PUNO, Perú, 10 de mayo.- Un grupo de tenientes gobernadores retuvo y azotó al alcalde de Juli, Juan Carlos Aquino Condori, ayer en la plaza de armas de esa localidad puneña.
Juli está en la provincia de Chuchuito-Juli, región altiplánica de Puno (sudeste)
De acuerdo con fuentes de la Comuna, la mañana de ayer el alcalde, sin imaginar lo que le esperaba, estaba participando en la ceremonia de izamiento del Pabellón Nacional por el día de la madre cuando los tenientes gobernadores se acercaron y, junto con la gobernadora, le increparon por la donación de un terreno y lo quisieron llevar arrastrando al coliseo para que dé explicaciones.
La gente le reclamó a la autoridad por sus promesas de campaña, entre ellas la construcción del local comunal.
El alcalde primero se mostró reacio ante las exigencias de la población, pero al ver que lo tomaban de los brazos, volvió a prometer.
Sin embargo, la autoridad edil se negó rotundamente a que lo lleven así y, por eso, los tenientes gobernadores le dieron tres latigazos con la vara que acostumbra llevar la autoridad municipal a las ceremonias, ante la mirada de más de 100 personas que asistieron a la actividad. Luego, fue llevado al coliseo.
Ante esta situación, los abogados de la Comuna acudieron al Ministerio Público. El fiscal de prevención del delito Milton César Vega indicó a Perú21 que llegó al lugar con siete policías, pero que en ese momento el alcalde solo estaba conversando con la turba.
Añadió que el burgomaestre (alcalde) llegó a un acuerdo con los tenientes para ceder el terreno a la gobernación y que evalúa poner una denuncia en las próximas horas.
En tanto, fuentes de la comuna indicaron que lo sucedido fue consecuencia de un problema personal entre la gobernadora provincial y el burgomaestre.
El fiscal provincial de prevención del delito, Milton Vega, acompañado de la policía, intervino para rescatar a Aquino luego que fuera paseado por la plaza de armas ante el abucheo de la población.
Juan Carlos Aquino tuvo que esta vez que prometer, pero en presencia del fiscal y por escrito, la transferencia de un terreno para la edificación del centro comunal, de modo de evitar que los comuneros puedan asumir medidas más drásticas. (Iris Mariscal Herrera / Perú 21 / AFP)
