lunes, 25 de abril de 2016

abril 25, 2016
SHANGHAI, China, 25 de abril.- Apple y su socio Pegatron han adoptado nuevas medidas para evitar que los empleados trabajen excesivas horas extra. Por primera vez permiten a un periodista occidental,  Shai Oster, el acceso, y esto es lo que encontró.

Pocos minutos después de las 9 en la vasta planta de Pegatron en las afueras de Shanghái, China, miles de trabajadores enfundados en chaquetas rosas se preparan para hacer iPhones.

Hombres y mujeres miran fijamente escáneres de rostros y pasan sus credenciales de acceso por los torniquetes de seguridad para registrar su ingreso.

Los estrictos controles de identificación están allí para garantizar que no trabajen una cantidad excesiva de horas extras. El proceso lleva menos de dos segundos.

Éste es el reino donde se fabrican los teléfonos inteligentes más rentables del mundo, parte de la bien guardada cadena de abastecimiento de Apple.

Luego de años de acusaciones de que los empleados de China eran obligados a trabajar largas y extenuantes horas, Pegatron y Apple adoptaron nuevos procedimientos para impedir que los ensambladores del iPhone acumularan un número excesivo de horas extras.

Enlace a álbum en Facebook.

Las empresas están ansiosas de mostrar cómo funciona el sistema, y por primera vez le han concedido a un periodista occidental acceso a su santuario interno.

John Sheu, conocido en la fábrica como Big John, o el Intendente, le está dando un recorrido a un reportero de Bloomberg. Él es el director general de la planta de Pegatron, donde hasta 50 mil personas ensamblan iPhones.

Su tarea es asegurarse de que se emplee más tiempo haciendo teléfonos que desperdiciando el tiempo en distracciones improductivas, como pasar lista y controlar identidades.

“Cada segundo cuenta”, dice Big John.

Accidentes y suicidios

Luego de pasar a través de detectores de metales para localizar dispositivos equipados con cámaras que podrían usarse para filtrar imágenes de productos nuevos aún no salidos al mercado, los trabajadores siguen flechas dibujadas en el piso y carteles inspiradores fijados a las paredes.

Los trabajadores trepan una escalera provista de malla de seguridad en el hueco central para prevenir accidentes (o intentos de suicidio). Ante una fila de armarios, se cubren el cabello con redecillas azules y cambian sus zapatos por ojotas limpias de plástico.

A las 9:20, las unidades de producción de 320 trabajadores cada una se distribuye con precisión militar en cuatro filas a la espera de que se pase lista.

“¡Buenos días!”, gritan al unísono bajo la mirada atenta del Intendente, al que se unen los supervisores del turno sosteniendo iPads cruzados de cinta adhesiva negra. Estos escanean a los trabajadores.

Seis minutos más tarde, en el área de producción, hombres y mujeres están ensamblando teléfonos inteligentes que pasan sobre las cintas transportadoras.

El día de la visita, uno de los trabajadores estaba ausente por enfermedad, así que el jefe de turno ajustó rápidamente la fila para asegurarse de que no se perdiera producción.

La fábrica de iPhones

La fábrica, situada en la esquina de las calles Xiu Yan y Shen Jiang, es una de las más secretas en la médula de la producción de iPhones y cubre un área igual a casi 90 campos de fútbol americano.

En el centro hay una plaza con estaciones de bomberos y de policía y un correo. Hay autobuses para el transporte de los trabajadores, grandes cafeterías, jardines y estanques con peces. Los edificios de cemento en tonos grises y marrones evocan la arquitectura china tradicional.

“El hecho de que hayan dejado entrar a un periodista muestra que están respondiendo a presiones externas y  que tratan de ser más transparentes (al menos de manera superficial intentan arreglar algo)“, dijo Jenny Chan, profesora del Kellogg College de Oxford.

“Pero todavía no nos han dicho algo más sobre cómo gestionan el negocio y todo el sistema laboral”, añadió.

Baja paga

En su interior, la fábrica aún esconde un secreto, según China Labor Watch. El salario básico es tan bajo que los trabajadores necesitan las horas extras para llegar a fin de mes, dice este grupo de defensa laboral.

Mil 261 recibos de pago de la fábrica de Pegatron en Shanghái de septiembre a octubre de 2015 demuestran que el número de horas extras es excesivo, añade el grupo.

Pegatron, formada por una escisión de Asustek, es el mayor fabricante de electrónica por contrato después de Foxconn, según Bloomberg Intelligence.

Pegatron replicó que el grupo contó mal porque el periodo incluyó feriados nacionales, cuando la paga es tres veces superior a la normal. Apple y Pegatron dicen que nunca fueron contactadas por China Labor Watch, que a su vez dijo que se comunicó con Apple, pero jamás obtuvo una respuesta.

Desde marzo, el grupo dijo haber reunido 441 recibos de pago adicionales, los cuales señalan que el número de horas extras sigue siendo excesivo.

80 horas por mes

Pegatron dice que se adhiere a las orientaciones de la Electronic Industry Citizenship Coalition, la cual pone el límite a la cantidad de tiempo extra en aproximadamente 80 horas por mes.

Apple dijo que sus proveedores cumplen con el código de conducta del grupo del sector, en tanto Pegatron dijo que ella misma y otros fabricantes están exentos del máximo estatal chino de 36 horas extras mensuales

Para Tim Cook, el máximo responsable ejecutivo de Apple, el escrutinio es un desafío directo a la cuidadosamente armada cadena global de abastecimiento que él construyó como jefe de operaciones bajo el mando del desaparecido Steve Jobs.

El fabricante de iPhones dijo que realizó 640 auditorías que cubrieron 1.6 millones de trabajadores en 2015.

En 2013, Apple envió a expertos médicos para que investigaran una serie de muertes de trabajadores en Pegatron. Un joven de 15 años murió de neumonía y la causa de la muerte de otros trabajadores no se reveló. Apple dijo no haber encontrado una relación con las condiciones de trabajo.

Por ello Pegatron adoptó el nuevo sistema de identificación, con credenciales vinculadas a una base de datos que rastrea el tiempo, los salarios y hasta los gastos en tarifas de alojamiento y almuerzo.

El arreglo contribuyó a llevar el cumplimiento de la reglamentación sobre tiempo extra a casi 100 por ciento, dijo Pegatron, con solo un puñado de excepciones surgidas porque algunos ingenieros trabajaron en reparaciones de emergencia.

En su última auditoría, Apple dijo que los proveedores cumplieron con la norma de una semana laboral de 60 horas en una proporción de 97 por ciento en 2015, un 5 por ciento más que el año anterior.

El sistema que Sheu, el Intendente, ayudó a diseñar, vincula los torniquetes de seguridad con los iPads con los que se toma lista y la credencial de identificación de cada trabajador, y envía a los gerentes alertas automáticos si los trabajadores se aproximan al límite de 60 horas o han ingresado seis días seguidos.

Si un empleado intenta sobrepasar el límite, el sistema le bloquea la entrada en forma automática, dijeron ejecutivos y trabajadores.

Otra vez en la cafetería, un grupo de mujeres se apresura a terminar su almuerzo antes de la finalización de la pausa autorizada de 50 minutos. Provienen de toda China, desde Sichuan en el oeste hasta Shandong en el noreste. Ninguna ha estado aquí más de unos pocos meses.

“Esto es relajado, comparado con otras fábricas”, dijo Xu Na, de 30 años, que siguió a su hermano menor para trabajar en la planta. “Nunca trabajamos más de 60 horas”. (El Financiero / Bloomberg)