viernes, 29 de abril de 2016

abril 29, 2016
WASHINGTON D.C., 29 de abril.- El bombardeo a un hospital de Médicos sin Fronteras en la ciudad afgana de Kunduz el año pasado se debió a una serie de errores y debe ser castigado, pero no puede ser considerado como un crimen de guerra, dijo este viernes el Pentágono.

Por estas acciones el Departamento de Defensa ha disciplinado a 16 militares, pero ninguno enfrentará cargos criminales, agregó.

En una conferencia de prensa el general Joseph Votel, jefe del Comando Central (Centcom) de las Fuerzas Armadas estadounidenses, explicó que en el ataque lanzado el 3 de octubre de 2015 la tripulación del avión AC-130 no disponía de una lista de sitios protegidos en la región de Kunduz.

Profesionales de MSF tratan a víctimas afganas de un ataque talibán en el hospital de Kunduz afectado por el bombardeo. (MSF)

"La investigación ha concluido que algunos miembros del personal (militar) no respetaron las reglas de combate y el derecho que rige los conflictos armados. Por el contrario no se concluyó que estos errores sean un crimen de guerra", señaló Votel.

"El término de crimen de guerra se reserva a los actos intencionales que buscan de manera deliberada convertir en blanco de los ataques a civiles, lugares u objetos protegidos", indicó el jefe del Centcom.

La aeronave equivocadamente dirigió su ataque contra el centro médico donde eran atendidos pacientes con traumas lo que provocó unos 40 muertos entre pacientes, familiares y personal.

La incursión aérea sobre el hospital que se prolongó por casi una hora se produjo en el marco del apoyo estadounidense a las tropas afganas para recuperar Kunduz de manos de los talibanes.

Médicos sin Fronteras, que ha pedido la apertura de una investigación internacional, rechaza la versión estadounidense y señala que el ataque es fruto de "una importante negligencia de las tropas estadounidenses y viola el derecho de guerra". (AFP / El País)