sábado, 2 de abril de 2016

abril 02, 2016
Pedro Echeverría V.

1. En apenas un par de meses, los dos primeros del presente año, la deuda del sector público federal se incrementó en más de 342 mil 357.5 millones de pesos (a razón diaria de 5 mil 706 millones), con lo que en este renglón el “comprometido” gobierno federal se ha caracterizado por romper récord un día sí y el siguiente también. En dólares los adeudos suman cerca de 470 mil millones. Por si fuera poco, el costo financiero de la deuda (interna y externa) se incrementó 9.4 por ciento en el bimestre referido, es decir, cada día que transcurre se pagan más intereses y gastos asociados al débito público. Y de cereza, ayer la agencia Moody’s degradó la calificación crediticia de México (de “estable” a “negativo”) ante el “desempeño económico débil y la posibilidad de nuevas obligaciones (más deuda) por un posible apoyo del gobierno a Petróleos Mexicanos (Ver Fernández-Vega)

2. “El salario mínimo en México en 1916 (por ocho horas de trabajo) será de 73.04 pesos, un aumento de 4.2% respecto a 2015 informó (en diciembre de 2015) el presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), Basilio González Núñez. Luego de una negociación entre el sector obrero, patronal y el gobierno, se determinó que el incremento fuera de 2.94 pesos, al tomar en cuenta las condiciones económicas para 2016. El funcionario dijo que esta determinación se tomó considerando que la inflación para 2016 será de alrededor de 2%, de acuerdo con información dada a conocer este viernes por el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens”. En EEUU es de 10 dólares la hora y los trabajadores exigen que sea de 15 dólares.

3. En México existe el salario mínimo (producto de la Revolución 1910/17) desde el año 1931 cuya cantidad en dinero es decretado cada año por una comisión de gobierno. Sin embargo, pasados los primeros años, ese salario recibido como pago diario del 80 por ciento de los trabajadores, comenzó a perder poder adquisitivo y hoy, a ocho décadas de distancia, sólo sirve para que mal viva una persona, no una familia como se planteó originalmente. En México, en contraparte, no se ha puesto límite a los ingresos de empresarios y gobernantes, menos a inversionistas extranjeros, y pueden obtener las empresas y sus dueños cualquier cantidad de “ganancias”. ¿No es esto condenable por hacer crecer la desigualdad?

4. En México el salario mínimo en 2013 era de 58 a 62 pesos diarios (un dólar y medio), es decir de 1,800 peses al mes. En 2016 es de 73.04, es decir, ha subido 11 pesos en tres años, pero comparado con otros países, México ocupa los últimos lugares. Sin embargo –como es archisabido en todo México- el presidente de la República, los miembros de la Suprema Corte, los funcionarios del IFE y otras instituciones privilegiadas, reciben cantidades que –juntando salario nominal (que es el que siempre se publica) con compensaciones, prestaciones y “regalos” van de 300 mil a 600 mil pesos en un mes, que rebasan el salario mínimo más de 250 veces. Los grandes empresarios obtienen más de mil veces eso que se llama salario mínimo.

5. ¿Por qué en México no ha habido una demanda y una batalla para obligar al Ejecutivo y Legislativo a proponer un límite a los ingresos estableciendo un máximo en ellos? ¿Por qué las “reformas fiscales” que sólo aprueban impuestos que apenas tocan los ingresos máximos empresariales y de los altos gobernantes? Siempre se usa el argumento tramposo y proempresarial de que huirían los inversionistas a países donde haya menos impuestos y, con esos argumentos, esos poderosos empresarios siguen saqueando a su gusto el país, llevándose su dinero a bancos extranjeros, pagando salarios miserables y, como las golondrinas, volando cuando quieran.

6. ¿Y cuál es el pretexto de que los funcionarios mexicanos cobren 250 veces el salario mínimo, que los empresarios puedan obtener de sus negocios miles de millones de pesos, mientras el 80 por ciento de los trabajadores viven con sólo un mínimo? Si en México se decretara que ningún funcionario ganara más de 12 veces el salario mínimo como plantean los jóvenes suizos, en Europa, en EEUU, no habría tanta desesperación por ocupar un cargo gubernamental; más aún muchos se retirarían de la política beneficiando al pueblo. Entonces sí –sin ser un privilegiado en salarios, negocios, viajes y misiones especiales- se escogería la política por vocación, por deseo de servir y para aplicar los conocimientos sociológicos que se tiene; sería otra cosa.

