jueves, 28 de abril de 2016

abril 28, 2016
BARCELONA, España, 28 de abril.- El hospital Al Quds, en Alepo, fue bombardeado anoche por la aviación del régimen de Bashar el Asad. El ataque causó al menos 30 muertos, según la defensa civil siria, conocida como los Cascos Blancos. La organización MSF, que rige el hospital, habla de 27 muertos en su último balance.

Una de las víctimas, señaló la cadena Al Yazira, fue el doctor Wassem Maaz, de 44 años, uno de los últimos pediatras que quedaban en el sector de la ciudad en manos de las milicias rebeldes. Otras fuentes hablaban de 50 muertos, entre ellos 13 mujeres y 15 niños.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó la muerte del médico y la de dos guardas del centro médico, mientras que los Cascos Blancos identificaron a un dentista, el doctor Ahmad Abu al Yaman, y cinco miembros de una familia, entre ellos dos niños.

Un bebé es rescatado con vida en el hospital Al Quds (Abdalrhman Ismail / Reuters)

El hospital Al Quds está apoyado por Médicos Sin Fronteras. La misión de MSF en Siria informó de que sufrió un impacto directo y el servicio de Urgencias y la Unidad de Cuidados Intensivos quedaron destruidos. El hospital trabajaban 8 médicos (tres habrían muerto) y 28 enfermeras, y era un centro de referencia en pediatría, señaló MSF.

La organización humanitaria lleva a cabo una campaña, #notatarget, #NoSonUnObjetivo, para insistir al Consejo de Seguridad de la ONU en que los centros médicos deben ser especialmente protegidos en una guerra. El presidente de MSF España, José Antonio Bastos, ha señalado que “en el 2015 se registraron bombardeos aéreos y/o terrestres contra 75 hospitales de MSF o apoyados por nosotros, la mayoría en Siria”.

Physicians for Human Rights (Médicos por los Derechos Humanos) señala en su último informe de abril que el cese de hostilidades supuestamente iniciado el 27 de febrero tuvo efectos muy breves. En las dos últimas semanas de marzo, la oenegé documentó el bombardeo de un hospital en Yamadiya (provincia de Latakia) el 31 de marzo, que tuvo que ser evacuado, y la muerte de cuatro personas dedicadas a labores médicas, entre ellas una enfermera que recibió un disparo de milicianos rebeldes.

En cinco años de guerra, Physicians for Human Rights ha registrado 359 ataques a 256 centros médicos y 730 muertos entre el personal sanitario. Más del 90% de estos ataques fueron perpetrados por fuerzas de Damasco y sus aliados.

Otros dos barrios de Alepo, Bani Zaid y Rashidin, además del de Al Sukkary, donde se encuentra el hospital, fueron bombardeados ayer, uno con cohetes y otro con barriles de explosivos arrojados desde helicópteros, según France Presse. Sobre la autoría del ataque al hospital, el OSDH se limitó a decir que fue la aviación “del régimen”, mientras que la agencia turca Anadolu afirmó, sin aportar detalles, que se trató de un avión ruso.

En el norte de la ciudad, bajo control gubernamental, la artillería rebelde causó al menos 14 muertos hoy, entre ellos dos niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La escalada en Alepo, a pesar de la tregua, ha causado 107 muertos en seis días, 33 de ellos niños, según el OSDH. Tan solo el martes al menos 35 personas 8 de ellas niños, murieron en Alepo. El mediador de la ONU, Staffan de Mistura, ofreció desde Ginebra otra evaluación: cada 13 minutos una personas resulta herida y cada 25 minutos, muerta en Siria.

El motivo de dicha escalada no es otro que la pretensión del régimen de Damasco de lanzar una ofensiva definitiva sobre la ciudad, que está ya practicamente rodeada. Según algunos analistas, la reconquista de Alepo era el paso lógico a dar tras la expulsión del Estado Islámico de Palmira. Los yihadistas del EI no quienes han mantenido hasta ahora la posición en el sector rebelde de la ciudad, sino una amalgama de milicias rebeldes. La ofensiva de Alepo debería producirse en los próximos días y, según el diario progubernamental Al Watan será una “batalla decisiva”.

