miércoles, 16 de marzo de 2016

marzo 16, 2016
WASHINGTON D.C., 16 de marzo.- Obama nombra a Merrick Garland para el puesto vacante que hay en el Tribunal Supremo de Estados Unidos tras la muerte de Antonin Scalia. Garland, de 63 años, es un veterano juez federal y es el jefe del Tribunal de Apelación en el Distrito de Columbia. También fue fiscal y Obama lo tuvo en mente las otras dos veces que tuvo que nominar a alguien para la Corte Suprema.

Obama afirmó durante su anuncio desde la Rosaleda de la Casa Blanca que Garland aportará un espíritu de integridad, modestia e imparcialidad al Supremo. Ha destacado también su excelencia y su experiencia.

Emocionado, Garland aseguró que es el honor más grande de su vida haber sido elegido para este puesto y que para él no hay servicio público más alto que ser miembro del Tribunal Supremo.


Otro juez federal del Tribunal de Apelación, Sri Srinivasan, también sonó con fuerza en las últimas horas, pero el presidente se ha decantado por Garland.

Garland ocupará el puesto que dejó el conservador Scalia, que murió el pasado 13 de febrero. Considerado moderado y como el paradigma de juez “neutral”, Garland fue nominado por Bill Clinton para su actual puesto en 1997 y obtuvo la aprobación de buena parte de la bancada republicana en el Senado (76-23 ). Por ello, los conservadores tendrán difícil justificar un bloqueo.

Durante este mes los republicanos han prometido que no confirmarán a ningún juez elegido por Obama para puestos vitalicios. El Senado, de mayoría republicana, tiene la última palabra.

Si Garland es confirmado, por primera vez en décadas el Tribunal Supremo será de corte progresista. Los republicanos, no obstante, quieren que se elija al sustituto de Scalia el próximo mes de enero, después de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre que esperan ganar.

Nacido en 1952 en Chicago, Garland tiene experiencia en el sector privado y público. Desde 1994 y hasta su nombramiento como juez, Garland fue vicefiscal general y se encargó de supervisar el procesamiento de los autores del atentado de 1995 en Oklahoma City, en el que murieron 168 personas.

Encontrar un sustituto para Scalia se ha convertido en un tema central de la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre, pues el nuevo magistrado podrá moldear leyes y decidir sobre temas tan importantes como el aborto o el derecho a portar armas.

Obama ya ha nombrado a dos jueces para el Supremo de Estados Unidos desde que está en el cargo: Sonia Sotomayor, que en 2009, a sus 55 años se convirtió en la primera jueza hispana; y a Elena Kagan en 2010, de 50 años y la cuarta mujer que ocupa un puesto en el Supremo.

Los republicanos aseguran que bloquearán a Garland

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ha reaccionado a la comparecencia de Obama y asegura que su partido vetará cualquier votación para confirmar a Merrick Garland. “Demos a la gente una voz para ocupar esta vacante”, dijo McConnell en el Senado, al reiterar que bloqueará la propuesta de Obama para el alto tribunal con el objetivo de que sea el próximo presidente, elegido en las elecciones de noviembre, el encargado de designar a un nuevo juez.

El líder de los republicanos del Senado acusó a Obama de tratar de “politizar” el proceso electoral con la designación de un juez para reemplazar al magistrado Antonin Scalia, fallecido el mes pasado y que era emblemático para los conservadores.

Obama pide a los senadores republicanos que sean justos con Garland

Obama instó al Senado a ser “justo” con el candidato que ha elegido para el Tribunal Supremo, al advertir de que el sistema judicial del país “sufrirá” si esa designación se convierte en una disputa política. Obama ha pedido su rápida confirmación a pesar de que los republicanos del Senado quieren aplazar la votación. “Simplemente les pido a los republicanos del Senado hagan una audiencia justa y después que voten sobre su designación”, subrayó el gobernante.

“Es tentador tratar este proceso de confirmación simplemente como una extensión de nuestra política, que está tan dividida. Pero seguir ese camino estaría mal, sería traicionar nuestras mejores tradiciones”, advirtió Obama. El presidente dijo que se supone que el Supremo, con sus nueve jueces que interpretan la Constitución, “debe estar por encima de la política” partidista.

Si los republicanos obstruyen el proceso, eso “provocará un ciclo interminable de ojo por ojo” entre los dos partidos y hará “que sea cada vez más difícil que cualquier presidente cumpla con la tarea que le indica la Constitución”. “La reputación del Tribunal Supremo sufrirá inevitablemente, y la confianza en el sistema judicial sufrirá inevitablemente”, agregó. (lavanguardia.com)