jueves, 5 de mayo de 2016

mayo 05, 2016
Carlos Loret de Mola Álvarez / Historias de reportero

Se supone que no estaba invitado a la fiesta, que no se consideraba en la carrera presidencial, pero al parecer, al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, le están funcionando los millones de spots en los que aparece.

Un error que han cometido varias empresas encuestadoras al tratar de pulsar los ánimos al interior del PAN es que preguntan a los “simpatizantes” de ese partido con base en el padrón electoral nacional, y así deducen cómo van a votar los panistas.

Esa metodología ha probado su fracaso: en la candidatura presidencial de 2006 puso a Santiago Creel por encima de Felipe Calderón, en 2012 a Creel por encima de Josefina Vázquez Mota, y en la pelea por la dirigencia nacional a Ernesto Cordero por encima de Gustavo Madero; es decir, tiende a seleccionar al personaje más conocido o popular frente al público en general, y no necesariamente a quien los panistas quieren.

En la encuesta que cito, la empresa Parametría de Francisco Abundis tomó como base el padrón de militantes panistas, es decir, el padrón interno del partido. Son los ciudadanos con derecho a votar para seleccionar a su candidato presidencial (aunque los estatutos del blanquiazul permiten otros métodos, tal es el más socorrido).

Con una muestra de mil 200 militantes activos a quienes contactaron por teléfono entre el 11 y el 14 de marzo de este año, Ricardo Anaya figura técnicamente empatado con Margarita Zavala en la carrera por la candidatura presidencial panista y muy, muy abajo quedan Rafael Moreno Valle y Gustavo Madero (sí, todavía aparece):

Margarita tiene 41%, Anaya 39%, Moreno Valle 6% y Madero 3%. Ninguno, no sabe, no contestó: 17%. Margen de error: 2.8%

Con base en lo que hemos visto en elecciones de todo tipo, los mexicanos tenemos serias dudas sobre las encuestas. Traigo ésta a colación por cuatro motivos: su contenido es noticioso, las encuestas siguen siendo tema de referencia, la empresa que la realiza es de las catalogadas como serias por la opinión pública y esta metodología de basarse en el padrón panista fue exitosa en retratar lo que terminó siendo el resultado final de la más reciente contienda interna por la dirigencia nacional con Anaya ganándole por paliza a Javier Corral. Me parece sano también transparentar que, de acuerdo con Parametría, esta encuesta fue financiada por el empresario Mauricio Sánchez.

Los estudios de opinión que se han divulgado sobre las preferencias electorales presidenciales para 2018 de la población en general marcan que entre los panistas Margarita es la mejor posicionada y por mucho. Pero esa es la pelea por la Presidencia. La pelea por la candidatura es otra arena.

En ella, Anaya tendrá que lidiar con la popularidad externa de Margarita, enfrentar las críticas por el uso personal de los spots, obtener buenos resultados en las elecciones de 2016 y 2017, convencer de que el salto de dirigente nacional a precandidato no es el abuso del árbitro que se viste de jugador y si la gana, evitar que ella se vaya de independiente.

No es poco lo que marca Anaya en las encuestas internas. Tampoco es poco el reto que tiene delante en su aspiración que, oficialmente, no la es.