domingo, 29 de mayo de 2016

mayo 29, 2016
ATENAS, Grecia, 29 de mayo.- Si quieres visitar el Monte Athos debes presentar primero una copia de tu pasaporte a las autoridades griegas. Y si eres mujer mejor olvídate de conseguir un permiso.

El presidente ruso, Vladimir Putin, visitó el sábado este centro espiritual de la Iglesia ortodoxa griega creado en el siglo XI, para conmemorar 1.000 años de presencia de monjes ortodoxos rusos. Pero como es hombre, para él no hay ningún problema.

El Monte Athos o Monte Sagrado está situado en una península rocosa a orillas del mar Egeo que tiene unas 33,000 hectáreas y alberga 20 monasterios ortodoxos, incluyendo algunos de los más antiguos y remotos del planeta.

Putin muestra su veneración por un icono. (DPA)(Más fotos en Facebook)

Se trata probablemente del mayor lugar del mundo donde existe veda a las mujeres. Allá viven en la actualidad unos 1,400 monjes y cada día sólo se permite la visita de 100 peregrinos ortodoxos y otros 10 no ortodoxos.

Las mujeres no pueden pisar este territorio autónomo bajo soberanía griega protegido por la UNESCO, y tampoco pueden acercarse a menos de 500 metros de su orilla.

Excepción

Pero no sólo las mujeres están prohibidas. Según el doctor Graham Speake, quien escribió un libro sobre el Monte Athos, un reglamento del siglo X afirma que todos los animales que sean hembras están excluidos del lugar porque "todos daban por hecho que las mujeres no podían acceder a los monasterios".

De esa forma, Speake le cuenta a Andy Walker de la BBC, que los monjes se aseguraban de conservar el celibato. Lo que hace que el Monte Athos que sea distinto a otros lugares, eso sí, es que toda la península "es considerada un gran monasterio".

Pero hay otra razón para prohibir a las mujeres, ligada a la tradición ortodoxa del lugar.

"Se dice que la Virgen María se desvió sin querer mientras navegaba hacia Chipre y acabó en el Monte Athos. Le gustó tanto que rogó a su hijo que le cediera este territorio y él aceptó", dice Speake, quien añade que desde entonces se considera que sólo ella puede representar al género femenino allá.

La única excepción, al parecer, son los gatos.

"Hay muchos gatos allá y probablemente es bueno ya que son sirven para cazar ratones. Los monjes hacen la vista gorda a que puedan esconderse gatas entre ellos".
Los niños

También los niños en teoría tienen prohibido visitar el Monte Athos, aunque esta regla se ha suavizado con el tiempo.

Según apunta Speake, "la regla era y siempre ha sido que sólo los hombres capaces de tener barba podían visitar este sitio, por lo que los niños y eunucos estaban descartados. El temor era que una mujer se hiciera pasar como niño o eunuco para colarse dentro".

"Lo que ocurre ahora es que hay niños que puedan visitar si van acompañados de un adulto, normalmente su padre, y he visto niños de hasta 10 años de edad. Los monjes son muy indulgentes hacia ellos, de hecho les gusta tener estas visitas".

A pesar de los límites contra las mujeres, algunas han logrado colarse.
Durante la guerra civil griega, entre 1946 y 1949, el Monte Athos ofreció santuario a rebaños de campesinos, y unas mujeres y niñas formaron parte de una incursión que entró en el Monte Athos persiguiendo a los animales.

Además en 1953, una mujer griega, María Poimenidou, entró en el lugar vestida de hombre, haciendo que el estado griego aprobara una ley que prohíbe el acceso a las mujeres, so pena máxima de 12 meses en prisión.

Más recientemente, en mayo de 2008, cuatro mujeres moldavas fueron dejadas allá por traficantes de personas ucranianos. La policía las detuvo pero los monjes las perdonaron.

El Monte Athos recientemente se ha convertido en un destino muy popular entre los rusos.

Este ha sido el segundo viaje del presidente Putin a este santuario, donde visitó el monasterio ruso ortodoxo de San Pandeleimonos (San Pantaleón).

