miércoles, 29 de junio de 2016

junio 29, 2016
ESTAMBUL, Turquía, 29 de junio.- Turquía ha vuelto a sufrir este martes el zarpazo del terrorismo, con un atentado en el que, según los últimos recuentos oficiales, han muerto 36 personas, además de los tres terroristas suicidas que habrían llevado a cabo el ataque en el aeropuerto Atatürk de Estambul, y 147 han resultado heridas. El principal aeródromo de la ciudad turca sirve como nodo de escalas de numerosos vuelos internacionales por lo que se teme que haya también extranjeros entre los fallecidos.

Este sería el último acto de una larga serie de acciones armadas con las que tanto los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) como los nacionalistas kurdos de varios grupos armados han provocado más de 250 muertos durante el último año en el país. Turquía, uno de los más importantes miembros de la OTAN, ha pasado de ser un oasis de paz en medio del caos de Oriente Próximo a sucumbir a las tensiones que azotan la zona.

Familiares de las víctimas.

En torno a las 22.00 (hora local, una menos en España), la policía ha identificado a dos sospechosos junto a la planta del aeropuerto desde la que se accede a la zona de llegadas de la terminal internacional. Se disponían a intentar pasar el control de seguridad que da acceso al edificio y, según explicó a EL PAÍS una fuente del Ministerio de Interior, uno de ellos abrió fuego con un kaláshnikov, a lo que los agentes respondieron con disparos para tratar de "neutralizarlos". Entonces, uno de los sospechosos activó la carga explosiva que portaba. "Se escuchó un tiroteo durante un minuto, y luego vimos como una bola de fuego", explicó uno de los testigos del atentado a la cadena CNN-Türk. Un tercer atacante detonó explosivos en el parking del aeropuerto.

El ataque desató la confusión. En un primer momento, la agencia AP elevó la cifra de muertos a 50, citando a funcionarios turcos. Posteriormente corrigió y la redujo a 31. Horas después, el primer ministro turco, Binali Yildirim, confirmó la cifra de 36 muertos, además de los tres atacantes, y 147 heridos.  Asimismo, sugirió que los primeros indicios apuntan a que el Estado Islámico estaría detrás de la masacre, aunque no ha habido ninguna reivindicación por el momento. "Según los datos más recientes, 36 personas han perdido la vida", aseguró Yildirim a los periodistas en la escena del crimen, añadiendo que "las evidencias apuntan al Daesh" (acrónimo despectivo en árabe que también se utiliza para referirse al Estado Islámico).Sin embargo, Yildirim ha puntualizado que las autoridades continúan sus esfuerzos por identificar a los atacantes, tal y como recoge el diario Hurriyet.

El primer ministro turco también ha asegurado que entre los heridos se encuentran algunos en estado grave, por lo que la cifra de víctimas mortales podría ir elevándose en las próximas horas. Según ha confirmado una fuente al diario Daily Sabah, son seis los heridos de extrema gravedad. El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, ha asegurado que al menos tres terroristas suicidas detonaron sus explosivos y Yildirim, según la agencia Reuters, ha asegurado que los agresores llegaron al aeropuerto en taxi. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado en un comunicado en el que aseguraba que " el ataque contra el aeropuerto Atatürk será el punto de inflexión para el mundo, y sobre todo para Occidente, para una batalla conjunta contra las organizaciones terroristas".

Según varias televisiones, además de las numerosas ambulancias que acudieron al lugar de los hechos, numerosos heridos fueron evacuados al cercano hospital de Bakirköy por los mismos taxistas que habitualmente esperan en el lugar a los pasajeros recién llegados a Estambul.

El Gobierno ha convocado inmediatamente una reunión de crisis con la participación de los titulares de carteras implicados en la seguridad y la lucha antiterrorista. Además, se ha ordenado el cierre de todos los accesos a la terminal, aunque en un principio los vuelos con destino a Estambul continuaron aterrizando en el aeropuerto.

Durante el último año, Turquía, un importante aliado de la OTAN, ha sufrido una oleada de atentados en Estambul y Ankara. Su autoría ha sido reclamada tanto por el ISIS, que mató a un centenar de personas en Ankara el pasado octubre y a 15 en sendos atentados en zonas turísticas de Estambul en enero y marzo, como por grupos ligados al nacionalismo kurdo como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y los Halcones para La Libertad del Kurdistán (TAK), que en febrero y marzo acabaron con la vida de casi 70 personas en dos ataques suicidas en el centro de Ankara y el pasado 7 de junio asesinaron a 11 personas en el centro turístico de Estambul, siete de ellas agentes de policía.

También después del ataque, ha habido especulaciones sobre si se trataba de una respuesta a la reciente reconciliación entre Turquía e Israel, que anunciaron esta semana su intención de restablecer relaciones diplomáticas.

Evacuación de heridos
Más de 60 millones de pasajeros pasan cada año por el aeropuerto Atatürk, que ocupa la posición número 11 del ranking mundial por pasajeros. Este aeródromo es el centro de operaciones de Turkish Airlines, una de las compañías aéreas de más rápido crecimiento de los últimos años. La entrada a la zona de pasajeros de este aeropuerto, uno de los más transitados del mundo, se encuentra sometida a controles de seguridad, con arcos detectores y escáneres.

El segundo aeropuerto de la ciudad de Estambul, el de Sabiha Gokcen, situado en la orilla asiática, ya fue atacado en diciembre de 2015, en un atentado con mortero en el que perdió la vida una mujer del personal de mantenimiento y que fue asumido por el grupo armado Halcones para La Libertad del Kurdistán. El ataque dañó varias aeronaves vacías.(Andrés Mourenza / El País / Repubblica)