domingo, 20 de marzo de 2016

marzo 20, 2016
LA HABANA, Cuba, 20 de marzo.- El presidente Barack Obama llegó esta tarde a Cuba, en el inicio de una histórica visita de 48 horas que incluirá reuniones con el gobernante Raúl Castro y con un grupo de opositores al gobierno, así como un mensaje al pueblo cubano que será transmitido en televisión nacional.

El imponente Air Force One se posó sobre la pista del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana a las 4:20 p.m. tras dos horas y 48 minutos de vuelo desde la Base Andrews de la Fuerza Aérea, a las afueras de Washington.

Obama, quien viaja acompañado por miembros de su gabinete y del Congreso, su esposa Michelle, sus hijas Sasha y Malia, y su suegra, Marian Robinson, no tiene previstos actos oficiales el domingo, pero se espera que haga un recorrido por el centro histórica de la capital cubana y que visite un proyecto de restauración.

Enlace a más fotos de la llegada en Granma (enlace).

Estados Unidos y Cuba anunciaron el 17 de diciembre del 2014 su intención de avanzar en la normalización de sus relaciones diplomáticas y en julio del 2015 abrieron sus respectivas embajadas en Washington y La Habana, tras más de medio siglo de hostilidad.

Horas antes de la llegada, las fuerzas de seguridad arrestaron a decenas de opositores que se manifestaban pacíficamente en las calles de la capital.

Para la Casa Blanca, el objetivo del viaje es que la nueva política hacia Cuba sea irreversible, y acelerar el ritmo de las negociaciones y los cambios en Cuba, lo cual consolidaría el legado de Obama.

De hecho, antes de que Obama pusiera un pie en la isla, ya se estaban viendo resultados concretos. El Departamento del Tesoro y Comercio promulgó nuevas medidas para facilitar los viajes y el comercio y Cuba respondió anunciando que eliminará el gravamen del 10% al dólar, si comprueba que las restricciones al uso del dólar en sus transacciones internacionales, a través de bancos en terceros países, ya están permitidas.

La medida, cuando finalmente ocurra, tendría una gran repercusión, no solo para los viajeros estadounidenses, sino, sobre todo, para los cubanos que reciben remesas desde Estados Unidos, quienes pierden el 10% al convertirlas a la moneda local.

Horas antes de la llegada a La Habana, el gobierno estadounidense anunció también que le otorgó a la empresa Airbnb una licencia especial para permitirle funcionar en Cuba con lo que viajeros de todo el mundo podrán reservar alojamiento en casas privadas en la isla.

A este y otros ejemplos podría estarse refiriendo la Casa Blanca cuando presenta el viaje como culminación de una política de “empoderamiento” y mejoría de la vida del pueblo cubano, como insistentemente han explicado altos funcionarios estadounidenses en estas últimas semanas.

La retórica no cayó bien en Cuba, al menos al nivel del discurso político. El jueves, el canciller Bruno Rodríguez sugirió al gobierno estadounidense que se ocupara de sus asuntos pues “el pueblo cubano se empoderó a sí mismo hace décadas”. (Nora Gámez Torres)