jueves, 4 de febrero de 2016

febrero 04, 2016
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de febrero.- El 1 de febrero inició la veda del mero, la cual se prolongará hasta el 31 de marzo, es decir, 30 días más que el año pasado.

Además que se cruzará al mismo tiempo con la veda de langosta. En términos de sustentabilidad, sin duda alguna coincidimos con la estrategia; sin embargo es claro que la economía de los pescadores será afectada.

Es importante que los ciudadanos conozcan que la producción pesquera sostiene a gran parte de la economía de la costa, genera divisas y fuentes de empleo; sin embargo, no se han logrado los niveles de ganancias en importación y exportación esperados, esto no es por culpa de la sobreexplotación, como dice el Gobierno Federal; sino por la marea roja, el poco tiempo que se destina a la reproducción de especies y el aumento de las embarcaciones. Por lo tanto podemos concluir que existe una crisis económica en esta actividad y en esta zona del país, derivado de muchos factores ambientales y de sustentabilidad. 

El diputado federal Rogerio Castro Vázquez, a la derecha.

Más allá de los datos sobre esta actividad económica, lo que afecta a los pescadores es que las ganancias que obtienen a lo largo del año apenas les alcanza para sobrevivir. Esto último derivado de la actual política económica, donde se ha abandonado a los productores y sus actividades, y únicamente se les ofrece paliativos como el Programa de Empleo Temporal, el cual otorga durante la veda de 300 a 350 pesos semanales, además de una despensa y programas de muy poco impacto como el de la modernización de los motores a ecológicos.

Aunque coincidimos que durante la crisis, la política social debe sin duda aplicarse para ayudar a quien lo necesita, también refrendamos que la solución es cambiar la política actual de favorecer y establecer las condiciones únicamente a un solo grupo de interés económico y no al mayoritario, en este caso a los pescadores. No existe actualmente una política social, económica y científica que impulse la industrialización de este importante sector de la economía.

Por eso, para salir de la crisis proponemos: que el gobierno del Estado emprenda medidas para rescatar la producción pesquera; primero llevando a cabo un diagnostico con las instituciones académicas como el CINVESTAV y otras que permitan establecer una estrategia para cuidar y proteger todas las especias marinas y su reproducción; luego establecer las sociedades cooperativas de pescadores con el fin de capacitarlos e integrarlos a la cadena productiva de la industria pesquera; entregar insumos a los pescadores como motores nuevos, embarcaciones grandes y adecuadas con congeladora, además crear en el puerto de Progreso un centro Industrial pesquero para el almacenaje, comercialización y empacadora del Estado, el cual se realizaría con inversión pública, social y privada que permita reactivar la economía de la zona costera de Yucatán, al mismo tiempo crear el Centro de Investigaciones para la sustentabilidad y protección de la especies marinas.

Esto es un atento llamado a la administración pública actual para llevar a cabo un cambio en la política económica, no por razones ideológicas, sino por seguir impulsando el Estado de Bienestar de los yucatecos, generando empleos y oportunidades para todos, algo que por supuesto no han realizado, pues han dedicado la inversión a los grandes negocios privados.