lunes, 9 de mayo de 2016

mayo 09, 2016
MANILA, Filipinas, 9 de mayo.- Un alcalde que ha prometido matar a sospechosos criminales y acabar con el delito en seis meses parecía encaminado a convertirse en el próximo presidente de Filipinas, tras conseguir una ventaja irremontable en un conteo extraoficial de los comicios del lunes.

Rodrigo Duterte, alcalde de la sureña ciudad de Davao, se había asegurado más de 14.4 millones de votos, de acuerdo con un conteo de 87% de las casillas de votación. El más cercano de sus rivales, el ex secretario del Interior Mar Roxas, tenía 8.6 millones de votos. Los resultados finales se esperan para el martes.

"Podemos anunciarlo ahora porque la brecha es muy grande comparada con el máximo que puede conseguir el candidato en segundo lugar" del resto de los votos, dijo William Yu, del Consejo Parroquial Pastoral para Votación Responsable. El grupo está acreditado por la Comisión Electoral para realizar el "conteo rápido" extraoficial.

"A todos ustedes que andan con drogas, a ustedes, hijos del diablo, de verdad que los voy a matar".
Eso gritó el sábado Rodrigo Duterte, quien de acuerdo a los resultados preliminales es el claro ganador de la elección presidencial de Filipinas. (AP)

Una victoria de Duterte representaría un enorme cambio político en Filipinas. Comenzando como alguien fuera del sistema, Duterte aumentó su popularidad con promesas radicales de eliminar la pobreza, la corrupción y el crimen. Tiene reputación de combatir el delito en Davao durante 22 años, pero ha sido acusado de ordenar ejecuciones extrajudiciales para conseguirlo.

El sábado, el último día de la campaña, Duterte recalcó que proseguirá con su política.

"Todos ustedes que se drogan, sabandijas, de verdad los voy a matar", dijo Duterte, un ex fiscal de 71 años, en un acto de campaña. "No tengo paciencia, ni término medio: O me matan ustedes o yo los matos, idiotas".

Millones de filipinos hicieron fila bajo un sofocante calor para votar.

Cansados de la pobreza, la corrupción y los movimientos insurgentes en el interior del país, los votantes buscan un cambio radical en el gobierno y esperan que el hombre que lo lidere sea Duterte.

Durante la campaña electoral, Duterte ha salpicado sus discursos con alardes sobre su potencia sexual gracias al Viagra y bromas sobre violaciones. Pero el alcalde ha logrado sacar partido del descontento generalizado y los votantes están dispuestos a hacerse de la vista gorda ante su lenguaje grosero.

El impetuoso Duterte, que ha sido comparado con el virtual nominado republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con cerrar el Congreso y formar un gobierno revolucionario si los legisladores ponen trabas a su gobierno. Su comportamiento le ha ganado el apodo de "Duterte Harry" en referencia al personaje "Dirty Harry" (Harry el Sucio) de Clint Eastwood.

Esto ha alarmado a la clase política, que teme que Duterte eche por tierra el progreso económico que tanto costó conseguir bajo el mando del presidente saliente, Benigno Aquino III. Aquino calificó a Duterte de amenaza para la democracia y lo comparó con Adolf Hitler. (AP)