domingo, 22 de mayo de 2016

mayo 22, 2016
Pedro Echeverría V.

1. En un congreso de la Coordinadora (la CNTE) en 2006 (hace 10 años) presenté una ponencia escrita proponiendo nuestra separación –éramos 300 mil- del SNTE para crear un sindicato de nuevo tipo con una dirección horizontal y revocable buscando que los maestros afiliados determinen de  manera directa sobre su organización, acciones y finanzas. En ese momento di lectura a la propuesta, no se debatió y quedó enterrado el trabajo incluso para mí. La expuse a dos, tres amigos externos y me demostraron que no sería reconocido el sindicato, que no nos entregarían las cuotas y que estaba fuera de la realidad porque el gobierno se burlaría de nosotros.

2. Jamás volví a plantear la idea, aunque he oído a algunos que hablan de esa posibilidad. Tuve en cuenta que Lenin -el dirigente Ruso, a principios de los veinte- habló contra los “sindicatitos” apoyando a los grandes sindicatos; sin embargo el nuestro no sería un “sindicatito” sino un poderoso sindicato de 500 mil afiliados y los demás que vayan afiliándose por respeto y atraídos por nuestro trabajo combativo y honrado. No estaríamos gratuitamente contra el gobierno, pero sí seríamos independientes y críticos. No seríamos burocráticos, pero atenderíamos todas las gestiones de trabajo con el mayor rigor posible.

3. Pienso que uno de los problemas por el que los maestros no se deciden a apoyar las luchas de la Coordinadora es por temor a la represión y por falta de una organización burocrática estable que les asegure la estabilidad en el empleo. Saben que los miembros de la CNTE son los profesores más honestos, más luchadores y con más años en la confrontación; pero a los profesores de base “no políticos”, les da miedo arriesgar su trabajo ante un gobierno que los amenaza, reprime y destituye. Los maestros tienen familia y ven por la seguridad de sus ingresos. La burguesía les ha garantizado siempre esa seguridad que hoy les niega y está amenazada.

4. Me imagino hoy a cuatro secretarios generales (Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero) y directivos probados en las escuelas y la calles, decidiendo sobre el trabajo sindical, educativo y político con base en todas la regiones del país con sus respectivas coordinaciones. A todos los afiliados de la CNTE luchando codo con codo con los alumnos y padres de familia para que las escuelas tengan las mejores condiciones para el estudio; buscando donaciones de libros y bibliotecas para poner a los niños y jóvenes a investigar, así como echar a la basura el simple trabajo de memorizar conocimientos inservibles. Muchas cosas pueden cambiar desde la raíz cuando la conciencia se mueve y se le pone a trabajar.

5. Poseo la convicción de que muchos miles de maestros –incluso de escuelas privadas- le entrarían a este proyecto de sindicato horizontal, totalmente independiente del gobierno, Estado, partidos, empresarios, iglesia e imperialismo. Un sindicato donde se lucharía por una gran información, educación sindical, congresos educativos y contra cualquier manipulación de las asambleas de base. Un sindicato en el que la educación de los niños estaría apoyada por la búsqueda de la solución económica de las familias pobres y miserables. Una educación en la que no haya niños simplemente sentados y pensando en la comida que no hizo.

6. Llevamos 35 años como CNTE luchando contra ese monstruo sindical  que se dice el más grande de América Latina porque recibe un millón 600 cuotas de más de 250 pesos mensuales, sumados a los millones que recibe de los gobiernos y el PRI por los enormes servicios que hace en periodos electorales. Además de los cientos de cargos políticos como diputaciones, senaduría, gubernaturas, secretarías de Estado, que han recibido los líderes espurios como pago a sus servicios de apoyo al Estado. ¿Con cuánto dinero de cuotas se han quedado los dirigentes del SNTE desde 1943 para comprar casas, autos, realizar viajes al extranjero?

7. Es urgente entrevistarse con abogados laborales de todas las corrientes, por lo menos de dos muy luchadoras jurídico/políticas de izquierda (ANAD, SUTIEMS, otros). No insistiré en esta posición porque le tengo mucho respeto a la CNTE y es ella la que en sus ANR, foros y congresos debe discutirla. Espero que los abogados vean el artículo y opone sobre las posibilidades o probabilidades de que la CNTE se transforme en la organización de un poderos sindicato de 500 mil maestros que a los pocos meses se duplique en número y en fuerza. Yo solamente opino, propongo y espero que la situación cambie radicalmente en beneficio de los trabajadores. (22/V/16)