Cuando visitó el lugar en 2005, la mayoría de los peregrinos visitantes eran griegos, pero desde entonces la mitad de sus 40.000 visitantes anuales son rusos.

Visita productiva

En dos días el Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin ha conseguido concentrar la atención de los griegos con su maratoniana visita oficial. Ayer nada más llegar se entrevistó con el Presidente de la República griega Procopis Pavlópulos y su Primer Ministro Alexis Tsípras, firmó acuerdos bilaterales sobre temas culturales, educativos, agrícolas, petrolíferos y turísticos. Trató también los demás energéticos y varias posibles privatizaciones (el interés ruso está en los ferrocarriles, en el puerto de Tesalónica y en la distribución del gas natural).

Le dio tiempo a inaugurar una exposición en el Museo Bizantino en la que se mostraba por primera vez en Grecia un icono del destacado artista medieval ruso Andrei Rublev que es considerado el mejor pintor de iconos y frescos ortodoxos. Solo existen cinco obras suyas reconocidas y es un hecho extraordinario el que uno de ellos sea expuesto en el extranjero.

Tsipras durante el acto destacó que «uno de nuestros principales objetivos es mostrar nuestras raíces comunes», recordando que el 2016 es el año dedicado a Rusia por los griegos y a Grecia por los rusos. Putin por su parte destacó que Rublev se inspiró en la época de Bizancio y que espera que pronto las obras del Museo Bizantino se expongan en museos rusos.

Lo que no olvidarán los atenienses es como desde por la mañana se paralizó toda la ciudad y mas concretamente el centro, dado que los actos tenían lugar en el Palacio presidencial, en la oficina del Primer Ministro y en el Museo Bizantino, a pocas manzanas de la Plaza de la Constitución y del Parlamento. Desde el momento que Putin entró en estos edificios no se dejó pasar ni siquiera a los peatones, mientras que mas de 2.000 policías vigilaban todos los trayectos de la visita que además se retrasó.

Maltrato homosexual

Un grupo de 30 personas manifestándose contra el maltrato de los homosexuales en Rusia fue rodeado por tres grupos de policías antidisturbios y no pudieron acercarse a la comitiva oficial. Putin pasó la noche en Kavuri, una zona muy lujosa de la denominada Riviera ateniense, al borde del mar y lejos del centro de la ciudad.

En la mañana de este sábado el Presidente ruso voló a Tesalónica, la segunda ciudad mas importante del país, donde fue recibido por las autoridades. La circulación de dicha ciudad se vio también paralizada unas horas hasta que fue trasladado en coche (su impresionante limusina rusa Kortezh) a la península de Jalkidikí. Desde ahí le llevó una embarcación fueraborda al Monte Athos, el estado monástico independiente dedicado a la Virgen y dónde no puede entrar mujer alguna. Fue recibido con todos los honores y su visita, la segunda en diez años, celebra los 1.000 años de presencia monástica rusa en el Monte Athos.

Tras llegar a la capital , Kariés, en un jeep blindado y rodeado de grandes medidas de seguridad, fue recibido por las autoridades monacales y por el propio Presidente de la República. Presente, el Patriarca de Moscú y toda Rusia Cirilo I y otros cuarenta obispos rusos.

Putin destacó que en el Monte Athos se desarrolla un importante trabajo «sobre fundamentos éticos y valores morales» y subrayó la importancia del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, bajo cuya autoridad se encuentra el Monte Athos, y la Iglesia Ortodoxa griega que apoyan al estado monástico y mantienen una relación estrecha con la Iglesia Ortodoxa rusa. Y se trasladó al magnífico monasterio ruso de San Panteleón.

San Pantaleón, único monasterio ruso en Grecia

Este monasterio durante siglos fue protegido por los zares y ahora lo es de nuevo por la Iglesia Ortodoxa Rusa, siendo todos sus monjes rusos. No solo tiene una larga historia monástica, sino que tiene un importante patrimonio artístico al contar con una de las mejores bibliotecas ortodoxas con manuscritos e incunables rusos y griegos. Cuenta con una gran iglesia, 35 capillas y varias células para ermitas además de otros muchos edificios auxiliares. (BBC / Begoña Castiella / ABC España)