sábado, 26 de marzo de 2016

marzo 26, 2016
ALBERTA, Canadá, 26 de marzo.- Hace algunas décadas, un profesor de la Universidad de Alberta, Canadá, estaba tratando de desarrollar un analgésico para acabar con todo tipo de dolor, incluso el más agudo, en una sola pastilla.

En 1981 este profesor, Ed Knaus, logró su objetivo: un opiáceo sintetizado que bautizó como W-18.

Knaus había logrado crear una sustancia analgésica 10,000 veces más potente que la morfina. Sin embargo, el invento no tuvo el éxito que esperaba.

"Nuestra intención era crear un analgésico milagroso, pero después de las primeras pruebas, lo descartamos, porque nos dimos cuenta de que tenía el potencial de convertirse en una adicción", dijo Knaus.

Los comprimidos de W-18 tienen la misma forma que los de fentanil. (Foto BBC / Policía de Alberta)

Durante años, la droga, que nunca había sido probada en forma documentada en seres humanos, se archivó, considerándose un fracaso y aparentemente bajo control.

Sin embargo, a finales de enero la policía de Calgary, Canadá, publicó una información alarmante: en 2015 se realizaron incautaciones de la droga W-18 en las calles.

Según el portavoz de la Policía de Calgary, el sargento Jason Walker, eran unas cuantas pastillas, pero las suficientes como para dar lugar a la policía para creer que se trataba de una nueva moda - y muy peligrosa.

"Es preocupante que esta tableta aparezca en las calles, porque el año pasado tuvimos varios casos de muerte por sobredosis causada por otro opiáceo, el fentanil, que está relacionado de alguna manera", dijo a BBC Mundo el coordinador del equipo de lucha contra las drogas de la policía de Calgary, Martin Schiavetta.

"Mandamos a analizar varios comprimidos encontrados después de la primera aprehensión y estamos a la espera de los resultados", agregó.

De China

Debido a su potente efecto - 10,000 veces más fuerte que la morfina- la W-18 nunca fue comercializada, ni siquiera producida legalmente por las industrias farmacéuticas.

"La mayoría de las tabletas (ilegales) provenían de China. Y el problema tiene que ver con la disponibilidad y accesibilidad. Tenemos unos comprimidos 10,000 veces más potentes que la morfina, pero los distribuidores de droga de la calle no saben lo que están vendiendo", dijo Schiavetta.

La razzia en la que la policía confiscó las tabletas tuvo lugar en agosto de 2015. Después de la operación, las autoridades canadienses enviaron muestras para su análisis al laboratorio de criminalística y la mayoría eran tabletas de fentanil, otro opiáceo que se hizo popular en Canadá.

Y fue este análisis el que produjo la sorpresa. Cuatro meses más tarde, la policía recibió la noticia: entre el lote de fentanil, había tres tabletas de W-18.

"Nunca se ha probado en forma documentada en los seres humanos, pero podemos decir que los efectos son similares a los de otros opiáceos potentes, como sueño profundo, euforia, picazón e hiperventilación, que pueden conducir a la muerte", afirmó Schiavetta a BBC Mundo.

Sin embargo, a pesar de sus efectos devastadores, el W-18 no está en la lista de sustancias prohibidas por el gobierno canadiense, pero el departamento de salud en el país, Health Canada, ha pedido su inclusión inmediata.

La crisis de los opiáceos ya se había disparado con el fentanil, que es cien veces más potente que la morfina y había sido considerado como la "droga de Verano" por la policía en Calgary, después del aseguramiento de 21 mil tabletas durante los diez primeros meses de 2015.

Pero, de acuerdo con informes de los medios canadienses, una de las posibles causas de la aparición de la W-18 fue precisamente la alta tasa de mortalidad relacionada con el fentanil. Por lo tanto, la demanda de fentanil cayó y la búsqueda de otras drogas aumentó.

El temor en Canadá ante la aparición de un nuevo y más potente fármaco se justifica: el país es el que registra el mayor número de recetas de opiáceos en todo el mundo, según un informe publicado en la provincia de Ontario, en el centro país.

Otros estudios ponen al país a la par de los Estados Unidos en el número de recetas emitidas per cápita, según la académica Tara Gomes, epidemióloga del hospital St. Michael en Toronto, en una investigación publicada en 2014.

Un informe estadístico realizado entre 2009 y 2014 estableció que al menos 655 personas murieron en Canadá debido al consumo de fentanil, sin incluir otros opioides.

Durante los últimos 16 años, sólo en la provincia de Ontario ha habido al menos 5,000 muertes por sobredosis de medicamentos prescritos.

Las últimas cifras indican que la tendencia casi se ha duplicado en un período de cinco años.

Para las autoridades canadienses la crisis nacional de consumo de opiáceos y otras drogas ilegales podría estar a punto de dar un nuevo salto, impulsado por la sustancia creada por el profesor Knaus hace más de tres décadas. (BBC Mundo)