jueves, 9 de junio de 2016

junio 09, 2016
WASHINGTON D.C., 9 de junio.- Bajo una creciente presión de líderes demócratas para que abandone su campaña por la candidatura presidencial, Bernie Sanders regresó el miércoles a su casa en Vermont luego de desmoralizantes derrotas ante Hillary Clinton. Él prometió luchar por una revolución política, pero mostró signos de que cederá ante lo inevitable y terminará su esfuerzo insurgente.

Para Sanders, en momentos en que a su notable búsqueda de la nominación presidencial de su partido se le agotan las siguientes escalas, la única pregunta es cuándo. Es igual de importante para él cómo mantener con vida su campaña de alguna forma, convirtiendo su recién descubierta divisa política en estrategias para cambiar al Partido Demócrata, el Senado o incluso el país mismo, en asuntos que incluyen la inequidad en los ingresos y una reforma al financiamiento de las campañas.

El senador federal Bernie Sanders, precandidato presidencial demócrata, recibe un beso de su esposa, Jane O'Meara Sanders, durante un acto de campaña en Santa Mónica, California, el martes 7 de junio de 2016. (John Locher AP Foto)

Con ese fin, el senador federal viajará el jueves a Washington para reunirse con el presidente Barack Obama y el líder de la minoría en la cámara alta, Harry Reid, y para hablar en un acto de campaña. Se espera que Obama manifieste pronto su apoyo a Clinton, quizá el mismo jueves, después de su reunión con Sanders, y Reid está preparado para dialogar con Sanders sobre la manera en que el autodenominado demócrata socialista podría hacer avanzar sus objetivos en el Senado.

Ni Clinton ni el republicano Donald Trump tenían eventos públicos el miércoles, mientras ambos se preparan para el siguiente obstáculo grande entre ellos y la Casa Blanca: cinco meses de enfrentamiento cara a cara hasta las elecciones de noviembre.

Clinton dijo a The Associated Press en una entrevista: "Pienso que es momento de que sigamos adelante y unamos al partido y determinemos cómo vamos a derrotar a Donald Trump, que es en este momento nuestro reto mayor y el más apremiante".

Respecto a Sanders, señaló: "Él ha dicho que ciertamente va a realizar todo lo que pueda para derrotar a Trump. Estoy muy deseosa de trabajar con él para hacer eso".

Antes de las reuniones del jueves, algunos colegas demócratas de Sanders estaban siendo cada vez más francos en darle un empujoncito para que disminuya el ritmo de su campaña y manifieste su apoyo a Clinton. Sin embargo, la mayoría no llegó al punto de pedirle que la abandone de inmediato.

"Dejen que él tome esa decisión. Denle tiempo", dijo el vicepresidente Joe Biden cuando se le preguntó si era el momento para que Sanders detuviera su esfuerzo. Biden estaba organizando llamadas telefónicas tanto con Sanders como con Clinton para hablar sobre la contienda antes de manifestar públicamente para quién será su apoyo.

Sanders prometió continuar su campaña hasta la última elección primaria, a realizarse el próximo martes en el Distrito de Columbia. Pero casi la mitad de su personal de campaña está siendo despedido, dijeron el miércoles dos personas con conocimiento de los planes de su oficina, quienes solicitaron no ser identificadas porque no tienen autorización de hablar públicamente al respecto.

El senador federal Bob Casey, de Pennsylvania, dijo que es el momento para que el partido se una, "entre más pronto mejor", y el senador federal Bill Nelson, de Florida, dijo que Sanders debería "renunciar". (ERICA WERNER Y JOSH LEDERMAN/ AP)