sábado, 11 de junio de 2016

junio 11, 2016
LONDRES, 11 de junio.- La reina Isabel II y su familia celebraron este sábado el cumpleaños 90 de la monarca con un desfile, una pintoresca ceremonia militar y una aparición en el balcón del Palacio de Buckingham.

Fue un día de continuidad, patriotismo y orgullo. Multitudes ondeando banderas se reunieron en la espaciosa explanada frente al palacio para honrar a la monarca en el trono más longeva en la historia de Gran Bretaña.

El príncipe William y la hija de su esposa Kate, la princesa Charlotte, de un año, deleitaron a la multitud al realizar su primera aparición en el balcón, al posarse al lado de la reina y su esposo, el príncipe Felipe, quien cumplió 95 años el viernes.

La reina, vistiendo un atuendo en verde lima visible desde los puntos más lejanos de la saturada explanada, viajó en un carruaje tirado por caballos y a veces saludó a la muchedumbre.

Catalina y Guillermo con sus dos hijos, el príncipe Harry, la Reina Isabel II y Felipe de Edimburgo. (Más fotos en Facebook).

"Lucía adorable", dijo Joanne Forster, quien junto a su marido programó una visita de una semana, de manera que pudiera presenciar el desfile de cumpleaños.

"Es nuestra reina y nos llena de orgullo. La amamos. Ha hecho su trabajo, 100%, para la Mancomunidad y el pueblo británico. Ella simplemente sigue, sigue y sigue. No creo que alguna vez se retire".

La buena voluntad y la entusiasmo eran palpables mientras el carruaje de la reina se acercaba al palacio y su inminente llegada era anunciada por una banda militar a caballo. La ruta del desfile en el corazón del Londres ceremonial estaba llena de gente tan lejos como se podía ver.

El príncipe Carlos, heredero al trono, y su hijo el príncipe William cabalgaron por la explanada junto con la princesa Anne, la hija de la reina, una experta ecuestre.

El espléndido desfile Trooping the Color, en el que participan más de mil 500 soldados y oficiales, así como varios cientos de caballos, también incluyó un sobrevuelo de aviones históricos de la Segunda Guerra Mundial y aeronaves modernas.

La bulliciosa exhibición aérea fue una atracción principal para William Ross, un veterano del ejército, pero también quería presentarle sus respetos a la reina.

"Fui soldado para la reina durante 22 años", afirmó Ross, con 71 de edad. "Creo que ha hecho un muy buen trabajo. Ha tenido una gran cantidad de pruebas y tribulaciones. Es como un barco de guerra. Simplemente navega".

Los festejos continuarán el domingo con una gran fiesta en la calle ante el palacio.

El cumpleaños verdadero de la reina es en abril. Los festejos oficiales se celebran más tarde con la esperanza de tener buen tiempo.

Por su parte, el príncipe consorte, Felipe de Edimburgo, celebró por todo lo alto el viernes su 95 cumpleaños.

Atrás quedan sus operaciones de corazón y sus problemas con la vejiga. El príncipe de las pifias verbales piensa seguir dando guerra mientras el cuerpo aguante, como lo demuestra el hecho de que el año pasado asistió a más actos oficiales que Guillermo, Kate y Enrique juntos.

"Mi primera, segunda y última dedicación es no decepcionarle nunca a la Reina", ha reiterado estos días, como dando a entender que no bajará de marcha mientras no lo haga ella, que en abril cumplió los noventa y este domingo lo celebra por todo lo alto con 10.000 comensales en el Mall de Londres (la fiesta que no cesa, con el permiso de la lluvia).

Ahora toca ponerse muy serios y recordar que Felipe es la "roca" de la Reina, a la que sigue llamando Lilibet y con quien se casó en 1947, intuyendo tal vez que con el tiempo pasaría a la historia como el consorte de más largo recorrido de las islas británicas (en abril del 2009 superó los 57 años 70 días que ostentaba la Reina Carlota, esposa de Jorge III).

Su mala leche y su insolencia manifiesta son también dos marcas infalibles de la casa, aireada también estos días como prueba irrefutable de que aún le queda cuerda para rato. Ahí van unas cuantas "perlas"...

"¡Tira la foto de una puta vez!" (el año pasado, a un fotógrafo que se demoraba más de la cuenta para tomar la imagen oficial).

"¿Vamos a necesitar tapones en las orejas? (cuando le dijeron en el 2002 que Madonna iba a cantar "Die Another Day").

"¿Trabaja usted en un club de striptease?" (a una cadete de la Armada en uniforme, mientras pasaba revista el año pasado?)

"¿Están ustedes escapando de algo?" (a un grupo de expatriados británicos en Abu Dabi, también en el 2015).

"¿Sois todos de la misma familia?" (al grupo multiétnico de ganadores de Britain?s Got Talent, el Operación Triunfo local, en el 2009).

"Si os quedáis mucho tiempo aquí, regresaréis con los ojos rasgados" (a un grupo de estudiantes británicos de intercambio en China en 1986).

"No creo que una prostituta tenga más moral que una esposa; al fin y al cabo hacen lo mismo" (allá por 1988 y fuera de contexto).(AP / El Mundo)