7. En México quizá no se podría ser tan radical en exigir salarios máximos de 12 (doce) salarios mínimos del trabajador y podría ceder que sean de 24 salarios mínimos; pero aceptar que sean de 200, 250 o 300 veces es lo que se puede decir una mentada de madre. Por eso ocupar una diputación, senaduría, gubernatura, la Presidencia, un cargo en la Suprema Corte o en el IFE es sacarse la lotería mexicana o yanqui; además de otros ingresos, compensaciones, prestaciones, regalías, premios, viajes y demás. Ser empresario y funcionario en México es estar en el centro de los grandes negocios para hacerse millonario de la noche a la mañana. (1/IV/16)

Si no encontramos la unidad política en la acción, la clase dominante nos destruirá

1. Los compañeros del “Congreso Social México”, siempre muy preocupados buscando la unidad de los trabajadores en la lucha social, no han descansado en hacer reuniones y asambleas de análisis, así como en coordinación de acciones, que lleven al fortalecimiento de las batallas contra la explotación, el engaño, la opresión que ejercen los capitalistas contra los trabajadores. Han acordado realizar una intensa jornada nacional en todo el país, del 24 de abril al 1º de mayo, para exigir: a) la prórroga para la permanencia del GIEI, b) la presentación con vida de los 43 normalistas y de todos los desaparecidos por este régimen de terror, c) libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos del país, y d) la abrogación de todas las reformas estructurales.

2. Cuatro demandas básicas innegables que fácilmente podrían aglutinar a muchas organizaciones y luchadores sociales. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), desde que denunció la tramposa investigación gubernamental acerca de la desaparición de los 43 estudiantes, ha sufrido una intensa campaña en contra, de parte del gobierno, el empresariado y los medios de información, con el fin de expulsarlos del país. Ello ha intensificado la participación y elevado la conciencia de la población en la batalla por casi 18 meses exigiendo la aparición con vida de los estudiantes. Sin duda, la demanda por los 43, ha sido un despertar de la población que el gobierno y sus apoyadores han querido reprimir para enterrar y esconder.

3. Las demandas de la libertad de los presos políticos ha sido histórica y la de “abrogación de las reformas estructurales”, sólo se podrán lograrse con un gran movimiento de masas, con un paro o huelga general realmente generalizado (a) que tome aeropuertos y paralice ciudades. Sin embargo, lo que hoy nos parece difícil y casi imposible, es realizable si se logra lo que los compañeros del Congreso Social han venido madurando, esto es, hablando y coordinando con otras corrientes y grupos sociales. Recuerdo con cariño e indignación que a fines de agosto de 2014 se reunió en la Normal de Ayotzinapa el Congreso Social y a los 26 días, en septiembre, el gobierno y sus delincuentes desaparecieron a los 43 estudiantes que nos dieron de su comida en su comedor de parte de lo que les correspondía.

4. En su llamamiento los jóvenes del Congreso Social hablan de diferentes acciones políticas de fondo, tales como participar en las reuniones regionales preparatorias de la Comisión Nacional Provisional de la Asamblea Nacional Popular para el día: a) sábado 2 de abril de 2016, de la zona Norte en la ciudad de Guadalajara Jalisco, en la sede de SEPSIAPA esperando la asistencia de representaciones de Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis potosí, Michoacán, Nayarit, Jalisco, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y Colima. b) La región Sur se reunirá en las instalaciones de la Normal Rural de Mactumactza, en Tuxtla Gutiérrez Chiapas, asistirán representaciones de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Tlaxcala; c) culminando con la Asamblea Nacional Popular del 09 de Abril en la Normal de Ayotzinapa.

5. Ello permitirá enfrentar organizadamente los procesos de resistencia, como por ejemplo a) las caravanas campesinas del Frente Indígena y Campesino de México (FICAM) que recorren gran parte del territorio nacional, b) participar el 09 de Abril por la tarde en Cuautla y así mismo recibirlas por la tarde del 10 de abril en la Ciudad de México; y c) todos los sectores que hoy tenemos que enfrentar de manera conjunta, como los miles de despedidos de manera injustificada de los trabajadores de PEMEX, la defensa del sector público de salud, la amenaza del despojo de sus territorios y recursos.

6. Los compañeros del Congreso Social toman en cuenta –en primerísimo lugar- que la Coordinadora de maestros (la CNTE) se reunirá el domingo 10 de abril y definirá la fecha del Paro Magisterial, que a más tardar estallará el 1º o 15 de mayo, con rumbo a la Huelga General, convocando a un evento nacional unitario que defina y fortalezca el plan de acción para el segundo semestre del año. Donde ante la amenaza de despido de miles de trabajadores de la educación será necesaria la solidaridad en la acción, de todos los sectores, en coordinación estricta con los padres de familia para contrarrestar las amenazas del estado, sin desatender todas las demandas del pueblo mexicano, por el contrario caminar juntos.

7. Terminan su manifiesto los compañeros (que me ha hecho llegar mi amigo activista Tulio Morales) haciendo un llamado fraterno para hacer a un lado nuestras diferencias como organizaciones y militantes de izquierda, socialistas, progresistas de profesores, telefonistas, electricistas, petroleros, trabajadores de la salud, estudiantes normalistas y universitarios, jornaleros agrícolas, amas de casa, padres y madres de familia, desempleados, todos construyamos la más amplia lucha de resistencia para detener los efectos negativos de las contrarreformas estructurales impuestas por el imperio y ejecutadas por el mal gobierno. (1/IV/16)