sábado, 26 de marzo de 2016

marzo 26, 2016
1. Aceras rotas y pavimento agrietado. Aparte de ser un peligro para los peatones, automovilistas, ciclistas y motociclistas, la deficiente calidad de esta infraestructura da un aire tercermundista a prácticamente todo el Centro Histórico.

Aceras rotas y agrietadas en los alrededores de la Plaza Grande.



A esta situación hay que agregar la mugre que queda impregnada por la compresión de la basura y subsecuente filtración de aguas negras que los camiones recolectores dejan caer a la calle.

Pavimento agrietado, en el mejor de los casos, y hueco en varios puntos.


2. Puestos de periódicos arruinando las fotos de monumentos y casonas históricas. Excluyendo los parques centrales, es más fácil encontrar stands de periódicos y revistas que árboles en el primer cuadro.

Stand de periódicos en los arcos del Pasaje Picheta.

Es digno de mención específica el caso del Diario de Yucatán, que se ha apoderado de la esquina de la Catedral al igual que el Ateneo Peninsular, entre muchos otros puntos icónicos del Centro. Poco importa que estos puestos estén prácticamente pegados, "se trata de mostrar poder", nos comentan personas cercanas al medio.

Stands del Diario de Yucatán en la Catedral y el Ateneo, a pocos metros uno del otro.


Sin embargo, ninguno de los principales medios impresos de la localidad ni los voceadores han respetado un solo espacio y ninguna autoridad, ni siquiera el INAH, se ha atrevido a hacerles frente y ponerle un alto a sus prácticas abusivas por temor a echárselos en contra.

Con buena iluminación y en un horario de poco tráfico, esta foto de la Casa Palomeque sería perfecta de no ser por el stand de periódicos en la esquina.

Aparte de afear la zona, los stands de periódicos constituyen un obstáculo para los peatones, obstruyen las rampas para personas con discapacidad e incurren en prácticas ilegales como la venta de cigarros sueltos.

3. Casetas telefónicas. Aparte de que su sola presencia es un obstáculo para los peatones en varios puntos, hay que destacar que muchas de éstas son inservibles desde hace años y no se ha visto la intención por parte de Telmex o las demás empresas por repararlas por lo cual procedería, al menos por cuestión estética, su retiro.

Caseta telefónica en el rumbo de Mejorada.


4. Casonas en ruinas. Ya sea por negligencia de sus dueños, falta de éstos o negligencia de las autoridades, en caso de edificios públicos, numerosos inmuebles del Centro Histórico se están cayendo en ruinas sin que las autoridades cuenten con las facultades para intervenir y rescatarlos. En este punto igual cabe mencionar a los predios cuyos propietarios realizan mejoras sin el permiso de las autoridades, degradando su valor histórico.

Condiciones actuales de la fachada del Pasaje Picheta.

Obra en una escuela del barrio de Santiago, clausurada temporalmente por el INAH.

5. Vistas de casonas restauradas, en perfectas condiciones, obstruidas por filas de automóviles.


A estas situaciones se pueden agregar los paraderos de camiones en pleno Centro, las rejillas pluviales llenas de aguas negras pestilentes y la voracidad con la cual incontables predios coloniales han sido destruidos. (José Repetto)