viernes, 18 de noviembre de 2016

noviembre 18, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Durante todo el año los grandes empresarios se pasan ensayando ideas para hacer dinero y acumular más capital. Usando los medios de información (TV, radio, prensa escrita), muros de la ciudad, letreros, gorras, camisetas y decenas de otros medios, buscan propagar lo que venden y al mismo tiempo crear necesidades dentro el gran público. Nacimos y crecimos en pueblos humildes o en colonias y barrios pobres de las ciudades sin tener “casi nada”; pero a raíz de los medios de información que nos han creado “necesidades” falsas, competencias con el vecino y un sistema de compras por abonos, buscamos comprar todo porque sin lo que propaga la TV y la radio “nadie puede vivir” ni “nadie somos”. Me río de las gentes que dicen que no pueden vivir sin algo que jamás tuvieron ni soñaron tener.


2. En el capitalismo, un puñado de multimillonarios para dominar, tiene que joder a los trabajadores con ideas de propiedad y consumo haciéndoles creer que mientras más posean más importantes son. Acabo de escuchar que los comerciantes del “buen fin” se proponen ganar en estos tres días (19, 20 y 21 de noviembre) 64 mil millones de pesos sin incluir los “enganches” por artículos a pagar por abonos en uno o dos años con todo e intereses que estos días se han elevado. Yo estoy en edad de no comprar absolutamente nada, aunque jamás compré nada por arriba de la alimentación y mis necesidades más inmediatas porque mi ideología “proletarizada” fortalecía mis convicciones y mi moral. Hoy con un pésimo servicio del ISSSTE y la mitad del servicio de la Universidad, debo pagar el 50 por ciento de medicinas y operaciones.

3. Nunca he entendido de dónde sale el dinero que acumulan los grandes comerciantes en estas “promociones” si la gente apenas tiene para comer o, de plano, ni para ello. A veces pienso que el narcotráfico lo puede todo y la mayoría del dinero que se mueve entre empresarios es del llamado “lavado de dólares”. Pienso que mucha gente de las clases medias altas y superiores, con buenos salarios, compran, pero el otro 60 por ciento de la población, aunque quisiera por la ideología que el capitalismo le ha clavado hasta los sesos, no puede y tendrá que conformarse con artículos de segunda mano. Tengo la convicción de que el “buen fin” es un verdadero atraco que se hace al pueblo ignorante que se deja manipular por los medios de información; los enredan con deudas para pasar de un pequeño margen de libertad a la esclavitud capitalista. (18/XI/16)