lunes, 31 de octubre de 2016

octubre 31, 2016
PETÉN, Guatemala, 31 de octubre de 2016.- Un friso de la cultura maya, considerado como el más espectacular hasta ahora visto, fue encontrado en el centro arqueológico precolombino de Holmul, ubicado en el departamento de Petén, norte de Guatemala y fronterizo con México y Belice, reveló uno de sus descubridores.

El arqueólogo guatemalteco Francisco Estrada-Belli, director del sitio de Holmul, explicó en rueda de prensa que el friso, de ocho metros de largo por dos de ancho, fue hallado en una pirámide maya que data del año 600 después de Cristo, decorada con imágenes de dioses y gobernantes y una larga inscripción.

Detalló que el hallazgo se hizo durante la búsqueda de indicios relativos a una tumba encontrada en la parte superior de un edificio del centro arqueológico maya, la cual estaba vacía.

Escaneo en 3D del friso que adorna una tumba en Holmul, mostrando a un rey que usa un tocado aviar del dios del sol que emerge de una cabeza sagrada. (Fotografía: Picasa / A Tokvinine, Universidad de Alabama)

Bajo la estructura, sin embargo, se encontró una tumba con los restos de un individuo acompañado de 28 vasijas cerámicas y una máscara de madera, con la cual se cree que pudo haber sido un gobernante o miembro de la elite de Holmul, dijo Estrada-Belli.

Las investigaciones para determinar la identidad de este personaje y las circunstancias históricas en las que vivió, dieron origen al descubrimiento del friso decorativo en el edificio asociado a la tumba, subrayó el arqueólogo, radicado en Estados Unidos.

Precisó que el friso (relieve en estucado) está en la parte del edificio rectangular, a unos 10 metros arriba de la plaza.

Estrada-Belli reveló que la composición incluye tres personajes principales que visten ricos atavíos de plumas de quetzal y de jade, sentados sobre cabezas de monstruos witz (cerro).

El personaje central se identifica como Och Chan Yopaat por los signos jeroglíficos en su tocado y en el texto debajo de su imagen. Holmul albergó en el siglo VII d.C. la llamada dinastía de las serpientes.

El experto añadió que desde la boca del monstruo central se desprenden dos serpientes emplumadas de las cuales emergen los ancestros y cerros laterales.

Enfatizó que entre ellos están las figuras de dos dioses ancianos, que le otorgan al personaje central un objeto identificado por un signo jeroglífico que ellos creen que significa "primer tamal" (ofrenda de comida).

En la parte posterior de los tres personajes está una banda de símbolos astrales conocida como "banda celestial". (EFE / The Guardian