viernes, 29 de abril de 2016

abril 29, 2016
SANAHCAT, Yucatán, 29 de abril.- La familia Poot Balam, oriunda de Sanahcat, fue víctima este fin de semana de una de las experiencias más violentas y agresivas que se han desatado en el pueblo motivadas por actitudes de prepotencia, violencia e incluso amenazas por parte de la Policía Municipal Coordinada que comanda Lizandro Moo Moo.

Imagen de uno de los jóvenes presuntamente violentado por la policía.

Después de desatarse una riña entre dos grupos de jóvenes, alrededor de las 5 am, los policías comandados por Lizandro Moo persiguieron por todo el pueblo a un único grupo, a dos de ellos que son hermanos, quienes se escondieron en su casa y al salir en defensa sus papás para que se les explique el motivo de la persecución, se les  golpeó y se les aprehendió de forma violenta por elementos de la policía municipal.

Los jóvenes se escondieron en casa mientras eran testigos de cómo su papá era aprehendido sin razón alguna. Minutos más tarde, la policía irrumpió sin orden alguna de cateo a patadas y lanzando gases lacrimógenos que afectaron a otras menores dentro de la casa. La situación subió de tono cuando un joven resultó afectado por los gases lacrimógenos y cayó lastimado, los policías no quisieron aprehenderlo ni ayudarlo por miedo a que estuviera muerto.

Para presionar a los jóvenes para que salieran nuevamente, los elementos arrojaron gases y amenazaron a punta de armas con expresiones entre las cuales los vecinos constan que señalaron que de no salir, iban a matar incluso a los jóvenes. Ya en medio de la crisis, los gritos y los gases, los jóvenes fueron entregados por su familia a cambio de que paren los gases, que ya habían lastimado a menores de 3 años; ante esto, frente a sus familiares fueron golpeados por el mismo comandante Lizandro Moo y forzados a subir a camionetas separadas.

Los jóvenes fueron trasladados a municipios cercanos, entre ellos Hocabá, y en cada trayecto fueron golpeados brutalmente, de regreso a la comandancia de Sanahcat fueron golpeados frente a su papá, que estaba apresado. Los jóvenes señalan que les sustrajeron celular y dinero, así como que fueron desnudados y obligados a ponerse en posiciones que facilitaron que fueran golpeados en partes vulnerables. Los jóvenes fueron valorados en Izamal por la gente de la Fiscalía, donde se exhibe que sufrieron claras muestras de abusos y de golpes; sin embargo, no se pudo entablar nada contra la policía coordinada.

Los familiares exigen que se respeten las garantías y que casos como éste queden expuestos, ya que la policía, en especial en el interior del Estado, golpea con abusos y con uso desmedido de su autoridad a gente inocente.

Los familiares de las víctimas se pusieron en contacto con el Alcalde de Sanahcat, José Javier Moo Ek, quien negó tener conocimiento de los hechos ocurridos: la golpiza, el encierro injustificado de los papás, de todo esto ocurrido el domingo antes del mediodía el Edil negó conocer los hechos, confesó que el comandante le informó parcialmente del caso pero no del uso de lacrimógenos, ni del allanamiento de morada y mucho menos de la golpiza que elementos municipales propinaron a jóvenes a quienes hasta el momento no se les ha podido demostrar un solo delito. Los eventos se suscitaron antes del juego de beisbol en el que, se comenta, el Alcalde estuvo custodiado por policias debido a que en constantes ocasiones bebe de más y todo mundo comentaba lo ocurrido sobre los jóvenes brutalmente golpeados,  José Abraham Poot Balam y Cristian Alejandro Poot Balam.

Se realizaron las denuncias ante la Fiscalía y Derechos Humanos, porque no podemos dejar impune el cruel trato y las agresiones de los policias. (Martha Pérez)