jueves, 17 de noviembre de 2016

noviembre 17, 2016
NUEVA YORK, 17 de noviembre de 2016.- En una comparecencia ante el Comité de Inteligencia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, anunció este jueves que ha enviado formalmente su carta de dimisión al presidenteBarack Obama.

"Me sentí muy bien", ha resaltado Clapper ante los congresistas del comité, que no dudaron en bromear con su jubilación y agradecer su servicio, además de preguntar seriamente por las amenazas locales e internacionales que existen tanto en el ciberespacio como en el suelo estadounidense.

Con la cuenta clara de los días que le quedan en el cargo hasta el final del mandato de Obama (64 días), el anuncio de la dimisión del cuarto director Inteligencia Nacional -que coordina la labor de más de una docena de agencias - era esperado. En varias entrevistas en los últimos meses, Clapper había manifestado su deseo de retirarse después de cinco décadas sirviendo al país, tres de ellas vinculadas a organizaciones de inteligencia.

Clapper, cuya función es coordinar el trabajo de 17 agencias de inteligencia –como la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o la Agencia de Seguridad Nacional (NSA)–, presentó su renuncia después de seis años en el cargo.

El anuncio, eso sí, se produce coincidiendo con la ronda de entrevistas que el presidente electo está realizando en la Torre Trump para la formación de su administración. Este jueves está previsto un encuentro, entre otros, con el ex secretario de Estado, Henry Kissinger. El sucesor de Clapper será propuesto por Donald Trump.

Clapper, de 75 años, asumió la responsabilidad de dirigir la Inteligencia Nacional en agosto de 2010, después de ser confirmado unánimemente por el Senado. Su mandato ha estado marcado por las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) en 2013.

Durante su comparecencia, Clapper fue preguntado por el congresista demócrata Joaquín Castro sobre las 'intrusiones' en los ordenadores del Comité Nacional Demócrata -que la comunidad de inteligencia atribuyó a Rusia-, así como por la actuación del director del FBI, James Comey, en los días previos a las elecciones. El todavía director de Inteligencia sostuvo que, a su parecer, Comey hizo lo que creía que era mejor. (Carolina Martín / El Mundo)