miércoles, 2 de noviembre de 2016

noviembre 02, 2016
WASHINGTON D.C., 2 de noviembre de 2016.- Dos agentes de policía fueron asesinados en la madrugada del miércoles en Iowa, según ha informado el Departamento de Policía de Des Moines, que atribuye las dos muertes a sendas “emboscadas” cuyo único objetivo era acabar con los agentes. Las autoridades han detenido ya al sospechoso de haber perpetrado los ataques, un hombre blanco identificado como Scott Michael Greene, de 46 años, y que reside en la ciudad.

"Scott Michael Greene está bajo custodia", dijo la policía de Des Moines en un comunicado dos horas después de haber revelado la identidad del presunto atacante.

El primero de los agentes fue hallado muerto en su vehículo cerca de la una de la madrugada en uno de los barrios más ricos de la ciudad, Urbandale. Al segundo lo encontraron herido de varios disparos en su coche, media hora después, en el centro de la localidad de Des Moines, y fue declarado muerto en el hospital. La policía local asegura que el primero de los agentes respondió a una llamada alertando de disparos en la zona y el segundo fue encontrado cuando otros agentes acudían a la zona tras recibir nuevas alertas.

Scott Michael Greene, de 46 años, quien sostiene una bandera confederada, es el principal sospechoso. (Captura de vídeo)

“Existe un peligro constante y claro para los agentes en este momento”, declaró antes de la captura en rueda de prensa el portavoz de la policía de Des Moines, Paul Parizek.

Las autoridades realizaron una búsqueda por toda la ciudad para encontrar al autor de estas muertes, que ocurrieron en un radio de apenas tres kilómetros. Los agentes lanzaron un operativo de búsqueda del sospechoso y habían alertado de que Greene iba "seguramente armado y debe ser considerado peligroso", por lo que pidieron a los ciudadanos que, en caso de verle, llamaran directamente a la policía.

“No parece que hubiera ningún tipo de interacción entre estos agentes y quien haya sido tan cobarde como para dispararles mientras estaban sentados en sus coches”, declaró Parizek. La policía local estaba elaborando desde la mañana un perfil del sospechoso, pero aún no han hecho público ninguno de estos detalles ni la identidad de los fallecidos.

La muerte de los dos agentes de Iowa se produce varios meses después de que tres policías de Baton Rouge (Luisiana) y otros siete de Dallas (Texas), fueran el objetivo de disparos, en dos ataques distintos, tras la muerte de dos jóvenes afroamericanos en dos incidentes con agentes de tráfico. Según la agencia Reuters, un total de 50 policías han fallecido en EE UU este año por armas de fuego, dos de ellos por accidente.

El portavoz de la policía de Des Moines se refirió en su comparecencia a la tensión existente en EE UU por los casos de violencia policial contra la comunidad afroamericana, la difusión de estos incidentes gracias a las grabaciones de testigos con sus teléfonos móviles y la vulnerabilidad de los agentes ante posibles ataques como el de esta madrugada.

“Todos somos conscientes del momento y la sociedad en que vivimos ahora mismo y del hecho de que un sector de la población no tiene una visión muy positiva de las fuerzas de seguridad”, dijo Parizek. “Si no proporcionamos el servicio que debemos, entonces no somos más que un ejército de ocupación. Haremos todo lo que podamos para garantizar nuestra seguridad”.

Como medida de prevención, todos los agentes de la ciudad patrullarán en parejas temporalmente. Un colegio cercano al lugar donde falleció uno de los agentes también permanecerá cerrado durante este miércoles. (Cristina F. Pereda / El País/The Des Moines Register)