domingo, 9 de octubre de 2016

octubre 09, 2016
CIUDAD DE MÉXICO / EL VATICANO, 9 de octubre.- Con una infancia en Tepic, Nayarit, donde inició su camino hacia un sacerdocio que lo llevó a convertirse en arzobispo de Tlalnepantla, el nuevo cardenal mexicano Carlos Aguiar Retes cuenta con una carrera eclesiástica multifacética. Listado de los nuevos cardenales del tercer consistorio del papa Francisco.

Este domingo, durante el rezo del Angelus en el Vaticano, el Papa Francisco anunció la lista de los 17 clérigos que el próximo 19 de noviembre elevará al rango de cardenales, entre ellos el mexicano.

Nacido el 9 de enero de 1959 en Tepic, fue alumno del seminario de esa ciudad para después proseguir sus estudios en las casas de formación de Montezuma (Estados Unidos) y de Tula (Hidalgo).

Sucesivamente consiguió la licenciatura en sagradas escrituras en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y el doctorado en teología en la Pontifica Universidad Gregoriana, también en la capital mexicana.

Ordenado sacerdote el 22 de abril de 1973, a lo largo de su ministerio fue vicario parroquial, rector del Seminario de Tepic y, al mismo tiempo, presidente de la Organización de los Seminarios Mexicanos (OSMEX) además de miembro del consejo directivo de los Seminarios Latinoamericanos.

Después ocupó el puesto de rector de la Residencia Juan XXIII para sacerdotes de la Universidad Pontificia de México y profesor de sagrada escritura en la misma casa de estudios. El 28 de mayo de 1997 fue nombrado obispo de Texcoco y recibió la ordenación episcopal el 29 de junio sucesivo.

El 5 de febrero de 2009 el Papa Benedicto XVI lo designó arzobispo metropolitano de Tlalnepantla. Desde el 2006 al 2012 se desempeñó como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, después de haber sido su secretario general del 2004 al 2006.

Cubrió diversos puestos en el Celam (Consejo Episcopal Latinoamericano): secretario general de 2000 a 2003, primer vicepresidente del 2003 al 2007 y presidente del 2011 al 2015.

En octubre de 2014 y después en octubre de 2015 el Papa Francisco lo convocó a participar a las dos asambleas del Sínodo de los Obispos sobre la familia.

En su momento, su nombre sonó para ocupar alguna importante arquidiócesis en México: primero la de Puebla, después la de Guadalajara y luego la de Monterrey. Pero en esas tres oportunidades los designados fueron otros.

Con su nombramiento, el Papa mantiene su política de no hacer caso a las llamadas "sedes cardenalicias", diócesis que por su magnitud e importancia eran consideradas en el pasado como merecedoras seguras de un obispo cardenal.

En México las tradicionales sedes cardenalicias son: Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey. Francisco ha ignorado a la ciudad regiomontana en sus últimos dos consistorios, en los cuales eligió cardenales fuera de todo pronóstico.

En febrero de 2015 el pontífice otorgó el birrete colorado a Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia (Michoacán) y en esta ocasión a Aguiar Retes, mientras el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, sigue sin acceder a esa dignidad.

Actualmente los cardenales mexicanos vivos son: El propio Suárez Inda además de Norberto Rivera Carrera, Juan Sandoval Iñiguez, José Francisco Robles Ortega y Javier Lozano Barragán.

Con la distinción del arzobispo de Tlalnepantla, México quedará con seis cardenales de los cuales cuatro son "electores", es decir menores de 80 y con derecho a ingresar en un futuro Cónclave para elegir Papa. (ntmx)