viernes, 4 de noviembre de 2016

noviembre 04, 2016
MADRID, España, 4 de noviembre de 2016.- Una niña de 12 años falleció el martes en el hospital Doce de Octubre de Madrid tras sufrir un coma etílico mientras participaba en un botellón durante las celebraciones de Halloween, la noche del pasado viernes. La menor ingresó en parada cardiorrespiratoria en el centro de salud de San Martín de la Vega (20,000 habitantes, a 30 kilómetros de la capital), de la que pudo ser reanimada por los sanitarios. Estuvo en coma hasta que murió.

La niña y sus amigos fueron a un descampado cercano a una nave industrial dedicada a la fruta, un lugar retirado del centro de la localidad y del lugar donde vivía con sus padres. Allí hicieron botellón (dla.rae: .coloq.Esp. Reunión al aire libre de jóvenes, ruidosa y generalmente nocturna, en la que se consumen en abundancia bebidas alcohólicas). Alrededor de las once de la noche, cayó desplomada, por lo que sus amigos la trasladaron al centro de salud, donde se personaron la Guardia Civil y la Policía Municipal. (Enlace a  Los cinco efectos devastadores del consumo de alcohol entre los adolescentes)
Una de las zonas donde los jóvenes hacen botellón en San Martín de la Vega. (ABC)

En el ambulatorio la atendieron los sanitarios que estaban de guardia, pero entró en parada cardiorrespiratoria. Los facultativos avisaron a una UVI móvil del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa), cuyos responsables iniciaron las labores de reanimación cardiopulmonar. Al final pudieron revertir la parada y la trasladaron, con pronóstico muy grave, al servicio de urgencias del Doce de Octubre, en la capital.

La menor estuvo en coma hasta el martes, cuando falleció. Su cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia para determinar las lesiones exactas causadas por el alcohol. Este jueves ha sido inhumada, tras ser velada en localidad. Un juzgado de la plaza de Castilla ha abierto diligencias previas para esclarecer lo que ha ocurrido y para determinar si se cometió algún delito. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid explicaron que no se les había requerido para hacer ninguna investigación. La Guardia Civil, a cuya demarcación corresponde San Martín de la Vega, ha iniciado las primeras averiguaciones, entre ellas recabar los datos de los que acudieron al botellón.

La menor tenía la nacionalidad polaca, aunque siempre había vivido en España. Sus padres llegaron hace 18 años y siempre habían residido en la casa que tienen en el barrio del Quiñón, en la zona sur de San Martín de la Vega. “Tenía una hermana mayor, pero no salía con ella. Cada una tenía su propio grupo de amigos. No tenemos ni idea de lo que pudo pasar”, explicó el padre.

La fallecida estudiaba en el instituto Anselmo Lorenzo de la localidad. Sus responsables meditaban este jueves si convocar cinco minutos de silencio en señal de duelo. Los vecinos de la zona donde residía explicaron que era frecuente verla por la calle jugando con otros niños y que nunca se metía en problemas. “Se juntaba con todo el mundo y solía estar en los parques infantiles que hay delante de su casa con varios amigos. Por aquí no se la vio hacer botellón ni nada similar”, afirmó un joven vecino.

“Algunos van diciendo que se bebió dos botellas de whisky o de ron, pero son meras especulaciones. Los que estuvieron con ella no han querido hablar porque están destrozados con todo lo que ha pasado”, declaró otro muchacho del barrio. Sus vecinos también señalaron que el padre tiene una empresa de construcción y de reformas y que jamás se ha metido en problemas, al igual que la madre, que también trabaja fuera de casa. 

Así lo narra J.G. Stegmann en ABC: Se llamaba Laura F. Murió el pasado martes por un coma etílico. Se reunió con sus amigos en un descampado para hacer un botellón. Tenía doce años.

Laura vivía en el Quiñón, un barrio ubicado en San Martín de la Vega, a unos 40 kilómetros al sur de Madrid. Como solía hacer todos los fines de semana, según cuenta un joven que la conocía desde el colegio, Laura y sus amigos decidieron irse de botellón el pasado viernes para celebrar la fiesta de Halloween.

«Pusieron de 8 a 15 euros por cabeza para comprar alcohol. Laura se enfadó con sus amigos, cogió una botella de ron y se la bebió entera», cuenta otra joven de San Martín de la Vega. «Fue tanto lo que bebió que se desmayó. Al principio, sus amigos se burlaban de ella y la dejaron tirada unos 40 minutos hasta que finalmente vieron que no reaccionaba». Fue en ese momento cuando dicidieron ir en busca de ayuda. Como Laura, cuentan sus amigos, era una joven muy alta y de gran contextura física no consiguieron cargar con ella.

Por eso, fueron a buscar el carro de un supermercado cercano para poder llevarla hasta el centro de salud. La menor ingresó en el centro de salud de la localidad en parada cardiorrespiratoria y fue trasladada en UVI móvil al hospital 12 de Octubre dada la gravedad de su estado, informaron fuentes de Emergencias de la Comunidad de Madrid.

Los jóvenes hicieron el botellón en un descampado muy cerca del barrio de Santa Elena. Se trata de un cerro de muy difícil acceso, y con ningún tipo de iluminación por lo que allí pueden beber escondidos de la Policía. Y de sus padres.

Hay versiones encontradas respecto al lugar donde estaban sus progenitores cuando la pequeña Laura decidió irse de fiesta de Halloween. Algunos vecinos apuntan a que no estaban en el pueblo y que Laura decidió quedarse en casa de una amiga. Otros vecinos apuntan a que sus padres jamás salieron de San Martín de la Vega. (El País / ABC)