domingo, 13 de marzo de 2016

marzo 13, 2016
ESTAMBUL, Turquía, 13 de marzo.- Una potente explosión en el concurrido corazón de Ankara, la capital turca, ha matado al menos a 34 personas y herido a 125, según la delegación del gobierno local. La detonación ocurrió junto a una parada de autobuses municipales y la salida de la estación de metro de Kizilay. Ankara ha sufrido tres sucesos similares en los últimos cinco meses; Turquía, ya un atentado por cada mes de este año.

Según testigos citados por la agencia DHA, un coche se empotró contra la parte trasera de un autobús municipal y estalló. El delegado del gobierno en Ankara apuntó a un vehículo con explosivos como responsable de la tragedia, pero evitó referirse a un "atentado". Una cámara de seguridad grabó a las 18.45 hora local un escenario infernal. El área, junto al conocido parque de Güven, llena de transeúntes en ese momento, se sumió en las llamas.

Un coche bomba mató al menos a 34 personas en un centro de transporte repleto de personas el domingo en la capital turca, Ankara, hiriendo al menos a 125 más, el segundo ataque de ese tipo en el corazón administrativo de la ciudad en menos de un mes. (AFP)

Docenas de ambulancias llegaron al sitio de la matanza, que quedó acordonado y fuertemente vigilado por docenas de policías y antidisturbios. "23 personas fallecieron en el lugar de los hechos y otros lo hicieron mientras eran trasladados al hospital", puntualizó el gobernador. Uno o dos de los muertos son terroristas, según el ministro de Sanidad turco. Unas dos horas después de la explosión, mientras se investigaba sobre el terreno, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu organizó de emergencia una cumbre de seguridad para abordar el suceso.

En otra de esas decisiones que siembran la polémica cada vez que Turquía sufre el látigo del terrorismo, la Fiscalía de Ankara ordenó la censura informativa a petición del Consejo Supremo de Radio y Televisión. En un país donde la gente se informa mayormente por televisión, toda cobertura en directo de la masacre quedó prohibida. Algunos usuarios de Internet y activistas digitales advirtieron de la ralentización del acceso a Twitter y Facebook a través de proveedores turcos. Un tribunal prohibió el acceso a estas redes sociales.

Una fuente anónima de las fuerzas de seguridad, citada por la agencia Reuters, aseguró que "según los primeros resultados, parece que el ataque fue organizado por el PKK o una organización vinculada". El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) es una guerrilla kurdoturca considerada como terrorista por Turquía, EEUU y la UE.

20160313 Atentado


Horas después del ataque el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció que éste "tiene por objetivo la integridad del país, la unidad del pueblo y la convivencia". "No reducirá nuestra determinación en la lucha contra el terror, sino que nos hará aún más decididos", prometió el mandatario en un comunicado colgado en la página web de la presidencia turca.

Erdogan no indicó qué organización podría estar detrás del ataque. Al subrayar que Turquía ha sido objeto de ataques en los últimos meses "debido a la inestabilidad en la región" parecía aludir al Estado Islámico (IS), supuesto responsable del atentado suicida que en octubre pasado dejó 102 muertos en Ankara.

Nadie reivindica el ataque

No hay aún un comunicado oficial sobre la autoría. Pocas horas después del último ataque que sacudió el centro de Ankara -un coche bomba que mató a 29 personas el pasado 17 de febrero- , el ejecutivo señaló a las YPG/J, una milicia kurdosiria integrada por miembros del PKK. Pero erró al revelar la identidad del autor. A los pocos días, un grupo armado llamado Halcones del Kurdistán (TAK en siglas kurdas) reivindicó aquel atentado.

Este tipo de confusiones e informaciones contradictorias se han convertido en habituales a medida que el gobierno ha aumentado el nivel de censura y se ha mostrado más opaco y políticamente motivado a la hora de dirigirse al público. Mientras que el PKK en sí no tiene a los civiles como objetivo declarado, organizaciones de su constelación como los TAK - cuyos vínculos con el PKK se intuyen, pero no confirman - sí ha amenazado recientemente con atentar contra locales y turistas.

El tercer atacante habitual es el Estado Islámico, al que se le atribuye la masacre del 10 de octubre de 2015, frente a la estación de tren de Ankara, en la que dos suicidas mataron a más de 100 personas. También la inmolación con explosivos de un militante en el pueblo de Suruç el 20 de julio pasado, que mató a 33 activistas de izquierdas. El Estado Islámico también es señalado culpable del hombre bomba que mató a 13 turistas alemanes en la plaza de Sultanahmet de Estambul el pasado 12 de enero.

El del domingo es el tercer ataque que la capital turca sufre en sólo cinco meses. Turquía se ha convertido en objetivo habitual del terrorismo. A ello se suma la salvaje guerra que libran las fuerzas turcas contra milicianos kurdos en el sureste del país, de mayoría kurda. Docenas de civiles han muerto bajo bombardeos de artillería turcos y miles han sido desplazados por culpa de los combates urbanos librados, consecuencia del fracaso del proceso de paz con el PKK y de la guerra de Siria.

Precisamente en Yüksekova, uno de los focos del enfrentamiento entre ejército turco y milicias kurdas, una explosión hirió ayer a cuatro personas, entre ellas un reportero. Ocurrió pocas horas antes de que se declararan dos toques de queda, uno en esa población de la esquina sureste del país y otro en Nusaybin, una ciudad pegada a la frontera siria varios de cuyos barrios han sido atrincherados por jóvenes combatientes. Se esperan operaciones militares de castigo por este atrincheramiento.

Condena de Putin

Uno de los primeros líderes internacionales en condenar la matanza de Ankara ha sido el presidente ruso Vladimir Putin, quien mantiene con Turquía una escalada de tensión desde el derribo de uno de sus cazas sobre la frontera turcosiria el pasado noviembre. En un comunicado, el Kremlin compartió su duelo con el pueblo turco. El Consejo de Europa también envió sus condolencias, y consideró "estos ataques terroristas" un "ataque a los valores Europeos".

Precisamente, la calificación de Turquía como "país seguro" por parte de dirigentes europeos como el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker, ha traído controversia en los últimos días. Turquía y la UE ultiman un acuerdo para devolver a suelo turco a miles de personas, tanto refugiadas sirias, iraquíes o afganas, como los denominados "refugiados económicos" a cambio de 6.000 millones de euros de compensación económica para asistir sólo a los sirios. (Lluís Miquel Hurtado / El Mundo)