Al menos 53 personas murieron este jueves por los bombardeos aéreos y de artillería en la ciudad siria de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De esos fallecidos, al menos 31 civiles, entre ellos tres menores, perdieron la vida por ataques aéreos de aviones de guerra, de origen desconocido, en los barrios de Bustan al Qasr, Al Kalasa, Al Sukari, Qadi Askari, Al Marya y Al Harabla, en manos de grupos armados opositores. Por otro lado, otras 22 personas, de las que dos eran niños, perecieron por el impacto de cohetes disparados por facciones islámicas contra áreas bajo el control del régimen, como los distritos de Al Midan, Al Mashriqa, Ashrafie y la plaza de Saadalá al Yaburi, donde también hubo 53 heridos. Según el OSDH, son más de 200 los civiles que han muerto en una semana.

Staffan De Mistura ha dicho en Ginebra esta mañana que el cese de hostilidades “debe ser reforzado” (sic) antes de que pueda emprenderse una nueva ronda de conversaciones. El responsable humanitario, Jan Egeland, ha dicho por su parte que si los ataques continúan no será posible llevar a cabo un ambicioso plan para llevar ayuda humanitaria a 35 localidades sitiadas o de difícil acceso. El bombardeo de hospitales constituye “una crisis dentro de una crisis”, dijo.

 EE.UU. acusa a El Asad y pide a Rusia que utilice su influencia

El enviado especial de Naciones Unidas a Siria, Staffan de Mistura, ha descartado que el bombardeo lanzado a última hora del miércoles contra un hospital de Alepo fuera un “error” y ha sostenido que se trata de un crimen de guerra, aunque no se ha aventurado a señalar la autoría. En una entrevista concedida este jueves a la cadena Al Hadath, vinculada a Al Arabiya, el diplomático europeo ha indicado que el ataque aéreo al Hospital de Al Quds “parece deliberado”, descartando por completo que pueda tratarse de un “error”.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo que todo apunta a que el régimen sirio de Bashar el Asad perpetró el bombardeo y pidió a Rusia que asuma su “urgente responsabilidad” de presionar a su aliado para que deje de violar la tregua. “Estamos indignados por los ataques de ayer en Alepo al hospital de Al Quds, apoyado tanto por Médicos sin Fronteras como por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que mataron a docenas de personas, incluidos niños, pacientes y personal médico”, afirmó Kerry en un comunicado.

Rusia ha asegurado este jueves que sus aviones no han bombardeado el hospital de Alepo, al tiempo que ha revelado que la única incursión aérea en la ciudad siria la noche del miércoles, cuando tuvo lugar el ataque, fue de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. “Durante los últimos días los aviones de las Fuerzas Aéreas de Rusia no han realizado vuelos cerca de Alepo”, ha sostenido el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashénkov, según informa la agencia de noticias Sputnik.

En un ejercicio de cinismo, el Gobierno sirio exigió este jueves a la Secretaría General de la ONU y al Consejo de Seguridad que condenen los “ataques terroristas” en Alepo (norte) y otras partes del país y adopten medidas contra los Estados que respaldan el terrorismo. Así lo exigió el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores en dos cartas dirigidas a ambos organismos de la ONU para denunciar los “crímenes terroristas que tienen como objetivo de forma flagrante a los civiles”.

Las autoridades de Damasco recordaron que organizaciones armadas terroristas han atacado barrios de Alepo y de otras localidades, como Idleb, con cohetes, bombonas de gas y proyectiles de mortero, donde han ocasionado la muerte de dieciséis civiles y heridas a más de cien, la mayoría mujeres y menores de edad. El ministerio afirmó que “el enorme apoyo prestado por Turquía, Arabia Saudí, Qatar y otros países al Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda), el Ejército del Islam, el Ejército Libre Sirio, los Libres de Sham y otros grupos terroristas es el motivo de estos ataques continuos”. (La Vanguardia)