bashar al-Assad de Siria durante una entrevista con un periódico ruso el mes pasado, en una fotografía de la agencia estatal de noticias. (Sana)

En este encuentro, el sátrapa ha iniciado una campaña para convencer a las opiniones públicas occidentales de que “otra Siria es posible” bajo su mandato y que él no tiene “nada que ver” con la guerra civil que machaca su país desde hace casi seis años y que ha causado la muerte a más de 300,000 personas y la huida fuera de sus hogares a más de ocho millones, la mitad de la población de Siria.

La relativa calma de la que goza la capital en las últimas fechas ha sido aprovechada por Assad para demostrar que la vida en su país puede recuperarse, ahora que con el apoyo de Rusia ha conseguido que los rebeldes se retiren de las montañas que rodean la capital, que fue bombardeada durante meses.
Edificio derruido por un bombardeo en Siria. (Karam Al-Masri/Agence France-Presse — Getty Images)

La idea de Assad es convencer a Occidente de que erró cuando decidió apoyar a los opositores, y que el único poder legítimo es el suyo, de la mano de Vladimir Putin y de Irán. Según Assad, en su país todos los sirios podrán vivir como “ciudadanos de pleno derecho, en todos los significados de esta palabra”.

Incluso se permitió a anunciar que pretende ser presidente de su país hasta el año 2021, cuando acabe su tercer mandato, fruto de las elecciones legislativas que se convocaron el pasado mes de abril.

En su opinión, en Siria, el tejido social está “mucho mejor que antes” de la guerra, en palabras recogidas por el New York Times.

Según Assad, Estados Unidos es el causante de todos los males de su país, pues apoyó “activamente” al autodenominado Estado Islámico y a otros grupos extremistas para derrocarlo a él, y anunció que pretende denunciar por crímenes de guerra a todos los funcionarios sirios que con motivaciones políticas participaron en ese complot.

“Sólo soy un titular”, dijo Assad, “el mal presidente, el malo que está matando a los buenos”, dijo Assad el lunes por la noche en un salón con paneles de madera en el palacio. “Este relato es conocido, sólo pretende derrocarme porque este gobierno no se ajusta a los criterios de Estados Unidos“.

A pesar de que hay “miles de sirios asesinados por los terroristas”, apuntó, “nadie está hablando de crímenes de guerra” por parte de sus oponentes armados, mantuvo, en un discurso victimista a la vez que durísimo y firme. (OKDIARIO / The New York Times)