sábado, 26 de noviembre de 2016

noviembre 26, 2016
GUADALAJARA, Jalisco, 26 de noviembre de 2016. El festejo por los 30 años de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara comenzó con una ceremonia inaugural en la que fue entregado el premio principal al escritor rumano Norman Manea, quien hizo un largo y detallado recorrido autobiográfico desde los campos de concentración donde junto a su familia fue recluido, hasta sus múltiples exilios, el principal de todos el encuentro a los 9 años con su primer libro.

El circo totalitario y la farsa comunista de Rumania, su desencanto de una juventud de “felicidad forzosa” como socialista tras el rescate que el ejército rojo hizo del dominio nazi, incluso su cercanía con México pese a la distancia geográfica, formaron parte del recorrido y añoranzas del ganador del premio FIL de Literatura en lenguas romance, que le fue entregado por el secretario de Salud, José Narro, en representación del presidente de México Enrique Peña Nieto.

El secretario de Salud, José Narro Robles, entregó el Premio FIL de Literatura en lenguas romance al escritor rumano Norman Manea durante la inauguración de la trigésima edición de la FIL Guadalajara. (Foto Arturo Campos / La Jornada)

La ceremonia comenzó con poco más de media hora de retraso debido justo a que el avión que trasladó a Narro hacia Guadalajara partió tarde de Toluca, pero tras dos horas de discurso los personajes invitados al presidium, que incluyeron a los escritores Mario Vargas Llosa y Fernando del Paso, salieron satisfechos de las evocaciones.

Una figura que todos (Vargas Llosa no) elogiaron más allá de ideologías fue la de Fidel Castro, personaje central de la historia contemporánea que falleció el viernes y sin quien, según lo afirmado, no se podría entender el mundo actual.

El presidente de la FIL, Raúl Padilla López, evocó cuando en 1987 se realizó la primera edición que calificó de modesta, pero con un objetivo muy claro en un mundo muy diferente entonces al actual, el de ser un lugar de libertad donde las ideas y la crítica se sobrepusieran a las muchas tiranías que entonces prevalecían en el mundo, en especial en América Latina.

Comparó los números de entonces, 240 casas editoriales participantes con 90 mil títulos y 182 profesionales del libro, 120 mil asistentes, contra los actuales en donde sobresale la presencia de 2 mil editoras de 40 países que traen 400 mil títulos, reúne a 21 mil profesionales y al menos 600 autores que integran el programa literario para atraer, el año pasado, a 800 mil asistentes.

La FIL se prolongará desde este sábado hasta el próximo domingo 4 de diciembre, con un programa tan diverso como complejo y multicultural. América Latina es la región invitada de honor. (La Jornada)